Hasta el próximo 2 de marzo podrá ser visitada en el desacralizado templo murciano de San Antonio, la exposición Hernández Navarro, 30 Años de Pasión con la Gubia, que ofrece un emocionante recorrido por la producción del maestro de Los Ramos para las cofradías de Murcia durante los 30 años que ha trabajado para ellas. Podemos advertir su evolución creativa desde su primera obra (Coronación de Espinas en 1982 para la Cofradía del Perdón), así como las inquietudes que ha llevado a la práctica con cada encargo recibido. Este genial artista ofrece siempre lo mejor de su talento, oteando el sugerente horizonte iconográfico para crear nuevos modelos que consiguen la unicidad de la obra elaborada. José Antonio Hernández Navarro ha trabajado para siete de las quince cofradías de la capital murciana, participando cinco de aquéllas, con sus aportaciones, en la organización de esta pequeña pero intensa retrospectiva que ofrece al visitante buena parte de sus escenas pasionales, convirtiéndose el espacio expositivo en una auténtica procesión estática. La muestra se enriquece con la presencia del Cristo del Gran Amor, primer crucificado que tallara en 1986 y que recibe culto en la Ermita de la Huerta, y de las pequeñas estatuas en bronce de los Cuatro Evangelistas que modelara en el año 2012 para las esquinas del trono del paso de La Aparición de Jesús a Santo Tomás con motivo de su centenario. La Archicofradía de la Sangre, la Archicofradía del Resucitado, la Cofradía de la Caridad, la Cofradía de la Misericordia y la Cofradía del Perdón son las corporaciones que han aportado sus imágenes a esta exposición, enriquecida también con varias conferencias sobre la obra y la figura de Hernández Navarro.