RETABLO MAYOR DE LA IGLESIA SANTA MARÍA DE GRACIA.
DIEGO LÓPEZ BUENO Y PABLO LEGOT. ESPERA (CÁDIZ)
Manuel Garrucho Jurado (19/03/2016)
Vista desde el órgano |
En el año 1614 se abría al culto la actual iglesia de Santa María de Gracia en Espera (Cádiz). Una vez terminada la obra de la iglesia era prioritario revestir todo el templo de retablos e imágenes, pues hasta ese momento la iglesia de la localidad había sido la ermita del Castillo, donde, actualmente, aún se venera la imagen del Santo Cristo del Castillo o de la Antigua. En un principio se colocó un retablo en el testero mayor del crucero del nuevo templo, pero al parecer, sin dorar y se deterioraría pronto. Colocaron también una virgen de candelero que rápidamente se deterioró igualmente (1). Pero, sin duda, la obra de más valor artístico existente en la citada iglesia es el retablo mayor obra de Pablo Legot (2). Su ejecución se hizo en varias fases. La primera se inicia el 23 de diciembre de 1628. El 17 de septiembre de ese año Francisco de Vallejo Solís, Visitador del Arzobispado, determina ante Francisco de la Cueva Maldonado, notario de la villa, que debía hacerse lo siguiente: "un retablo dorado y de cuadros de pintura muy bueno para el altar mayor conforme a la disposición y altura del testero de la pared para lo cual el mayordomo de esta iglesia de aviso al s(eñor) prov(isor) para que su merced lo mande cumplir y hacer y ordene de la manera que fuere servido que en el tal retablo se puede gastar dos mil ducados poco más o menos (...) para adorno y servicio de la dicha iglesia" (3). Así lo certificaba también Fernando de Ayllon, monje y escribano público de Espera (4). El 22 de diciembre Luis Venegas de Figueroa, Provisor del Arzobispado, aprobaba el encargo. El 12 de enero del año siguiente Pablo Legot, pintor de imaginería, y Marcos Maestre, bordador, como fiador del mismo, acuerdan con Francisco de la Cueva Maldonado, mayordomo de la iglesia de Espera y se obligan a dar por "acabado en toda perfección un retablo de pintura, dorado y estofado para el Altar mayor de la dicha villa que ha de llevar las historias siguientes: en el cuerpo principal encima del sagrario haya de llevar una imagen de nuestra señora de la vitoria con la historia de la batalla naval (5) y en los dos lados del dicho lienzo principal, al lado derecho la adoración de los reyes y al lado izquierdo el nacimiento de nuestro señor Jesucristo y encima de la cornisa en el otro lienzo principal en medio un Cristo crucificado con san Juan y Nuestra Señora en los lados y a los lados del dicho Cristo en dos cuarteles tengo de pintar a san Pedro y san Pablo y en los bancos de abajo tengo de pintar los cuatro evangelistas y la tarja de en medio ha de llevar una maría de letras doradas y un campo azul y entre pedestal y pedestal tengo de pintar lo que el mayordomo me dijere y ordenare" (6). En las paredes laterales, Legot debía pintar al apóstol Santiago, patrón de España, venciendo y matando moros y en la otra la historia de la persecución de los Inocentes por el rey Herodes, rodeados ambos por dos molduras doradas. Sabemos que esos laterales fueron finalmente pintados por Juan Salvador que doró el retablo. Pablo Legot se comprometía a acabarlo en dos años y se le tasaría según el informe de dos maestros: uno puesto por él y otro por el arzobispado. Estos fueron Martínez Montañés y Luís de Figueroa. En caso de que no fuera del agrado del arzobispado se atenía al derecho del momento para que se le descontara lo pertinente. Incluso que se le diese la obra a otro maestro pintor. Legot lo firma en 12 de enero de 1629. El 16 de enero recibiría el primer pago a cuenta del mismo: 200 fanegas de trigo (7). El 15 de ese mes Diego López Bueno se comprometía con F. de la Cueva, mayordomo de la iglesia espereña, en la realización de una "obra de arquitetura talla y escultura de un retablo para el altar maior de la dicha iglesia de la dicha villa de espera", según el mandamiento de Luis de Venegas Figueroa, gobernador y Provisor del Arzobispado (8). Diego López Bueno copiaba la estructura del retablo de la casa Profesa, obra del jesuita Alonso Matías (9). López Bueno era el maestro mayor de los Reales Alcázares. El retablo debía ser "labrado con mucho primor y arte y según y como esta trazado y dibujado en una traza que está firmada por el señor Provisor y del notario de fábrica" (10). Había de ocupar todo el testero del altar mayor, debía tener un sotobanco que