ULPIANO CHECA


 

 

Ulpiano Fernández-Checa y Saiz, conocido en el mundo del arte como Ulpiano Checa, nació en Colmenar de Oreja (Madrid), el 3 de abril de 1860, y murió en la localidad francesa de Dax el 5 de enero de 1916, siendo trasladados sus restos mortales a Colmenar de Oreja al cumplirse el centenario de su nacimiento.

La temprana inclinación de Ulpiano Checa por el dibujo y sus innatas dotes le llevaron pronto a la Real Escuela de Bellas Artes de San Fernando (Madrid) de la mano de su protector José Ballester García, en la que cursó sus estudios con notable éxito (1877-1883), obteniendo al terminarlos plaza de pensionado en Roma.

Desde Roma envió a la Exposición Nacional de Bellas Artes del año 1887 su famoso lienzo La Invasión de los Bárbaros, el cual obtuvo la Primera Medalla de Oro y le consagró de un golpe como genial pintor. Después se trasladó a París y continuaron sus triunfos. Checa cultivo géneros tan variados como paisajes, grabados, retratos, interiores, históricos o que perfecciono a lo largo de sus viajes por Europa, África y América.

El folclore andaluz, el orientalismo, el retrato y los viajes se descubren en sus cuadros pero, especialmente, su faceta de pintor cinematográfico y universal. Las escenografías, vestuarios, personajes, escenas y movimientos de superproducciones de Hollywood de los años 50 y 60 como Ben Hur, Quo Vadis, Espartaco, Los Últimos días de Pompeya o Gladiator están inspiradas en los óleos, acuarelas y dibujos de Ulpiano Checa.

Desde los lienzos de salón de grandes dimensiones hasta los simples estudios, se mezclan con tablas, bronces y libros que hablan de su extensa producción, mucha de ella realizada por encargo, lo que hizo que Ulpiano Checa fuera uno de los pocos artistas millonarios en vida.

Ni el atrayente París de la "Belle Epoque" ni los triunfos alteraron su amor por España y por su localidad natal, a la que acudía los más de los años para estar con la familia y amigos y, al propio tiempo, para ir dejando en él rastro de su arte en los grandes murales de la iglesia parroquial: la Anunciación, la Presentación y San Cristóbal, pintados durante sus estancias en Colmenar los años 1897 y 1901.

Muestra de esta correlación de sentimientos es hoy el Museo Municipal Ulpiano Checa, que se inauguró coincidiendo con el primer centenario del nacimiento del pintor, el 3 de abril del año 1960, en la restaurada Casa de los Siete Patios. El Ayuntamiento de Colmenar de Oreja, en el año 1994, amplió la colección de obras pictóricas y construyó un nuevo edificio acorde con la categoría de las obras que atesora.

 

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