ROBERTO ROCA CERDÁ
José Rafael Navarro
Si este artículo se hubiera escrito hace unos años, poco habría que decir de la vida de Roberto Roca. Es gracias al trabajo realizado por José María Hurtado para la revista del 60 aniversario de la Caída de Jesús del municipio albaceteño de Tobarra cuando podemos conocer parte de su biografía. Gracias a él sabemos que su nombre completo es Roberto Roca Cerdá, y que nació en Onteniente (Valencia) el 19 de noviembre de 1892.
Roberto Roca inició sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de la Academia de San Carlos, en 1909, tras solicitar y obtener matrícula gratuita. En Madrid, Roca compaginó sus estudios con el trabajo en el taller de Mariano Benlliure, con el que colaboraría durante mucho tiempo. Su hermano Enrique Roca Cerdá hizo fortuna en Cuba con negocios de muebles, y con él se fue Roberto, pero no se adaptó y volvió enseguida. Amparo Roca, su sobrina, afirma que vio “un Cristo impresionante” de su tío en una iglesia de La Habana.
Sobre su obra, Hurtado Ríos descubre una tesis realizada por Elena de las Heras, de la que se traduce que fue un gran ceramista, y que trabajó para Lladró. En Valencia tiene una escultura a Palas Atenea realizada en cerámica. En la tesis, Elena de las Heras cita a Manuel González Martí, que hace un repaso a la obra del escultor: la parte ornamental del Pabellón Español de la Exposición Internacional de las Artes Decorativas de Paris en el año 1925, placas como la de la Calle Roger de Lluria en Valencia, el boceto para el concurso del panteón de Blasco Ibáñez en el año 1932 (que realizaría finalmente Mariano Benlliure) y toda la decoración cerámica del Ministerio de Educación Nacional, Palacio de la Prensa y Círculo de las Bellas Artes en Madrid.
De su obra religiosa se cita un Sagrado Corazón de Jesús en mármol blanco, de cerca de 4 metros de altura, para la localidad castellonense de Viver, una Santa Cecilia para Alacuás (Valencia), y para Tobarra (Albacete) la imagen de San Roque, la restauración de una Dolorosa de Francisco Salzillo, una Resurrección y una nueva figura para un Prendimiento. De la Caída de Tobarra, ni una palabra, aunque conocemos a ciencia cierta su autoría.
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OBRA EN TOBARRA (ALBACETE)
Prendimiento de Cristo - Con la destrucción, en el año 1936, del grupo escultórico del Prendimiento de Roque López, la cofradía encarga un nuevo paso. La imagen de Jesús es obra de Roberto Roca, realizada en el año 1940 por un precio de 7.500 pesetas. Los sayones, conocidos popularmente como Concejo y Morrongo, llegarán en 1946 o 1947 de manos de José Lozano Roca. Se trata de una imagen de vestir de Cristo, en el momento en que es sorprendido en el Huerto de Getsemaní. La mano derecha es la que tallara Roque López, que se salvó de la quema. El Cristo ha pasado por diversas restauraciones, de mano de Lozano Roca, José Zamorano, la desafortunada de Javier González Cerón y la definitiva de Arturo Serra, que recuperó su aspecto original.
Restauración de la Virgen de los Dolores - La intervención parece ser también obra de Roberto Roca. Tras la Guerra, la imagen de Francisco Salzillo solo conservaba la cabeza. ¿Fue Roca el encargado de unirla a un cuerpo? Por la restauración de Javier Bernal Casanova (1999) se sabe que se utilizó un cuerpo más pequeño de otra imagen para adaptarlo al busto de la Dolorosa. La reconstrucción costó 2665.65 pesetas, costeadas con donativos.
