LA VIRGEN DE LA MISERICORDIA DE SAVONA EN EL
BELÉN DE LA IGLESIA DE SANTO DOMINGO DE CÁDIZ

Miguel Ángel Castellano Pavón


 

 

Son muchas, desgraciadamente, las advocaciones que, con el transcurrir de los tiempos, se han perdido de las iglesias y conventos gaditanos. Algunas, por los avatares del destino, bien por confrontaciones, desamortizaciones, etcétera, y otras por motivos que no llegamos a entender, ni tan siquiera por el paso de los años. Este es el caso de la titular de una cofradía establecida en Cádiz, primero en el Convento de Nuestra Señora del Carmen, y posteriormente en el Convento de Santo Domingo: la cofradía genovesa de La Misericordia de Savona.

Para comprender bien todo el proceso de la mencionada corporación, es preciso acceder a los datos históricos que nos han dejado varios historiadores y estudiosos. El historiador Hipólito Sancho de Sopranis, en su obra “Las naciones extranjeras en el Cádiz durante el Siglo XVII”, editada en Madrid (1960), sin duda el escrito más completo del investigador portuense, nos dice: “El cuadro de las naciones extranjeras en Cádiz al tiempo del saqueo por las tropas de Conde de Essex en 1596, es fácil de formar. Cuatro compañías de milicias estaban integradas por los extranjeros no asimilados vecinos de Cádiz. Una de vizcaínos; otra de genoveses, a los cuales se agregaban todos los nativos de Italia o que hablaban su lengua, otra de portugueses, y, por fin otra de flamencos [...] En las Memorias de Lantery, en ésto bien informado, se encuentra a cada paso menciones de genoveses, franceses, venecianos [...] La nación genovesa hace acto de presencia en Cádiz desde los primeros días de su repoblación por Alfonso X, llegando a su plenitud en el último cuarto del quinientos. Los nombres de los Negro, de los Franchi, de los Ascanio, de los Marruffo, y de los Centurion, son precedente de una invasión que viene en el siglo siguiente [...] El grupo Ligur era importante [...] A imitación de los pilotos cántabros que contaron desde el fines del cuatrocientos con una cofradía de tipo gremial, con entierro y capilla en el templo catedralicio [...] Las actividades que los genoveses desempeñaban en Cádiz eran la banca y la carga a Indias”.

La Capilla de los Genoveses pasa a lo largo de la historia por diferentes sedes: desde la primitiva en la antigua Seo, con su magnífico retablo marmóreo, pasando por la desaparecida de Nuestra Señora del Oreto, en el compás del monasterio franciscano. Todo lo descrito anteriormente, lo podemos conectar para una mayor compresión, y gracias a la colaboración del cofrade y notable investigador José Luis Ruiz Nieto-Guerrero, con la obra del dominico Fray Vicente Díaz, “Las cofradías gaditanas del Carmen y la Misericordia. Entre Dominicos y Carmelitas” (separata de Archivo Dominicano, Salamanca, 2003).

 

 

La devoción a la Virgen de la Misericordia era de origen italiano, y llegó a Cádiz de la mano de los genoveses. Así, en los primeros días del año 1739, un grupo de genoveses afincados en la ciudad, se reunen con la idea de fundar una cofradía que llevase el nombre de Mater Misericordiae. Tenían, además, la intención de ocupar una de las capillas de la iglesia provisional que acababan de abrir los carmelitas. El obispo Fray Tomás del Valle concede autorización episcopal el 26 de Febrero 1739, al mismo tiempo que aprueba los estatutos por los que se regiría la cofradía. Al cambiar de sede la Cofradía del Carmen, y después de una serie de vicisitudes en el intercambio entre las cofradías mencionadas, el fraile dominico nos comenta: “Las gestiones iniciales fueron tan lentas, que el 6 de julio de 1764 los hermanos nombrados anteriormente para supervisar la colocación del altar, piden que se reconozcan mediante escritura pública los poderes que se le habían conferido, ampliando el poder a Angelo María Ratti, vecino de Génova, para que fuese el que ajustase el contrato con el Maestro Alexandro Aprile. Finalmente el retablo se ultima y se coloca a finales de 1770, dándose por concluído el 20 de Mayo de 1771, fecha en la que se coloca en su hornacina la imagen titular, representando la aparición de la Virgen de la Misericordia a Antonio Botta [...] Más tarde, con la decadencia económica de Cádiz y la consiguiente desaparición de la colonia italiana, la cofradía decayó también rápidamente. Aun así, consiguió mantenerse durante añosvinculada prácticamente a una sola familia. La última noticia que tenemos de ella data del 1 de Enero de 1956, cuando era Hermano Mayor Manuel de Cos Guelfo y contaba sólo con un hermano más. A partir de esa fecha queda únicamente el recuerdo".

