Imagen a tamaño natural de Jesús despojado de sus vestiduras para la colección privada de Kike Pérez en Linares. Una talla completa, totalmente anatomizada, que muestra a Cristo durante los instantes en que sufre el despojo de su túnica en el monte Calvario, prenda que será luego echada en suerte por sus verdugos en señal de burla, desprecio y codicia.

Este tipo de privaciones padecidas por el Salvador han sido interpretadas por expertos como Moreno de Buenafuente como la forma con la que el Dios cristiano quiso practicar la obra de misericordia y devolver al ser humano su dignidad de hijo a través de la entrega de su propio Hijo amado; lo que se manifiesta, en este caso, a través del gesto de aceptación que hace Jesús extendiendo sus brazos con las palmas de las manos hacia arriba.

La escultura refleja el concepto plástico refinado y elegante, a la vez que dramático y descarnado, al que nos tiene acostumbrados Antonio Bernal. También, como es habitual en el artista cordobés, presenta una conmovedora expresividad, fruto del estudio que conlleva el planteamiento de una escena, en esencia sobrecogedora, con el fin de hacerla cercana a los fieles.