Cristo Resucitado - Data del año 1944 y vino a sustituir a la imagen del Niño Jesús que, hasta entonces, se venía utilizando el Domingo de Resurrección. El Cristo pasa de hermandad en hermandad hasta que la de la Caída se encarga definitivamente de él. La imagen consiste en un Cristo triunfante que surge del sepulcro, con el sudario que parece ondear al viento. En la mano izquierda porta un banderín, y con la derecha hace el gesto de bendecir. En dicha mano se coloca un clavel al finalizar el llamado Encuentro en el Calvario. En el año 2009, la imagen fue restaurada por el escultor e imaginero jiennense Antonio Espadas Carrasco, ya que la anterior restauración del Taller Salmerón de Socuéllamos le había cambiado totalmente la tonalidad de la piel. Además, se le cambió el banderín por otro realizado por Isidro Algarra a la manera de los palillos tobarreños.
La Caída - En 1946, el Ayuntamiento, con la colaboración de algunos empresarios del cáñamo y el esparto, encarga a Roberto Roca un grupo escultórico inspirado en la Caída de Salzillo para Murcia. Cuesta 16.000 pesetas y consta de cinco figuras. En Tobarra se le conoce como “el Paso Gordo”. Representa una de las caídas de Jesús camino del Calvario. El Varón, de rodillas, se apoya con la mano izquierda en el suelo mientras que con la derecha y la mirada al cielo parece implorar piedad. Dos sayones lo flanquean: uno, conocido como el “Judío de la Guita”, estira de una soga que Cristo lleva al cuello. Al principio lució una verruga que luego sería reducida, y unos ropajes más oscuros. En el lado contrario, el “Judío del Látigo”, que tira del pelo de Cristo mientras que con la otra mano empuña un látigo en lo alto (una maza en el original murciano). La maldad de ambos se traduce en fealdad. Detrás de estas dos figuras, otras dos contemplan la escena: un soldado romano, que a diferencia del de Murcia viste un uniforme más acorde con la época, y Simón de Cirene, que carga con la cruz y en cuyo rostro se refleja tristeza ante lo que ocurre. Se trata de un paso de contemplación lateral, pero esta perspectiva acentúa la sensación de que se trata de un verdadero cortejo camino del Calvario. Ha sido restaurado varias veces: José Zamorano lo hizo en 1987, cuando se amplió el trono, y en 1998 el Taller Salmerón llevó a cabo una restauración, por no llamarla repinte, que ahora la Hermandad parece que solventará de manos de Antonio Espadas, quien ya ha recuperado al “Judío de la Guita”.
San Roque - Se trata de una reproducción de una imagen existente antes de la Guerra Civil. Al igual que aquella, muestra al santo caminando ataviado como peregrino: sombrero de ala ancha colgado a la espalda, conchas en el pecho, calabaza al cinto, y báculo en la mano derecha. La túnica aparece levantada sobre la pierna izquierda mostrando una llaga en el muslo. A su lado, un perro le ofrece el pan que lleva en su boca.
Por lo visto, el escultor siempre fue un bohemio, según las palabras de su sobrina Amparo Roca, y vivía con grandes dificultades económicas. Falleció a los 86 años de una insuficiencia respiratoria, el 23 de noviembre de 1978. Roberto Roca posiblemente murió en la pobreza y fuera sepultado en una fosa común del Cementerio de Valencia, según cree su familia. Pero en Tobarra su obra siempre mantendrá vivo su recuerdo.
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FUENTES: "Roberto Roca Cerdá. Escultor del Paso Gordo". José María Hurtado Ríos. Publicado en Revista del 60 Aniversario del Paso Gordo en Tobarra 1946-2006; "La Hermandad de Jesús del Prendimiento en la Semana Santa de Tobarra". Guillermo A. Paterna Alfaro. Publicado en Libro de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Paso del Prendimiento y la Oración en el Huerto 1804-2008; La Escultura Pública en Valencia. Estudio y Catálogo. Tesis doctoral de Elena de las Heras Esteban, Universidad de Valencia, 2003; “La Caída, Primera gran Composición Procesional de Francisco Salzillo”. Antonio Zambudio Moreno. www.lahornacina.com.