ANTONIO BIDÓN VILLAR


 

Nacido en 1893, este artista sevillano inició su aprendizaje en la Escuela de Artes y Oficios Artísticos de la capital hispalense, donde tuvo como maestros, entre otros, al pintor José García Ramos y al escultor José Ordóñez Rodríguez.

Sus primeras creaciones se remontan a la Exposición Iberoamericana del año 1929, para la que ejecutó, bajo la dirección de Aníbal González, las estatuas de Juan Sebastián El Cano y la de Francisco Pizarro, con destino a la Plaza de los Conquistadores.

Su obra religiosa, aunque no llegó a alcanzar los niveles de calidad de otros artistas contemporáneos como Antonio Illanes Rodríguez o Sebastián Santos Rojas, es sumamente devota, y se halla concebida siguiendo los patrones de las grandes figuras del barroco sevillano del siglo XVII, en especial de Juan de Mesa y Velasco. En su descargo, debemos señalar también, al igual que en casos como los de Pío Mollar o Antonio Castillo Lastrucci, la gran demanda de imágenes que tuvo que atender tras los destrozos de 1936. Falleció en el año 1962.

La producción de Antonio Bidón fue muy prolífica, destacando tallas como la Dolorosa de la Concepción para la Cofradía de La Trinidad (en la fotografía); la antigua Virgen de la Angustia para la cofradía sevillana de Los Estudiantes (actualmente, titular de una cofradía toledana); la imagen de Jesús Cautivo que recibe gran culto en la parroquia onubense de San Pedro, realizado en el año 1951; o la Virgen del Rosario para Zamalea La Real (1940), villa onubense para la que realizó numerosas obras, incluido el retablo donde se venera dicha imagen.

 

Fotografía de Roberto Villarrica

 

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