DONATO BRAMANTE
San Pietro in Montorio (Fotografía: Donatello Trisolino) |
Espíritu inquieto e ingenioso, el pintor y arquitecto Donato Bramante (Fermignano, hacia 1443/1444 - Roma, 1514) seguramente fue educado en la Corte que la poderosa familia Montefeltro tenía en la ciudad de Urbino, donde estuvo en contacto con los arquitectos, escultores y pintores que trabajaban para el duque Federico. Además de Luciano Laurana, autor del patio principal del Palacio Ducal de Urbino que anticipaba la estética bramantesca, Piero della Francesca tiene que haber desempeñado un papel clave en la formación de Bramante, pero, en comparación con el empeño especulativo del pintor, en Bramante prevaleció una actitud pragmática, una predisposición a ser "risoluto, presto e bonissimo inventore" (Vasari), lo que produjo logros de fama mundial que renovaron profundamente el lenguaje arquitectónico en Italia entre los siglos XV y XVI. A pesar de la fama, los primeros años de Bramante son todavía un misterio. Incluso la primera evidencia fiable de su presencia como pintor en la decoración al fresco del Palacio del Podestá en Bergamo (1477) no ayuda a reconstruir la trayectoria. Cuando en 1481 llegó por primera vez a Milán, ya era un artista consumado, capaz de revolucionar los parámetros figurativos de la tradición local. Uno de sus primeros encargos arquitectónicos fue la iglesia de Santa Maria presso San Satiro, cuyo interior ultimó en 1483. Lo más espectacular es la solución ideada para la capilla mayor, cuya profundidad se amplió acudiendo al recurso pictórico de fingir con una bóveda cónica la perspectiva ilusioria de una boveda de cañón con casetones estucados. Asimismo, Bramante adosó al templo la sacristía o baptisterio de San Satiro, también rica en grutescos, en la que, sobre planta octogonal, alza una cúpula. Con extraordinaria fuerza inventiva, Bramante (cuyo verdadero nombre era Donato di Antonio) curva las reglas de la perspectiva y las órdenes de la arquitectura clásica en un lenguaje riguroso, elocuentes y atractivo, muy distinto del erudito clasicismo expresado por Andrea Mantegna en la cercana ciudad de Mantua. |
Cristo a la Columna |
La renovación provocada por Bramante en la región de Lombardía, en un momento de extraordinaria vitalidad cultural de la corte sforzesca (con la presencia, entre otros, de Leonardo da Vinci y el poeta florentino Bernardo Bellincioni), afecta no solo a la arquitectura, sino también el conjunto de artes visuales. El encanto de Bramante se advierte, por ejemplo, en los protagonistas de la pintura del renacimiento en Lombardía: Vincenzo Foppa, Ambrogio Bergognone, Bartolomeo Suardi (Bramantino) y, posteriormente, Bernardo Zenale. Todos ellos reaccionan, cada uno según su registro expresivo, al modo "heroico" de ocupar y representar el espacio, en el que la referencia a la antigüedad es la clave esencial para hacer actual la representación de la realidad. Pero también escultores, ceramistas, orfebres y miniaturistas se apoderan de temas, motivos y sugerencias implantados por Bramante. El estilo de Bramante también está marcado por los materiales, por las técnicas y por las exigencias de prestigio de una Corte en muchos aspectos todavía ligada al mundo tardogótico. Bramante practicará así una arquitectura caracterizada por el uso del ladrillo y de humildes materiales, destinada a ocupar espacios limitados y a satisfacer, al mismo tiempo, las ambiciones de sus distinguidos clientes. El ábside del templo milanés de Santa Maria delle Grazie (para el que también hizo el claustro), injertado en una estructura existente, es uno de los mejores ejemplos de la capacidad del increíble artista italiano para conciliar el lenguaje "moderno" (y por lo tanto "a la antigua") con el de épocas anteriores: un crecimiento expresivo que, probablemente, podría madurar solo en Lombardía, donde los modelos "clásicos" de los que Bramante ha tomado nota pertenecen principalmente a los siglos de la Alta Edad Media. |
Escalera del Belvedere |
Otra de sus piezas cumbres fue el templete romano de San Pietro in Montorio, construido en 1503 por encargo de los Reyes Católicos. Bramante envolvió, como en un tabernáculo, el agujero en la roca del monte Janículo, donde la tradición sitúa la crucifixión de San Pedro, y elevó sobre la cámara subterránea un cilindro coronado por una cúpula. En torno a la torre cilíndrica dispone, al modo de un tolos griego, una columnata circular de orden toscano atada por un entablamento de precisos triglifos y metopas alusivas al martirio del apóstol. Con motivo de la caída de los Sforza, en 1499, fecha en que Bramante tuvo que abandonar Milán y ofrecerse a Roma en vísperas del Año Santo, el estilo bramantesco pudo seguir en manos de sus continuadores en la propia Milán, al igual que en Como, Lodi, Crema o Pavía. La actividad romana de Bramante comienza con el claustro de la iglesia de Santa Maria della Pace, encomendado en 1500 por el cardenal Oliviero Carafa. Más ambicioso si cabe fue el patio del Belvedere, que Bramante no tuvo tiempo de ultimar y, por ello, construcciones posteriores trastocaron la formidable perspectiva que, desde la torre Borgia, había de enlazar con terrazas y escalinatas el castillo papal medieval con el palacete del Belvedere. En un extremo, Bramante dispuso la habilidosa rampa helicoidal, modelo para posteriores escaleras de caracol, en la que robustas columnas, sucesivamente dóricas, jónicas y corintias, soportan un pavimento en espina de pez sin gradas. Con ser todo ello de suma importancia, la obra capital de Bramante, incluso solo en la fase de proyecto irrealizado, fue sin duda el diseño de la nueva basílica de San Pedro, que Julio II destinaba a mausoleo no ya del primer papa, sepultado según la tradición en la necrópolis del monte Vaticano, sino de sí mismo. Apenas comenzados los trabajos, en 1513, murió Julio II, y un año después desaparecía Bramante. El proyecto de Miguel Ángel respetó el diseño de Bramante, aunque su cúpula definitiva se apartó de la hermosa galería columnaria pensada por éste; solución que decidió adoptar Christopher Wren en Londres, al reconstruir la catedral anglicana de San Pablo. Al construir la columnata de la actual plaza de San Pedro, Bernini demolió la mansión de los Caprini (conocida como la "casa de Rafael" porque en ella había vivido el gran pintor), que con aparejo rústico también ornamentó Bramante en el Borgo Vaticano. |
Heráclito y Demócrito |
Quinientos años después de la muerte de Donato Bramante, la Pinacoteca de Brera (Via Brera 28, Milán) celebra hasta el 22 de marzo de 2015 la muestra Bramante a Milano. Le Arti en Lombardia 1477-1499 (Bramante en Milán. Las Artes en Lombardía 1477-1499) que pretende evocar, en primer lugar, los pasos básicos para la formación del artista, y en segundo lugar el seguimiento que su actividad tuvo, particularmente en Milán y Lombardía, entre los exponentes de las diversas artes. Horario: martes a domingo, de 08:30 a 19:15 horas. |
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