Pequeña talla gótica, de origen francés, que podemos relacionar con otros simulacros del periodo como la Virgen Blanca, de Toledo, o Notre Dame de París, conservada en la famosa catedral parisina. Suele fecharse a mediados del siglo XIII, aunque no sería descartable su ejecución en la centuria posterior.

Labrada en alabastro policromado, sus grafismos reflejan perfectamente la figuración mariana en el arte gótico del momento: túnica ajustada al talle por un cíngulo, toca al estilo hebreo, corona mural labrada en la misma pieza, leve incurvación de la Madre por el peso del Hijo sobre su brazo izquierdo, amorosos semblantes, puntiagudos escarpines, la mano del Niño reposando sobre el pecho de María, etcétera.

La mano derecha de María se ha perdido con el paso del tiempo. Posiblemente, portaría un cetro como símbolo de su divina realeza. Recibe culto en la parroquial de Segura de la Sierra (Jaén).