El Mito

Todas las mujeres griegas reconocían que debían su excelencia en el arte de bordar los preciosos peplos a la protección de Atenea (Minerva, en la mitología romana), que en tales labores era una artista insuperable. Sólo una de ellas, Aracne, se jactaba de saber bordar cien veces mejor que la diosa, y en efecto, sus bordados y encajes eran tan delicados y vaporosos que las Ninfas descendían de sus verdes alturas para admirarlos.

Minerva tuvo noticia de esta vanagloria, y disfrazada de vieja se presentó ante Aracne para advertirle que no pretendiera nunca superar con sus manos las labores divinas, pues podría arrepentirse de su arrogancia. Aracne, riendo, preguntó a la vieja: "¿Y por qué Minerva no se atreve a comparar su trabajo con el mío?" Al oír esto, la diosa recuperó su verdadera e imponente imagen (una hermosa doncella armada y tocada con un casco de oro, símbolo de su protección sobre los guerreros) y exclamó airada que se disponía a superar la prueba.

Las dos jóvenes se pusieron inmediatamente a trabajar. Aracne adornó un tapiz con los episodios de la vida de los Númenes, mientras que Minerva bordó en una tela toda la magnificencia del dorado Olimpo. Finalmente, el tapiz de la joven de Lidia resultó tan perfecto que Minerva se lo arrebató, lo hizo trizas y, tocándola con su lanza, transformó a la bordadora en una gran araña negra, condenándola a vivir siempre suspensa de un hilo.

El Autor

En esta ocasión, les mostramos un grabado del pintor e ilustrador francés Gustave Doré (1832-1883). Forma parte de los 136 que, entre 1861 y 1868, realizó para ilustrar una edición francesa de La Divina Comedia, obra literaria escrita por Dante Alighieri. Se trató, sin lugar a dudas, de uno de los proyectos más ambiciosos de Doré.

El artista sigue fielmente la descripción dada por el italiano en su recorrido a través del infierno, y coloca a Aracne, entre otros personajes, en un oscuro purgatorio. Dante la llama "medio araña", y por ello Doré la representa como un híbrido atormentado, con la cabeza y el desnudo tronco de doncella, y las ocho siniestras extremidades de la araña, si bien las que corresponderían a los brazos conservan parte de su forma humana.