Nuestro recordado historiador Enrique Hormigo Sánchez reconocía en sus diferentes artículos dedicados a Nuestra Señora del Rosario, patrona de Cádiz, una antigua tradición que señalaba como cuna de la devoción al Rosario, tanto en la población como en la Catedral gaditana, a la cofradía de los genoveses, fundada en el templo metropolitano de Cádiz en torno al año 1487 bajo el título genérico de Santa María; por tenerse como de sabor profano al de "Rosario" en aquellos tiempos (HORMIGO SÁNCHEZ, Enrique: "La Virgen del Rosario en la Antigua Catedral", publicado en Sentir Cofrade, agosto de 1990).

Hipólito Sancho consideraba difícil establecer la fecha exacta de fundación de la Cofradía de los Morenos en Cádiz por la falta de documentos conocidos; si bien tenemos un dato fiable debido al testimonio de Agustín de Horozco en su Historia de Cádiz, escrita en el año 1591, de donde se deduce que "los Morenos" estaban establecidos en el gaditano Hospital de la Misericordia en dicho año, desplazándose con posteridad a la llamada Ermita del Rosario que dejaron las monjas de San Agustín, al trasladarse a la Candelaria en el año 1593. Debemos mencionar las desavenencias con los hermanos de Nuestra Señora de la Merced, por la primacía que había de tener en actos públicos; amén del saqueo anglo-holandés del año 1596, con las consecuencias por todos conocidas y repetidas hasta la saciedad, entre ellas la profanación de la imagen titular.

La Cofradía de los Morenos vivió años de paz sin reparar en ser la Cofradía del Rosario patrimonio de la Orden de Santo Domingo y el interés que la misma tenía en fundar un hospicio para los misioneros que pasaban por tierras gaditanas camino de las Indias. Finalmente, la Orden se estableció hacia el año 1631 en el barrio gaditano de Santa María como capellanes de la Cofradía de los Morenos en Cádiz, reclamándole la imagen; dando lugar, al no ser ello del gusto de "los Morenos" el traslado a pleitear: primero en el tribunal episcopal, luego ante la audiencia de Sevilla para terminar ante la chancillería de Granada. Todo finalizó en una concordia pactada en el año 1639, presidiendo desde entonces la imagen de la Virgen del Rosario el altar mayor del Convento de Predicadores, erigido en el mismo lugar donde la primitiva imagen fue encontrada después de su profanación por los ingleses. Dicha imagen, no cabe la menor duda, recibió cultos hasta el aciago día de mayo del año 1931, en que fue pasto de las llamas.

Todo lo mencionado anteriormente, así como los prodigios atribuidos a la intercesión de Nuestra Señora del Rosario a raíz del Maremoto del año 1755, propició que la ciudad de Cádiz adaptara diferentes acuerdos, incluyendo el Cabildo del sábado 8 de noviembre de 1755 y la pastoral del Obispo Fray Tomás del Valle. Así pues, la Reina del Santísimo Rosario fue unánimemente declarada celestial Patrona de la Ciudad por el Ayuntamiento en el año 1775, decreto que fue confirmado por Pio IX en el año 1867. La Coronación Canónica se llevó a cabo el 4 de mayo del año 1947 en presencia del Cardenal Arzobispo de Sevilla, Pedro Segura, y del Obispo de Cádiz-Ceuta, Tomás Gutiérrez Díez. Desde mayo del año 1967 ostenta la vara de Alcaldesa Perpetua de la Ciudad, y también posee honores de Capitán General; estos fueron concedidos por la Marina, que la tiene por Patrona de la Armada Española desde la victoria de Lepanto el 7 de octubre del año 1571.

