UNA INMACULADA CONCEPCIÓN DE PEDRO DE MENA EN EL PUERTO DE SANTA MARÍA

Juan Dobado (23/09/2022)


 

 

En una bella hornacina tallada y dorada con estípites, del primer tercio del siglo XVIII, junto con dos pequeñas tallas de santos que han sido ubicadas en su interior, aparece la talla de la Inmaculada Concepción que nos ocupa. A simple vista, sus características nos llevan a la obra del genial Pedro de Mena y Medrano.

Pero tal vez, la importancia de esta imagen se encuentra en que está firmada, al igual que muchas de sus obras de esta temática mariana que trató en múltiples ocasiones. En la firma, en placa de marfil, puede leerse: "Ps, DE MENA MEDRANO Ft MALACAE ANNO 1681". La inscripción aparece en la parte delantera de la peana de carey sobre la que se yergue la imagen (1). Es una de las obras más tardías firmadas por el escultor.

La escultura se conserva actualmente en la Iglesia Mayor Prioral de El Puerto de Santa María (Cádiz), a cuyo párroco, Don Antonio Sebastián Sabido Salguero, agradecemos la amabilidad para que podamos dar a luz esta bellísima Inmaculada Concepción que, hace tan solo unos meses, ha sido donada por una familia particular de la misma localidad gaditana (2)

Sobre la peana, la imagen se sostiene sobre un orbe del mundo con la serpiente del pecado original que lleva la manzana en su boca, elemento muy usual en la primera época de Pedro de Mena, en sus versiones más tempranas de la Inmaculada Concepción, como la llamada del Santo Ángel de Granada, ahora en el oratorio del Palacio Arzobispal de la capital granadina. Sobre el orbe, los pies de la del Puerto de Santa María aparecen sobre la media luna invertida, con tres cabezas de querubines aladas, una en el centro y las otras dos, a los lados. La imagen mide con peana 70 cm de altura, sin la peana 60 cm, y 8,5 cm de ancho.

 

 

El canon de la figura de la Inmaculada Concepción es el habitual en Pedro de Mena. Viste túnica marfileña con decoración dorada, a modo de tejido de brocado, y manto celeste, con orla y salpicado de estrellas, presentando las vueltas carmesí, con el clásico cogido en el brazo izquierdo y pliegues que cuelgan entre el espacio que deja el manto, hacia la izquierda. Al cuello aparece un pequeño lazo de tela con un broche.

El rostro es muy aniñado, según su modelo habitual. Su cabellera cae en largos mechones, ligeramente ondulados, por la delantera y toda la espalda. Su rostro, redondeado, con ojos de cristal castaños, esboza una tímida sonrisa. Ese aire de melancolía que envuelve la adolescencia de María.

Muy original resulta igualmente la ráfaga y corona de plata, adaptada al cuerpo de la imagen, de forma almendrada desde los pies hasta los hombros. Alterna rayos rectos que terminan en estrellas, con otros flameantes, al igual que la corona. Estas piezas pueden datarse igualmente en el primer tercio del XVIII. Todo ello, la platería y la urna, responden a un deseo de embellecimiento propio de este momento del pleno barroco. Es la única de las versiones concepcionistas de pequeño tamaño realizadas por Mena que presenta ráfaga de plata. Entre las mayores está la bellísima de Alhendín (Granada), que también es posterior a la imagen.

Partiendo de la fecha, 1681, nos encontramos ante la última Inmaculada de pequeño tamaño que conocemos de Mena. Una época de su carrera caracterizada por la simplicidad de los modelos, huyendo el maestro del recargamiento inicial de este tema. El tema de la Inmaculada Concepción ha sido magistralmente analizado en la exposición celebrada en 2019 en el Palacio Episcopal de Málaga, con el mejor estudio general sobre el tema. Las últimas que conocemos son las del periodo comprendido entre 1674 y 1676, como la de la colección de Hernando Pérez Díaz (Málaga) o la de San Nicolás de Murcia, creaciones aún más sencillas y rotundas.

 

 

La más similar a la que nos ocupa es la Inmaculada Concepción que recientemente ha pasado a los fondos del Museo Nacional de Escultura de Valladolid, encargada por el obispo Salizanes en 1678, aunque más amplia de volúmenes en la parte central y cabellera más densa. Presenta igualmente la media luna con los tres querubines y, curiosamente, la misma peana de carey, con escasas diferencias, pero sin el orbe a los pies. Y es que Mena, aunque repita muchas veces un mismo asunto, cada obra resulta única e irrepetible.

Lo más llamativo de esta obra de la Prioral del Puerto de Santa María se encuentra en la presencia del orbe con la serpiente, elemento que, como decíamos aparece en sus primeras obras, y que después se cambia por la luna en plata. A falta de un análisis exhaustivo de la obra, de los diferentes elementos, podemos plantearnos si el orbe es un añadido posterior o pertenece a la pieza original. Tal vez pudo formar de ese proceso de barroquización de la imagen, pero sería muy novedoso que Mena la concibiera así al final de su vida (3). Esperamos que pronto se pueda realizar un buen estudio y restauración de tan preciada joya artística.

Respecto a su procedencia, tampoco de momento podemos precisar nada más; si la imagen de la Inmaculada Concepción pertenecía desde varias generaciones a la misma familia, o si procede de las desamortizaciones de los magníficos conventos y monasterios de las grandes órdenes religiosas que tenían casa en El Puerto de Santa María, como franciscanos, dominicos, mercedarios, mínimos o jesuitas, entre otros (4).

 

 


 

NOTAS Y BIBLIOGRAFÍA

(1) ORUETA Y DUARTE, R., La vida y la obra de Pedro de Mena y Medrano, Universidad de Málaga, 1988; GÓMEZ.MORENO, M.E., "Escultura del siglo XVII", en Ars Hispaniae. Historial Universal del arte hispánico, v. XVI, Madrid, 1963, pp. 227-260; AA.VV., Catálogo Pedro de Mena (1628-1688), Málaga, 1989; GILA MEDINA, L. y HERRERA GARCÍA, F.J., El triunfo del barroco en la escultura andaluza e hispanoamericana, Granada, 2018, pp. 71-134; ROMERO TORRES, J.L. y OTALECU GUERRERO, G., Catálogo Pedro de Mena Granatensis Malacae, Málaga, 2019.

(2) Agradezco al portuense Gonzalo de Ory Carreto por la información aportada sobre la reciente donación de esta imagen a la Prioral.

(3) Agradezco a Don José Luis Romero Torres, gran especialista en la obra de Pedro de Mena, la información que hemos compartido respecto a esta imagen tan original.

(4) DOBADO FERNÁNDEZ, P. Juan (OCD). "Una obra desconocida de Pedro de Mena: una Inmaculada en la Prioral del Puerto de Santa María", en Miriam, nº 437, septiembre-octubre de 2022, pp. 142-146.

 

 

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