La versión del tema que muestra a Cristo recogiendo sus vestiduras tras la flagelación, que realizara el escultor e imaginero Alonso de Mena (Granada, 1587-1646) en la versión destruida de Alcalá la Real (Jaén), sería pionero en su formulación escultórica dentro del ámbito granadino.

Independientemente de que el escultor rentabilizara alguna estampa o modelo -la iconografía era bien conocida en la pintura sevillana, describiendo el pintor y tratadista Francisco Pacheco una versión suya hoy perdida- sus fuentes últimas hay que situarlas en la mística.

Con la advocación de Cristo de la Humildad, esta talla desaparecida es, según Fernández Paradas y Sánchez Guzmán, una obras más intelectualizada y con mayor contenido teológico que otras versiones de la época, pues mostraba la singularidad de presentarle coronado de espinas. A partir de este elemento, la mayor diferencia radicaba en que la imagen se mostraba erguida sobre sus pies, con las rodillas muy flexionadas pero que en ningún caso tocaba con ellas el suelo.

La imagen, realizada hacia 1635-1640, suscribe el estilo del artista en la fisonomía; en los ondulantes cabellos que, enmarcando la oreja, se derraman en gruesas crenchas rizadas; en la barba rectangular y bífida, en el analítico estudio de la anatomía o en el rígido plegado del perizoma.