La prosperidad económica de Murcia durante el Siglo de las Luces se tradujo en la realización de ambiciosos proyectos de arte sacro, caso del imafronte de la Catedral, el Palacio Arzobispal o el remozado de numerosos templos de la ciudad y varios municipios de la provincia. A nivel escultórico, Salzillo fue cabeza de una escuela y creador de un estilo que, incluso en la actualidad, ha dado lugar a un buen número de seguidores.

Se puede calificar a Francisco Salzillo y Alcaraz (Murcia, 1707-1783) como el Francisco de Goya de la imaginería española, no sólo por su extraordinario talento, sino también por constituir un caso insólito de creatividad dentro de un periodo de profunda crisis artística. Conjugando como nadie el dramatismo barroco con la elegancia del rococó, Salzillo creó unos modelos que reflejan el buen hacer de los mejores artistas italianos del momento y siguen manteniendo una absoluta vigencia.

Aunque originalmente la Inmaculada Concepción que nos ocupa coronaba el retablo mayor del convento murciano de Santa Isabel, hoy en día se conserva en la Iglesia Conventual de Santa Clara de Murcia. No es muy frecuente la iconografía inmaculista en la trayectoria de Salzillo, aunque debemos señalar que la mejor de sus creaciones sobre el tema quedó destruida en 1936, tal y como sucedió con buena parte de su obra.

De la primitiva ubicación de la Inmaculada Concepción se advierten la monumentalidad de la figura, el agitado movimiento de las vestiduras y el hecho de que el cuerpo se muestre levemente inclinado hacia adelante. En actitud estante y coronada por una aureola de doce estrellas, que también simbolizan a las Doce Tribus de Israel, la dulce Madonna se atavía con ropajes ricamente decorados a base de motivos botánicos.

Algunos historiadores han señalado una probable inspiración de Salzillo en una Inmaculada Concepción de Antoine Dupar que recibe culto en el municipio murciano de Lorca, de ahí que durante mucho tiempo se asignara a la producción del refinado escultor marsellés, precedente de la estética salzillesca.