LAS TRES ENTRADAS DE LA CIUDAD ALFONSÍ
Miguel Ángel Castellano Pavón
Durante toda la Edad Media, el colocar una imagen a la entrada de las ciudades con el nombre de Nuestra Señora, o bien dedicado a un santo o patrón, era común en todo el territorio europeo. Intentemos adentrarnos en la historia de Cádiz y lo comprobaremos.
En la primera edición de la Guía Artística de Cádiz (año 1992), los historiadores Lorenzo y Juan Alonso de la Sierra Fernández, al describir las murallas y las puertas de la ciudad alfonsí nos dice:
“… tenía planta rectangular, con uno de sus frentes abierto al acantilado del sur. Los tres lados restantes se cerraban por una alta muralla entre cuyos lienzos se situaban cubos; aún se pueden observar restos en el interior del Ayuntamiento y en el pasillo del Obispo, frente a la puerta de san Servando de la Catedral.
En cada uno de sus frentes se abrió una puerta. La del lado de levante, conocida como Arco de los Blancos, es de medio punto cubriéndose por bóveda de cañón, resultado de añadidos posteriores. Junto a él se abre un pórtico de arcos apuntados. En el siglo XVIII se construyó sobre este arco una capilla dedicada a la Virgen de los Remedios, y anejo a él se alzó la alcazaba, ambas hoy desaparecidas.
En lado opuesto se abre la puerta conocida como Arco de la Rosa, formada por un arco de medio punto sobre el que va un matacán. La tercera puerta es el llamado Arco del Pópulo, y adosado a ella se encuentra en alto la capilla de dicho nombre. Está formado por un doble vano, apuntado en interior y adintelado el exterior, que aún conserva los goznes de la puerta que lo cerraba.”
La editorial Extramuros, en su colección Facsímil, está llevando a cabo una labor digna de elogio, en tanto que nos permite conocer libros ya olvidados, ofreciéndolos a un precio módico. Este es el caso de la reciente aparición de la publicación Nombres antiguos de las Calles y Plazas de Cádiz, 1857, escrita por Adolfo de Castro, de cuyo texto vamos a sacar los datos que dicho autor en aquella época, ya tan lejana, nos legó y que al estar relacionado con tres imágenes de Vírgenes que tuvieron tanta devoción en nuestra Ciudad bien merece ser recordado:
“Blancos.- Esta era la antigua puerta de tierra en la villa formada y poblada por D. Alonso el Sabio. En mayo 10 de 1621 hallo en las actas del Ayuntamiento que Felipe Blanco pidió a la ciudad un solar que tenía en frente a sus casas a la subida del Rastro, pegada al castillo viejo, que por estar continuamente lleno de basura que causaba mal olor, e inmediato a la imagen de Ntra. Señora que a su devoción tenía allí puesta encima de la puerta de la villa, lo tomaría a su cargo para tenerlo limpio y cercarlo con puerta sin cubrirlo ni labrarlo, dándole licencia para poder hacer un corredor a su costa y subir a encender la lámpara sin que por esto adquiriese derecho alguno.
En 1635 se fundó sobre este arco una pequeña capilla con el nombre de Ntra. Sra. De los Remedios por el mismo Blanco y su muger doña Juana Cecilia, a cuyo mayorazgo pertenece, por lo cual vulgarmente se llama capilla de los Blancos.”
Debemos en este momento hacer un inciso y mencionar que, recientemente, en una visita a la localidad gaditana de El Puerto de Santa María, en una casa palaciega cercana a las Galeras Reales, pudimos comprobar la existencia de una imagen alabastrina o marmórea, regalo de la familia Carranza, que, conocida la trayectoria de la icona que describimos, bien pudiera tratarse de la misma. Qué final feliz sería la vuelta a su origen, de donde nunca debió faltar. Seguimos ahora con los estudios de Adolfo de Castro:
“Arco de la Rosa.- Antiguamente se llamó este arco puerta del arrabal de Santiago, y tambíen con el genérico de puerta de la villa. Ignoro el origen del nombre moderno. Un capitán llamado don Gaspar de la Rosa hubo por los años 1642. Era cabo de la torre e isla de San Pedro de Sancti- Petri. A finales del siglo XVII también fue muy conocido un tal Diego Barrios de la Rosa.
Pópulo (arco del y calle detrás del).- El arco del Pópulo fue la antigua puerta del mar en la villa poblada por Don Alonso el Sabio. Tomó el nombre de una imagen de la Virgen que en un cuadro estuvo colocada sobre la puerta antes de la invasión de los ingleses, y después se trasladó a la capilla que sobre la misma fue erigida. Según el conde de Maule, lo comprendido en los tres arcos fue la Neápolis o ciudad nueva, fundación de Lucio Cornelio Balbo el menor. La primitiva ciudad de los fenicios y cartagineses debió estar en la isla de S, Sebastián y por todo el lado de la Caleta. Los muros que junto a la Catedral nueva vimos derribar son de construcción romana."
Para completar la información sugerimos la lectura del nº 74 de Sentir Cofrade, en concreto el artículo “De cómo la actual representación de la Virgen del Pópulo bien pudiera ser la tercera en la capilla de su mismo Nombre”, así como en Diario La Voz “Apuntes sobre Nuestra Señora del Pópulo “, con fecha 19 de Abril de 2005.