recogiera todo lo sobresaliente de la obra y de madera seca, sana, limpia y bien sazonada. El sagrario debía tener de seis a ocho columnas corintias estriadas con su banquillo o urna y "sus frontispicios jónicos y su puerta en medio con su cerradura y dos llaves doradas que tenga su media naranja por remate y sobre las columnas otros rematillos menores que estén proporcionados con las dichas columnas" (11). López Bueno cedería a Legot la conclusión del retablo, a mediados de 1632, al sentirse enfermo. Declaraba que había concluido el primer cuerpo, apreciado por Martínez Montañés y Luis Figueroa en 935 ducados de los que aún le debían 720, además del Sagrario que había costado 7.400 reales que ya había cobrado totalmente. Tras realizar el traspaso Legot pagó a los herederos de López Bueno las cantidades que aún no había cobrado y trasladó en 1633 a la iglesia de Espera las piezas arquitectónicas donde estuvieron apiladas y no volviendo al mismo hasta 17 años después, cuando ya tenía 60 años. |
Puerta del tabernáculo. Diego López Bueno |
En 1637, el mayordomo de fábrica de la catedral de Sevilla, se quejaba de que a Pablo Legot se le encargó el retablo de la iglesia de Espera y por ello tenía recibidos 42.000 reales y no había hecho hasta ese momento obra que mereciese dicha cantidad (12). Lo mismo había ocurrido con otros retablos de Valverde del Camino y Niebla, en la provincia de Huelva, o de la ciudad de Carmona en Sevilla. En diciembre de ese año sería P. Angulo de Saravia, Provisor de Sevilla, quien se interesaba por el mismo retablo (13) en una carta enviada a Alonso de Bohórquez, mayordomo de fábrica de la villa de Espera. Y a continuación, de nuevo Alonso de Soto Hidalgo volvía a solicitar al mayordomo de fábrica de la iglesia de Espera para que reclamara a Pablo Legot la continuación del retablo contratado (14). Ese año mandó una petición al mayordomo mostrándole interés por concluirlo antes de morirse: "Pablo Legot, maestro pintor, por cuya cuenta la escultura y pintura del retablo que estoy haciendo para la capilla mayor de la iglesia de la villa de Espera digo que a más de veinte años que con licencia y mandado de este tribunal empecé y tengo labrado la mayor parte de las maderas que a más de doce años están en la dicha iglesia con alguna quiebra y menoscabo y por habérsele recrecido a dicha iglesia algunas obras forzosas no se ha proseguido y por ser cosa tan retardada y desear cumplir con mi obligación y acabarlo antes que Dios me lleve, he ido a la dicha iglesia a ponerlo en ejecución en que estoy obrando de presente (...)" (15) Pablo Legot había recibido como adelanto varias cantidades del mayordomo de la iglesia de Espera. El 16 de enero del año 1629 habían sido 200 fanegas de trigo al precio de 12 reales la fanega, es decir, 2.400 reales. Posteriormente se le pagaron 1508, 3.300 y, en dos ocasiones, 2.000 reales. Legot se desplazó a Espera en agosto del año 1650. Se comprometía a terminar el retablo por una cantidad de 2.000 ducados, aun pensando que perdía dinero ya que estimaba que la tasación del mismo ya terminado ascendería a unos 11.000 ducados (16). Se basaba Legot en el retablo de Lebrija para valorar el que estaba terminando en Espera. El 24 de octubre del año 1650, Juan de Morales y Salazar, beneficiado y cura de la iglesia espereña, nos informa de la situación en que está tanto el retablo como la propia iglesia. A través de un documento dirigido al Provisor explicaba cómo en el templo se estaba siguiendo el retablo que hacía más 20 años que se había comenzado y "por ser obra muy grande y de mucho valor necesita dicha fábrica tomar 2.000 ducados a tributo con los cuales dice el maestro le dará acabado de maderas pintura y dorado dentro de un año" (17). Proseguía que tanto el clero como el pueblo lo estaba deseando porque llevaba mucho tiempo en otras obras ya quería ver el templo desocupado de maderas y quitados los andamios de la capilla mayor. El cinco de noviembre de 1650, de nuevo, el mayordomo de la parroquia informa al Provisor de la situación del retablo. Tras el traspaso que le hizo López Bueno, Legot, que había llegado a Espera el 24 de agosto "con su casa y oficiales" para proseguir el retablo y le había entregado ya 8.421 reales de los que yo tenía carta de pago ante el escribano. Incluso les había entregado maderas y otros materiales a los oficiales para la continuación de la obra. La cantidad total entregada desde el principio ascendía