Conjunto escultórico mariano de pequeño formato -realizado en madera de cedro, con ojos de cristal artesanales, dorado, estofado y policromado al óleo- para una colección particular de Málaga. La Inmaculada Concepción aparece erguida sobre el orbe en vez de sobre la luna, como es habitual en esta iconografía. La luna asoma bajo el manto, dando la sensación que orbita alrededor de la Tierra, la cual queda en primer plano. En el orbe se halla pintado el pecado original, comiendo Adán y Eva del fruto prohibido. A sus lados, el paraíso y el desierto. En el paraíso, al fondo del paisaje, está representada la Catedral y la Alcazaba de Málaga, haciendo un guiño a la ciudad andaluza a la va destinada esta pieza.

Una de las cosas a destacar de esta obra es el manto, estofado a ambos lados con motivos alusivos al día y a la noche. El forro que cubre a María es el día, con motivos solares haciendo alusión a las palabras del evangelista Juan en el Apocalipsis: "Una mujer vestida de sol". En la parte externa, la noche, podemos ver estrellas de diferentes tipos. El manto parece caer lentamente, ya que "cuando cae la noche, aparece la luna". En este caso, la luna se esconde en el forro -símbolo del día- para aparecer y ser vista de noche.

Cinco ángelitos están alrededor del mundo envueltos en nubes, expresando diversos sentimientos del ser humano: amor, miedo... Los estofados han sido realizados al temple. En la túnica hay también representaciones de angelitos, bastantes, además de otros muchos detalles: letanías de la Inmaculada Concepción, grutescos, monogramas... Este conjunto se presenta sobre una peana tallada y dorada en oro fino, y estará expuesta en la cafetería "Puerta Oscura" de Málaga (Molina Lario, 5) hasta el próximo 19 de febrero.