LA OBRA DE ANTONIO CASTILLO LASTRUCCI (III)
CRISTO DE LA VERA CRUZ (LOS PALACIOS - SEVILLA)
Jesús Abades y Sergio Cabaco
Antonio Castillo Lastrucci fue el más afamado y fecundo de los imagineros sevillanos del siglo XX. Discípulo del gran escultor Antonio Susillo, cuyas enseñanzas compaginó con sus estudios en la Escuela Provincial de Bellas Artes de Sevilla, instaló taller propio en el año 1923, tras una breve estancia en París -en cuyo Museo del Louvre recogió la inspiración que desplegaría en sus futuros trabajos- y varios premios en concursos y exposiciones, tanto en Andalucía como en Latinoamérica. Pese a no ser la imagen que inauguró el tema, el Cristo de la Buena Muerte (1938), titular de la sevillana Cofradía de la Hiniesta, tiene categoría de referente dentro de sus creaciones de Cristo muerto en la cruz. Dicha efigie presenta los peculiares rasgos de las efigies de Castillo Lastrucci, aportando el autor su estética particular al tiempo que sintetiza las fórmulas paradigmáticas de los artistas de la escuela sevillana del siglo XVII, en especial las empleadas por Juan de Mesa y Juan Martínez Montañés. Un año después de la ejecución del famoso icono sevillano, Castillo Lastrucci realizaría la talla del Cristo de la Vera Cruz del municipio sevillano de Los Palacios y Villafranca. Se trata, por tanto, de una de las primeras muestras de su larga y fructífera serie de Crucificados. Además de las lógicas relaciones de la imagen de Los Palacios con el titular de la Hermandad de la Hiniesta, se observan semejanzas con otras hechuras cristíferas posteriores, caso del Cristo de la Sangre de Gibraleón (Huelva), que data de 1943, o el Cristo del Buen Fin de Aznalcázar (Sevilla), realizado en el año 1948. Todos ellos poseen la corona de espinas labradas en la misma cabeza, que aparece desplomada hacia el lado derecho, rostro muy doliente con la boca entreabierta y los ojos semicerrados, miembros fornidos, acusada composición triangular y sudario ceñido con una gruesa soga. La imagen fue encargada al escultor por Manuela González y su hijo Juan Antonio Rodríguez González, quienes la cedieron a la cofradía palaciega de la Vera Cruz. Sustituye a una imagen anterior que, actualmente, se venera en la iglesia del municipio sevillano de El Castillo de las Guardas. |
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