El Señor de la Agonía, también conocido como el Cristo de Bergara, es obra del escultor cordobés Juan de Mesa, máximo exponente del barroco español, y constituye uno de los tesoros más valiosos del patrimonio artístico de la Diócesis de San Sebastián. Su restauración, que ha durado más de un año, se ha llevado a cabo en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) de la Junta de Andalucía (ver enlace), donde un equipo de profesionales, encabezado por Maite Real, ha realizado una intensa y meticulosa labor para eliminar la suciedad y la capa de color oscuro que ocultaba notablemente la policromía, que al igual que la cruz es la original de Juan de Mesa. El incendio del año 1895, a raíz del cual ardieron las cortinas del dosel del retablo donde se venera el crucificado, y la aplicación indebida de varios barnices, han provocado que los estratos polícromos tengan que ser consolidados, y que se haya fijado la capa pictórica en las zonas afectadas por las ampollas de las quemaduras. También se han restañado pequeñas fisuras, conservando el inevitable craquelado causado por el tiempo, así como la corona de espinas en su estado actual, ya que varios fragmentos no podían ser reproducidos fielmente al desconocerse su trazado original. Antes de su regreso a Bergara, el Señor de la Agonía hará una primera parada en el convento madrileño del Cerro de los Ángeles y permanecerá luego unos días en San Sebastián, donde podrá ser admirado en el altar mayor de la Catedral del Buen Pastor en horarios de mañana y tarde. Allí estará del 14 al 18 de febrero, para luego volver a su capilla de la parroquia de San Pedro de Ariznoa, que durante estos meses ha sido intervenida para restaurar el retablo, los cuadros que la adornan y la verja, renovándose también el suelo y el sistema de iluminación.