Se trata de una escultura hiperrealista de silicona a tamaño real de Cristo muerto en la cruz (mide 180 x 165 cm y pesa 200 kg, aproximadamente) inspirada en la Síndone. Ha sido encargada por Maria Laura Previdi, coleccionista de arte sacro de Parma, a los hermanos Gabriele y Vittorio Magrì (Magri Art). La obra es el resultado de nueve meses de trabajo muy exigente en los que los dos artistas se han superado a sí mismos en su atención casi obsesiva por el detalle y en infundir singulares emociones en la materia plástica. Fue presentada en la Iglesia de Santa Ana del municipio italiano de Mesagne (Brindisi) para luego ser expuesta en el Museo de Arte Sacro "Cavaliere - Argentiero", contiguo al citado templo, donde se pudo contemplar acompañada de vídeos y paneles explicativos sobre el resultado y el proceso de ejecución.

Es una obra centrada en los aspectos tanatológicos más crudos de la iconografía, con la sangre parda ya casi coagulada, la palidez propia de la muerte, la frialdad de los miembros, unas heridas que ya están casi curadas y otros síntomas cadavéricos. En lugar del Cristo doliente o triunfante, ya proyectado hacia la resurrección, con este crucificado titulado Căreo Dolore, se ha querido representar, en palabras de la comitente, la "desertificación del ser ultraterreno" que abruma y vela incluso su divinidad. Su intención, perfectamente reflejada por los artistas, era adoptar el punto de vista de una humanidad frágil y perdida frente a la emergencia de la Nada que parece haber arrastrado consigo incluso la deidad encarnada en el hombre clavado al tosco madero. El hombre ya está ausente y ha abandonado su cuerpo. La perspectiva de la resurrección todavía no es perceptible y el Dios triunfante de la Pascua todavía no parece revelarse en el horizonte. Y precisamente, en ese vacío de presencia tanto humana como divina, la humanidad se cuestiona y se siente perdida y casi traicionada. El Dios hecho hombre ya no siente dolor, ya no siente nada. Es de momento un cuerpo inerte y muerto.

Nacidos en 1978, los gemelos Gabriele y Vittorio Magrì han creado numerosos efectos especiales de fantasía y terror para televisión, teatro, spots publicitarios y, sobre todo, cine a través de más de 25 películas, desde "El Fantasma de la Ópera" de Dario Argento, pasando por producciones de Hollywood como "Zoolander 2" y la nueva versión de "Ben-Hur", hasta la adaptación de "Pinocho" filmada por Roberto Benigni. Fueron también los fundadores en el año 2015 del Museo Fantasy en la ciudad italiana de Lecce, que ha reunido a más de 50.000 visitantes y recibido varios premios. Apasionados de la ciencia, la ufología, los poderes de la mente, los milagros, la espiritualidad y los temas sociales desde que eran niños, actualmente, además de la escultura hiperrealista, se dedican actualmente también a su otra gran pasión: escribir.