No vamos a tratar ahora la serie de desencuentros que tuvo lugar entre "los Blancos" y "los Morenos", con el consiguiente traslado de estos últimos a la Ermita del Rosario, constituyendo nueva cofradía bajo la advocación de Nuestra Señora de la Salud ("Por quanto en el tiempo que esta dicha cofradía de Ntra. Sra. del Rosario estatua sitta en la yglesia que comúnmente se llama del Rosario y de San Antonio que oy tiene advocación de Ntra. Sra. de la Salud..." Archivo d Protocolos de Cádiz. Of XX, 1661, fol. 181.), pero si queremos manifestar, y este es el objetivo de este pequeño trabajo, la devoción que, anteriormente a todo lo expuesto, y especialmente anterior al establecimiento de la Orden de los Dominicos, tuvo la imagen de la Virgen del Rosario en nuestra ciudad exponiendo los datos encontrados recientemente en el Archivo Catedralicio:

 

1618, Virgen del Rosario (de los Milagros) Cabildo del 18 de Julio, Lib-6, folio 23.
El Sr. D. Agustín de Villavicencio dijo que el Sr. Obispo había enviado a llamar a los Sres. Arcedianos de Cádiz, y canónigos D. Jerónimo de Larosa y Juan Fco. Barragán y a su merced y les dijo que había crecido tanto la devoción de la gloriosa imagen de Ntra. Sra. que está en la puerta de la villa que parecía esa fuerza darle mejor lugar que tenía así por la decencia de la bendita imagen como por la comodidad de los devotos que querían encomendarse a ella y que tratándose de la colocación era de parecer, siendo lo mismo el de los dichos se traiga la imagen a esta iglesia poniéndola en el lugar que el Cabildo le pareciera haciéndole para esto una procesión muy solemne el lunes en la tarde mañana (era domingo el día del cabildo) después de acabadas completas convocando a la Ciudad conventos y cofradías de ella llevándola en procesión por las calles que se suelen adornar el día del Corpus Christi muy solemnemente. Luego habiendo oído los dichos Sres. de este Cabildo les pareció muy bien el celo del Sr. Obispo y para que se ponga en ejecución todo lo que conviniese para ello nombraron por diputados a los Sres. Arcedianos de Cádiz y al Canónigo Jerónimo de Lornosa para que junto con su Señoría hagan todo lo que fuese Orden en la solemnidad dicha procesión y fiesta.

Cab. del 9, lunes, de julio, Lib-6-23v.
Se ordena octavario y fiesta a Ntra. Sra. misa cantada muy solemne, después de completa una salve con la mayor solemnidad que se pueda.

 

Conviene señalar que la Virgen del Rosario de los Milagros es una obra que corresponde a los postulados estéticos renacentistas italianizantes y, como menciona el Padre Pablo Antón Solé, procedería del Arco de la Rosa y su advocación es debida a los muchos favores otorgados por su mediación.

Curiosamente, el 8 de julio de ese mismo año de 1618, se pretende la edificación de un nuevo templo para la Santísima Virgen; hecho que no llegó a cumplirse, con el consiguiente traslado de la imagen a la Catedral, colocándose en uno de los altares del nuevo Sagrario conocido hoy como Torreón.

En los siglos XVI y XVII -escribe el cronista de Cádiz, Santiago Casanova, en su Historia de la Excelsa Patrona de Cádiz-, existía en la parte más alta de la Puerta de la Villa, hoy llamada Arco de la Rosa, una especie de retablo que, sin duda, descansaba sobre un cornisón o ménsula sostenida por matacanes, que aún existen en ella, donde se veneraba una imagen de Nuestra Señora del Rosario, singular objeto de devoción; así del pueblo como de las clases más acomodadas, que con frecuencia la hacían objeto de valiosas ofrendas de alhajas.

Una vez encargado el nuevo retablo de la llamada Capilla de los Genoveses a Andrea Andreoli, cuyos proyectos era común enviarlos desde la ciudad de Cádiz -como tenemos constancia del posible diseño de Juan González Herrera para el altar de los Hermanos Andreoli con destino al retablo de Santo Domingo-, la hornacina principal estaría a priori destinada al icono mariano, que, desde años antes y según testimonio que acreditamos, se encontraba ya en la Catedral gaditana.