En lo referente a cuál sería la imagen que presidía el arco de La Rosa, el Almirante D. Julio F. Guillén nos comenta que la imagen de “Nuestra Señora del Rosario de los Milagros”, como se denominaba, continuó y continúa en la Catedral Vieja, en la hoy Capilla del Sagrario, entonces de los genoveses, sustituyendo, de fijo, a la Santa María de San George, que desde 1487 presidía el altar de esta nación, y por ser de plata maciza no dejaría de llamar la atención a las vandálicas tropas inglesas de desembarco del tan repetido conde de Essex.
Cabe preguntarse si el nombre actual de la Rosa no le vendría de la familia del mismo nombre, de tan conocida historia en Cádiz, que bien pudiera tener casa cerca, colocando un cuadro de tal advocación sustituyendo a la imagen de “Los Milagros”. Por lo cual la Virgen del Rosario, de tanta devoción que incluso se hizo intentos de edificarle un santuario, pudo ser reemplazada por la Virgen de la Rosa, recientemente restaurada y hoy en día colocada en la Capilla de Nuestra Señora de la Trinidad, titular de la Hermandad del Medinaceli.
La Virgen de la Rosa viene a ser una variante de la Virgen de la Antigua de la Catedral de Sevilla, como bien define José María Medianero: “Sin duda alguna, la Virgen de la Antigua, especie de líder y espejo de otras imágenes pictóricas similares, ha sido la imagen mariana de mayor devoción y culto a lo largo de la historia religiosa de Sevilla.” Nombrando como variantes a la Virgen de Rocamador y a la Virgen del Coral. Representaciones que llegarían a nuestra ciudad dada la proximidad y que, cruzando los mares, tendrían sus representaciones análogas; baste recordar la Virgen de Tampico, de la Iglesia de Santa Catalina.
José Luis de la Rosa Barrasa, gran conocedor del tema, nos apunta la gran cantidad de casas cercanas que eran de los De la Rosa. En el callejón del Pirata vivía el Chantre de la Catedral, Nicolás de la Rosa Chacón (orden de Carlos III) con su criada. Delante de la Catedral existía la calle de la Virreina, derribada para ampliar la plaza, donde había dos casas propiedad de Manuel de la Rosa Chacón (su abuelo era Conde de Mollina y alcalde de Moguer). La casa donde murió el jesuita Gravina la construyó en 1676 el cargador de Indias Ferrari, abuelo de José Gñeco Ferrari, casado con Angela de la Rosa Arnaud, que luego pasó a ser propiedad de su nieto Manuel Gñeco de la Rosa. Todo ello sin contar la proximidad de la casa del Almirante, el archivo histórico de Diego de Barrios de la Rosa o la casa solariega de los de la Rosa en el barrio de Santa María, 11 y 13, mal llamada Lasquety.
A lo anterior tenemos que añadir los cargos que ocupaban los De la Rosa entre finales de 1600 y principios de 1700. Nicolás de la Rosa Suárez, I Conde de Florida, Gobernador de Galeones, maestre de Campo, llegó a tener en su vida cinco galeones de guerra en propiedad (el Santa Cruz, el Santa Rosa); su padre, Alonso de la Rosa, que mandó construir la casa del barrio de Santa María, era Cargador de Indias y Regidor perpetuo de Cádiz, y fue enterrado en su capilla de Santa María. Su primo, Nicolás de la Rosa Chacón, el Chantre. Es decir, que todos ellos ocupaban cargos políticos, militares y religiosos y, para más inri, la plaza de San Martín también se llamó de la Rosa.
BIBLIOGRAFÍA
ALONSO DE LA SIERRA FERNÁNDEZ, Juan y Lorenzo: Guía Artística de Cádiz, Cátedra Adolfo de Castro. Fundación Municipal de Cultura y Delegación Municipal de Turismo, Cádiz 1992.
DE CASTRO, Adolfo: Nombres antiguos de las Calles y Plazas y Calles de Cádiz, 1857, Extramuros, 2007.
GUILLÉN, Julio F: El Cádiz de Jorge Juan, Diputación de Cádiz, 1985.
MEDIANERO HERNÁNDEZ, José María: “Nuestra Señora de la Antigua, la Virgen decana de Sevilla", en Arte Hispalense, Diputación de Sevilla, 2008.
NAVASCUÉS PALACIOS, Javier: El recinto medieval y el Castillo de la Villa, Cádiz, 1980.
NAVASCUÉS PALACIOS, Javier: “La Puerta de Poniente y el Arco de la Rosa", en Anales de la Real Academia de Bellas Artes de Cádiz, nº 14, Cádiz, 1996.
TEJEIRO, Juan Miguel: Cargadores de Indias y Manila. Los La Rosa, Quórum, Cádiz, 2005.
CASTELLANO PAVÓN, Miguel Angel: “De cómo la actual representación de la Virgen del Pópulo bien pudiera ser la tercera en la capilla de su mismo nombre", en Sentir Cofrade, nº 74, Cádiz, 2007.
CASTELLANO PAVÓN, Miguel Angel: “Apuntes sobre Nuestra Señora del Pópulo”, Diario la Voz, 19/04/05.
Fotografías de Juan Antonio Fierro Cubiella
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