Recientemente, José Luis Ruiz-Nieto Guerrero ha localizado en el Archivo Diocesano la documentación que contiene el decreto de creación de la Hermandad por el obispo Tomás del Valle el 26-2-1739 (legajo 1868-I), así como las constituciones impresas con licencia del Rosario, fechadas el 11 de Marzo de 1747, con grabado de la imagen de Nuestra Señora, del Venerable Antonio Botta y el perrito. Todo lo anteriormente descrito tuvimos la ocasión de escucharlo en la conferencia de ingreso del autor como ateneísta, hace aproximadamente dos años. Por otra parte, el investigador Ángel Mozo Polo, en el número 17 de la revista “Sentir Cofrade” (Cádiz, 1991), en su artículo “Desapariciones Marianas”, nos aporta la reproducción de una antigua foto, -propiedad de Don Manuel Accame-, tomada a la Virgen de la Misericordia por El Trébol en el año 1908: “No recuerdo cuándo la bella imagen emprendió viaje a lo desconocido, pero yo sí la conocí en su camarín [...] el paradero actual de la imagen la desconozco, y quién sabe si recibe culto en algún pueblo o incluso es la patrona.”

En la revista “Cincuentenario. Cádiz 4 de Mayo de 1947-1997”, vemos como texto de anotación, bajo una foto del Archivo Mas de Barcelona: “El altar de los Genoveses con Ntra. Sra. De la Misericordia de Savona y el Venerable Antonio Botta, en el crucero, lado de la epístola. Desgraciadamente, esta advocación e imagen desaparecen del Convento Dominico por los años cincuenta de este siglo”. Y en la última publicación del historiador José Miguel Sanchez-Peña, “Escultura Genovesa Artífices del setecientos en Cádiz” (Cádiz, 2006), en el apartado “Esculturas de la Escuela Genovesa desaparecidas”, nos comenta: “Virgen de la Misericordia. Iglesia Conventual de Santo Domingo (Orden Predicadores), Cádiz. Observaciones: Paradero desconocido”. Hasta aquí el aporte histórico.

 

 

Las escenificaciones de la Natividad que, año tras año, se han ido instalando en la antigua Capilla de la Orden Tercera del templo dominico por las fiestas navideñas, es la que nos ha hecho seguir la pista a cierta imagen vestida de pastora. Intrigante escultura que todos los años iba cambiando de situación, pero siempre, y muy astutamente, colocada de espaldas; por lo tanto, practicamente irreconocible. Se llegó incluso a especular con que se habia traído a Cádiz capital, para que formase parte del citado simulacro del Nacimiento, la restaurada Virgen del Rosario de la Iglesia de San Jorge de la localidad gaditana Alcalá de los Gazules, obra de candelero que realizó Juan Martínez Montañes en 1590 para el Convento de Santo Domingo de dicho municipio.

En la Navidad del año 2007, tuvimos la ocasión de poder contemplar dicha talla de pastora frontalmente. Pues bien, esa imagen "disfrazada" no era, y no es otra, que laMisericordia de Savona, la titular de la antigua cofradía de la misma advocación y que anteriormente hemos descrito detalladamente. El reconocimiento de la antigua titular de la Cofradía de los Genoveses nos dio lugar a publicar un artículo en el rotativo Diario de Cádiz, sobre el paradero y actuales “funciones” de la histórica imagen. Nuevamente este año podemos observarla en el presbiterio y, cómo no, otra vez disfrazada de pastorcilla, con un mantón y portando unos panecillos.

La Virgen de la Misericordia de Savona es una escultura de candelero adscrita, como tantas en Cádiz, a la escuela genovesa, de la cual sólo se conserva actualmente la cabeza. En su primera exposición, conservaba una rica policromía original; sin embargo, hoy en día se observa repintada. Poseía, y debe poseer, una rica vestimenta compuesta de saya y manto de tisú de plata celeste, bordada en plata con dibujos de espigas y lentejuelas de espejos; vestimenta que fue prestada a Manuel López Herrera para que luciera su Virgen del Amor Hermoso, hoy titular de Gloria de la Cofradía de las Cigarreras. Bien nos lo confirman unas letrillas de Gitanilla del Carmelo, cuando dice: “En un piso de la calle San Rafael hay expuesta en besamanos, una Virgen con ricos bordados”. Dicha vivienda no era otra que la del mencionado López Herrera. De todo ello dan fe Gabriel Solís Carvajal y Diego González López, pues por los años 70 del siglo XX estuvieron expuestas en la Iglesia de La O de Sevilla.

Todo lo expuesto, así como la documentación gráfica que se acompaña, está lejos del ánimo de levantar polémica. Tan sólo opinamos que, Nuestra Señora de la Misericordia de Savona debería de volver al culto, ocupando lo que es su magnífica capilla marmórea en el gaditano templo de los dominicos, y acompañada con las imágenes del Venerable Antonio Botta y del perro, que tambien se conservan. Y no lo pedimos por capricho, ni mucho menos por soberbia, si no por guardar el rigor que la historia se merece, evitando dejar en el olvido algo que nos pertenece, como testimonio de un pasado rico, histórico e irrepetible.

 

Nota de La Hornacina: Miguel Ángel Castellano Pavón es Licenciado
en Filosofía y Letras, y miembro del Voluntariado de Patrimonio.

 

Fotografías de Sentir Cofrade, Pasión y Gloria y Miguel Ángel Castellano Pavón

 

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