La Semana Santa de León, declarada en 2002 de Interés Turístico Internacional, con mención especial para la Ronda y la Procesión de los Pasos, es el fruto de la evolución de más de 400 años de historia. Sus tres cofradías centenarias han mantenido a lo largo de los siglos un patrimonio cultural, artístico y de tradiciones de indudable valor. Un patrimonio que las otras cofradías, nacidas a partir de 1945, han contribuido a incrementar con indudable éxito.

Una de dichas cofradías centenarias es la del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, que el pasado 19 de febrero presentó en el Museo Diocesano y de Semana Santa de León el nuevo paso de la Crucifixión, formado por cuatro efigies de talla completa que representan a Cristo crucificado, la Virgen dolorosa, San Juan Evangelista y Santa María Magdalena en el Gólgota. El paso se presentó sobre su trono, tallado en 1996 por Melchor Gutiérrez San Martín.

Con este magnífico conjunto escultórico, que recoge el momento en que Jesús encomienda su espíritu al Padre ante el dolor de su Madre y sus discípulos, el escultor e imaginero sevillano José Antonio Navarro Arteaga realiza una de sus mejores creaciones hasta la fecha. De Arteaga es también el paso "Exaltación de la Cruz" (2000) que procesiona dicha corporación leonesa, un grupo de cinco figuras realizado en los principios de madurez artística de su autor.