JUAN DE VILLANUEVA

Pedro Moleón Gavilanes


 

 
 
Observatorio Astronómico de Madrid

 

El arquitecto madrileño Juan de Villanueva y Montes (1739-1811) fue el principal y mejor representante del neoclasicismo internacional en España, así como el arquitecto favorito del conde de Floridablanca durante su ministerio al frente de la Primera Secretaría de Estado (1777-1792). Sin maestros ni escuelas que condicionaran su formación, gracias a su pensionado en Roma fue muy influido por el contacto directo con la Antigüedad y por las fuentes bibliográficas del palladianismo y el pintoresquismo británicos, patentes en la Casita del Príncipe de El Escorial y en los edificios del Museo del Prado y del Observatorio.

Fue hijo del escultor Juan de Villanueva, uno de los fundadores y directores de estudios de la Junta Preparatoria de la futura Academia de San Fernando, y hermano de Diego de Villanueva, también arquitecto, escritor crítico y autor, en el año 1773, del proyecto de reforma del palacio del conde de Saceda para sede de la Real Academia de Nobles Artes y del Real Gabinete de Historia Natural.

Excelente y reconocido dibujante, tras una brillante etapa de estudios académicos el joven Juan de Villanueva viaja a Roma, donde reside en la vía Condotti entre 1759 y 1764. Tras visitar Nápoles y Herculano en su viaje de vuelta, llega a Madrid en 1765 para marchar al año siguiente a dibujar las antigüedades árabes de Córdoba y Granada y a su regreso, en 1767, recibe el grado de académico de mérito por la arquitectura. Comienza entonces su vida profesional siendo nombrado arquitecto de la orden jerónima en el monasterio de El Escorial (1768) y es en el real sitio de San Lorenzo donde construye sus primeros edificios para el rey y la corte.

Instalado definitivamente en Madrid en 1774, inicia una carrera imparable de nombramientos: director de las obras de los paseos imperiales de Madrid (1775), arquitecto del príncipe e infantes (1777), de los reales sitios del Buen Retiro y San Lorenzo (1781), arquitecto mayor de Madrid y sus fuentes y viajes de agua (1786), arquitecto mayor del rey con ejercicio en los palacios y sitios reales (1789), director de policía y ornato y comisario ordenador de Madrid (1798), intendente honorario de provincia (1802) y arquitecto mayor inspector de las obras reales de José Bonaparte (1809). En el ámbito académico, llegó a ser director honorario de arquitectura (1785) y director general de la Academia de Nobles Artes de San Fernando durante el trienio de 1792-1795.

 

 
 
Museo Nacional del Prado de Madrid

 

La obra principal de Juan de Villanueva se reparte entre los reales sitios y Madrid. En los primeros proyecta y dirige la Casa de Infantes (1771-1776) y la Casa de Ministerios (1785) en la lonja del monasterio de El Escorial. Interviene en la obra herreriana llegando a crear una nueva escalera que obliga a reformar parcialmente la composición de huecos de la fachada norte (1793). Realiza también tres justamente famosas casas de campo: la Casita del Infante Don Gabriel (1771-1773) junto a San Lorenzo, la Casita del Príncipe (1771-1773, que amplía entre 1781 y 1784) en El Escorial, y la Casita del Príncipe en El Pardo (1784-1791).

En Madrid, proyecta y dirige las obras del Pabellón de Invernáculos del Jardín Botánico (1779-1781, que amplía con la Cátedra Cavanilles en 1794), el Oratorio del Caballero de Gracia (1782-1794), su única iglesia construida, aunque dejó otras proyectadas, la Galería de Columnas de la Fachada Norte del Ayuntamiento (1787-1789), el edificio de la actual Academia de la Historia (1789), el Observatorio Astronómico (1790-1808) y, sobre todo, el edificio que posteriormente albergará el Museo Nacional del Prado (1785-1808), la obra que más claramente se asocia a su nombre. Aunque en su estado actual el Museo Nacional del Prado puede ser considerado como una creación colectiva en la que intervinieron más de veinte arquitectos durante sus más de dos siglos de historia constructiva, su creador y arquitecto por antonomasia es Juan de Villanueva.

Si su periodo de formación podemos fijarlo entre 1750 y 1770, lo mejor de su obra se proyecta y construye entre los años 1770 y 1795. Fuera de estas fechas quedan sus más importantes proyectos municipales: el Cementerio General del Norte (1804-1808, derribado) y un Lazareto en las afueras de Madrid (1805, no construido).

Juan de Villanueva dejó redactado un libro práctico que tuvo una edición póstuma: Arte de Albañilería (Madrid, 1827) y defendió con ahínco en sus escritos la juiciosa libertad de la arquitectura. En el año 1798 su amigo Gaspar Melchor de Jovellanos calificaba de filosófico su carácter, y su otro amigo Francisco de Goya lo pintaba junto a un compás áureo en un retrato que se conserva en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

 

 
 
Casa del Infante Don Gabriel en San Lorenzo de El Escorial (Madrid)

 

Fotografías de Gorka Lejarcegi, Tamorlan y Julio Barahona

 

Nota de La Hornacina: nuestro agradecimiento al Museo Nacional del Prado de Madrid.

 

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