El culto popular a los Siete Dolores de la Virgen recuerda el sufrimiento de María a lo largo de su existencia. Aparece ya en el siglo VIII como "la compasión de la Virgen" en relación a su participación en los sufrimientos de Cristo. En un primer momento fueron cinco para ampliarse luego a los siete actuales. Pronto se acompañaron de himnos como el Stabat Mater.

En Occidente la fiesta de los Siete Dolores comenzó a celebrarse durante la Edad Media. Su difusión se debe a la orden de Servitas el tercer domingo de septiembre, para posteriormente celebrarse el viernes anterior al Domingo de Ramos. Benedicto XIII extendió su celebración y Pío VII la fijó el 15 de septiembre. En España en general, y en Granada en particular, caló profundamente esta devoción. La devoción granadina se concentró en la imagen de Nuestra Señora de las Angustias, que llegó a convertirse en patrona de la ciudad, y cuya iconografía y advocación está muy relacionada con la de los Dolores de Nuestra Señora.

VII Dolores. Dolorosas granadinas es una exposición de esculturas en torno a la iconografía de la Mater Dolorosa que el escultor e imaginero Ángel Asenjo ha realizado basándose en la Escuela granadina de escultura sacra. Las tallas se nos presentan vestidas acorde a su estilo por el diseñador Álvaro Abril Vela, al que además pertenecen la mayoría de los ropajes que lucen.

Son 7 Vírgenes, tantas como cada uno de los Dolores. Incluso la hora de la inauguración de la muestra fue ayer a las 7 de la tarde. Todas las imágenes son de tamaño natural, en madera de cedro policromada con ojos de cristal artesanales, labradas expresamente para esta exposición.

Tercer Dolor