En la pequeña Ermita del Santísimo Cristo de la Misericordia, situada en la localidad de Almendral (Badajoz), se conserva un bello retablo atribuible al escultor sevillano Blas de Escobar, en cuyo ático podemos contemplar un altorrelieve con la figura del Padre Eterno, rodeado de ocho cabezas aladas de ángeles.

Dicho relieve, en mal estado de conservación, muestra rasgos inequívocamente "roldanescos", especialmente en la figura de Dios Padre que sostiene la bola del mundo en la mano izquierda mientras bendice con la diestra, como las formas apelmazadas y sinuosas del cabello y de la barba, además de la afilada nariz o el color claro de sus ojos, detalle que ya utilizara en varias ocasiones el escultor hispalense Pedro Roldán (1624-1699).

Esta atribución del relieve también la comparte el profesor de la Universidad de Sevilla, don José Roda Peña. No será la primera vez que un retablo de Blas de Escobar contiene tallas de Pedro Roldán -ambos artistas eran sevillanos y coetáneos-; este es el caso del retablo mayor del Convento de Santa Ana, de Montilla (Córdoba).

No existe documentación sobre el retablo de Almendral ni sobre el relieve que lo corona, pero sabemos, con total seguridad, que ambos son posteriores al 20 de agosto del año 1659, fecha en que llega al municipio el Cristo de la Misericordia, procedente de la localidad pacense de Villagarcía de la Torre.

Dicho Crucificado es uno de los llamados "Cristos de Maíz" llegados de Latinoamérica, siendo uno de los varios ejemplares que se conservan en la provincia de Badajoz. Podemos citar también los que reciben culto en las localidades de Los Santos de Maimona, Santa Marta, Valverde de Leganés, etcétera.

Respecto a Blas de Escobar, sabemos que se traslada a Extremadura, avecindándose en Zafra, desde donde atiende numerosos encargos. Uno de ellos, quizá el primero, es el retablo mayor de la Colegiata de Nuestra Señora de la Candelaria de Zafra, labrado entre los años 1656 y 1667 junto al escultor José de Arce.

Precisamente, Arce, artista flamenco, influyó decisivamente en el estilo de Roldán, y ambos, junto con Francisco Antonio Ruiz Gijón, son las principales figuras del llamado "Barroco Dinámico", estilo convulso y teatral, muy del gusto popular, que se desarrolló en la escuela sevillana durante la segunda mitad del siglo XVII.

Posteriormente, Blas de Escobar talló, entre 1668 y 1669, un retablo y sus esculturas -incluyendo un relieve de Dios Padre que podemos observar en la fotografía que remata el artículo- para el altar mayor de la Catedral de Badajoz. Dicha obra se encuentra hoy en la capilla del Sagrario del mencionado templo metropolitano.