a 54.319 reales. Faltaba poco para la terminación de la parte escultórica. Tenía también acabado el lienzo del Nacimiento y acabaría la Adoración de los Reyes en ocho días. Los dos lienzos tenían cinco varas de alto y dos de ancho cada uno y "la pintura es de lo bueno que se ha pintado" (18). El mayordomo, por lo tanto, se mostraba contento con la obra realizada hasta el momento. Se había realizado también el tabernáculo y la imagen de Nuestra Señora. En 1693 el corregidor de la villa concertó con Simón López Navarro realizó una corona de plata cuyo tamaño viniera bien con el cuerpo de la Virgen y que se estimó en 84 pesos de plata. Por cuenta se entregaron al platero dos candelabros, pileta y otras piezas de plata que hicieron una cantidad de 24 pesos como anticipo (19). Falta el lienzo principal, que sería el más grande, el de la Ascensión. Faltaba igualmente otro más pequeño, el de la Anunciación, ("la anunsiata") y otros pequeños para los remates. El mayordomo había enviado a Sevilla también un plano del retablo para que lo viese el Provisor. Creemos que la obra estaba terminada en su tiempo porque en el informe de la visita de 1653 se da cuenta de la tasación del retablo por Sebastián de Llanos Valdés y Alfonso Mínguez que cobraron 6 reales diarios durante la semana que estuvieron en Espera haciendo la peritación del retablo. Registrando también el finiquito de Legot que perdonaba 500 reales (20). |
Trazo del primitivo retablo AHDJF. Espera. Libro de Visitas. 1650 |
Finalmente el retablo se estrenaría en 1681 ya que dos años antes Juan Salvador comenzaba el dorado del mismo que, según los acuerdos con Legot debía haber realizado Nicolás Andrades. J. Salvador, además del dorado del retablo se comprometía a hacer "mejoras" en el retablo como las dos Virtudes, Fe y Esperanza, de dos varas y media cada una, y pintadas con labores de oro y encarnadas, en la parte superior del retablo. Un lienzo de la Caridad, cinco lienzos historiados de cuatro varas y media de largo y dos de ancho cada uno. En las paredes laterales se pintaron cuatro evangelistas y cuatro doctores. Salvador había ajustado con el mayordomo un pago de 200 ducados, pero "reconocía que valía más de 300 por tener mucha manufactura y muchos costos y los mantenimientos muy caros para el mantenimiento de siete oficiales" (21). Finalmente Salvador solicitaba que se le pagaran los 700 ducados en que se había valorado toda la obra (22). El 23 de mayo de 1679 los curas de la iglesia de Espera aceptaban la petición de J. Salvador. En este último documento se añadía a lo explicitado en el anterior, la realización de un lienzo grande la Concepción y otro del Santo Rey "todo lo cual se ha hecho con todo primor y aseo". No están muy de acuerdo en cuanto a las dimensiones de los lienzos ya que estimaban que eran más pequeños que lo que se había acordado. Por eso los curas de la parroquia espereña, Francisco Tinoco, Juan López Álvarez y José Romero Aragón, concertaban entregarle mil reales o cien ducados, a expensas de lo que dijese el Provisor del Arzobispado (23). Todavía recibiría el retablo otra actuación por parte de Francisco López, dorador de la ciudad de Sevilla en el año 1769. López manifestaba haber pasado por la villa a reconocer el retablo que había sufrido mucho deterioro tras el terremoto de Lisboa por las distintas obras de albañilería que se habían realizado en el templo. López comete un error en el nombre de la virgen, a la que llama de la Piedad. López comprueba que a pesar de algunos rajones que presenta el retablo, el aparejo de madera del mismo se mantiene entero y puede ser restaurado. Habría que dorar las sacras y tablas del Evangelio y pintar los tres lienzos de las virtudes que habían de colocar en el último cuerpo del retablo, así como limpiar los demás lienzos y retocarlos, estimando el costo total de la obra en seis mil reales (24). En 1653 se termina el retablo ascendiendo su costo a 92.1999 reales. Es de traza barroca, de gran semejanza con el de la iglesia de la Antigua Universidad de Sevilla que compuso Juan de Roelas. Está dorado en su totalidad y policromado en la zona de capiteles y decoración de hojarasca. Los seis grandes lienzos que alberga se agrupan en dos cuerpos que forman tres calles. Mide 11,57 m. de altura por 12, 62 de anchura.El cuerpo inferior está formado por los siguientes cuadros: Cuadro central: La Ascensión (5,30 x 3 m). Cuadros laterales: La Adoración de los Pastores (4,25 x 2,22 m) y La Adoración de los Reyes (4,25 x 2,22 m). El cuerpo superior alberga los siguientes cuadros: En el centro La Anunciación (2,75 x 1,70 m). En los laterales: La Visitación (2,50 x 1,70 m) y la Presentación (2,50 x 1,70 m). En la parte inferior del lienzo central (La Ascensión) va empotrada una hornacina donde se encuentra la imagen de Nuestra Señora de Gracia, única escultura de Pablo Legot. El retablo descansa en un zócalo de unos dos metros de altura. En su parte central se halla el sagrario, sobresaliente en altura, flanqueado por dos pequeñas tablas que representan a David y La Tierra Prometida. Diego López Bueno realizó el ensamblaje y la talla de este sagrario así como las dos imágenes de San Pedro y San Pablo que se encuentran en las hornacinas laterales entre columnas entorchadas. Los cuadros de Legot tienen paralelismo con los de otros grandes maestros de su tiempo como Francisco de Zurbarán o Juan de Roelas. La Adoración de los Pastores tiene las características de otros cuadros que representan el mismo tema: un gran rompiente de gloria superior, con un bello ángel anunciador en escorzo, rodeado de guirnaldas de flores al estilo de Roelas, y, en la parte inferior, la escena alrededor del pesebre, cuyo centro es el Niño, iluminado por una brillante luz. En el ángulo inferior izquierdo, el cordero con las patas atadas, prefigura el sacrificio de Cristo en la cruz. En el lienzo de La Adoración de los Reyes también hay relación con otro cuadro de Zurbarán: la composición diagonal del viejo rey Mago arrodillado y la Sagrada Familia dispuesta en gradas. En segundo plano se sitúan personajes ataviados a la usanza del s. XVII, en claro anacronismo con la escena que representa el lienzo. Preside el retablo Nuestra Señora de Gracia, única escultura, como dijimos antes, del autor. Mide 2,10 m de altura, es policromada y está influida por la imagen de Nuestra Señora de la Oliva de Lebrija, obra de Alonso Cano. Esta obra tiene bajo su peana el siguiente grabado: "Pablo Legot fa-siendo mayordomo Juan de Morales Salazar y cura. A- 1651." Sin embargo nos crea la duda un documento notarial que atribuye la realización de la imagen a Alonso Martínez y el dorado y la policromía a Pablo Legot (25). No es de descartar que Legot, que se desplazó a Espera con todo su taller, encargara a uno de sus empleados la ejecución de la obra. El 26 de abril de 1664 hay un poder de Pablo Legot a Nicolás de Andrada, maestro dorador vecino de la ciudad de Sevilla para dorar el retablo que está comenzado. |
Retablo Mayor. Diego López Bueno y Pablo Legot |
NOTAS Y BIBLIOGRAFÍA (1) CANDIL RÍOS, Juan. Nuestra Señora Santa María de Gracia, Espera. 1973. p. 20. (2) Quizás el primero que reconoce a Pablo Legot como autor del Retablo sea Enrique Romero de Torres. En el año 1908 estuvo en Espera realizando un trabajo para la compilación del Catálogo Monumental de la provincia de Cádiz que finalmente se publicaría en 1934. Él informó a L. Mayer sobre el Retablo y su autoría. La Lectura. Revista de Ciencias y Artes. Madrid. 1910. P. 337. (3) HERNÁNDEZ DÍAZ, José. Documentos para la Historia del Arte en Andalucía, vol. I, pp. 57 y ss. (4) Ibídem. (5) HERNÁNDEZ DÍAZ, José. Op. cit. p. 58. El autor cree que se refiere a la batalla de Lepanto, p.59 (6) Ibídem. p. 59. (7) VALDIVIESO, Enrique y SERRERA, Juan Miguel. Pintura Sevillana del Primer Tercio del siglo XVII, Madrid, 1985, p. 280. (8) HERNANDEZ DÍAZ, José. Op. cit. p. 60 (9) PALOMERO PÁRAMO, Jesús Miguel. El retablo sevillano del Renacimiento, Sevilla. 1983. (10) HERNANDEZ DÍAZ, José. Op. ct. p. 61. (11) Ibídem, p. 61. (12) AHDJF. Espera. Libro de Visitas. 1637. (13) Ibídem (14) Ibídem. (15) Ibídem. p. 64. (16) PALOMERO PARAMO, Jesús Miguel. Op.cit. p. 494. (17) HERNÁNDEZ DÍAZ, José. Op. cit. p. 68. (18) Ibídem. p. 69. (19) CANDIL RÍOS, Juan. Op. cit. pp. 27-28. (20) PALOMERO PÁRAMO, Jesús Miguel. Op. cit. p. 494. (21) HERNÁNDEZ DÍAZ, J. Op. cit. p. 72. (22) Ibidem. p. 72. FALCÓN MÁRQUEZ, Teodoro. Op. cit. p. 204. (23) Ibídem. p. 72. (24) Ibidem. p. 73-74. Juan Candil Ríos hizo un estudio del retablo en su libro "Nuestra Señora Santa María de Gracia. Espera (Cádiz)", publicado por la Parroquia en 1973. (25) Debo la noticia a Fernando de la Villa Nogales que investigó el Protocolo Notarial en el A.H.P.C. |
Ascensión. Cuadro central del Retablo Virgen de Gracia. Iglesia de Santa María de Gracia |
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