EL MUSEO DE SEMANA SANTA DE CREVILLENT (ALICANTE)

Sergio Lledó Mas


 

 

El sueño de varias generaciones de crevillentinos se hizo realidad el 19 de febrero del año 2005, fecha en la que fue inaugurado el Museo de Semana Santa de Crevillent. Situado junto a la Iglesia de Nuestra Señora de Belén y al Museo Monográfico Mariano Benlliure, conforma un verdadero centro de escultura sacra, destacando por encima de todo la obra de los grandes imagineros valencianos de los siglos XIX y XX: Mariano Benlliure, Antonio Riudavets, Carmelo Vicent, Juan García Talens, Juan García Yúdez, etcétera.

El Museo de Semana Santa de Crevillent, gracias a la configuración del edificio, rompe con todos los moldes en los que se refiere a este tipo de recintos, puesto que la ubicación de los pasos procesionales en distintos tipos de altura, unido a los espacios centrales abiertos y a las balconadas que rodean cada una de las plantas de exposición, permiten al visitante admirar estas obras de arte desde distintas perspectivas, llegando a sentirse completamente integrado en el ambiente creado.

Para poder desplazar los pasos (de cara a las procesiones, a los ensayos de las mismas, a posibles traslados por restauraciones, etcétera) se ideó un completo sistema de montacargas que permite a los pesados tronos de la Semana Santa crevillentina poder entrar y salir del Museo sin ninguna dificultad.

El Museo muestra 24 de las 32 imágenes o grupos escultóricos que procesionan en Crevillent, además de los diferentes guiones, estandartes, vestas, cartelería y diferentes elementos singulares de nuestra Semana Santa. Otra de las características del Museo, al igual que de nuestra Semana Santa, es que los pasos siguen el orden cronológico de los últimos acontecimientos vividos por Jesús en su Pasión, Muerte y Resurrección.

 

 

La visita comienza desde la Tercera Planta, la última, donde se recogen las secuencias iniciales de la Pasión de Jesús, empezando por La Samaritana, grupo característico de Levante, realizado por el escultor valenciano Francisco Pérez Figueroa en el año 1867; La Santa Cena (José Jerique, 1925), y El Lavatorio, La Oración en el Huerto y El Prendimiento, realizados por Antonio Riudavets en la segunda mitad del siglo XIX. Siguiendo por la Segunda Planta se completa la Pasión con los grupos de La Negación de San Pedro (Antonio Riudavets, 1868); San Pedro Arrepentido (Carlos Rodríguez, 1928); La Flagelación (Antonio Riudavets, 1869); Ecce Homo (Antonio Parera, 1941); Cristo de la Caída (Antonio Riudavets, 1884) y La Verónica (Carlos Monteverde, 1955).

En la Primera Planta se encuentran los pasos que representan la Muerte de Cristo, con la imagen de Santa María Magdalena, tallada por el escultor valenciano Mariano Benlliure en 1945, que forma grupo con el Cristo de la Victoria (ubicado en su capilla de la Iglesia de Nuestra Señora de Belén) que realizará en 1941 el escultor catalán Carlos Flotats. El trono se debe a las manos de Juan García Talens. Le sigue el grupo escultórico del Descendimiento, formado por cinco imágenes: Cristo, la Virgen María, San Juan, Nicodemo y José de Arimatea; realizado en 1947 por el escultor valenciano Carmelo Vicent Suria. Continuando con la Muerte de Cristo, le sigue el grupo de Nuestra Señora de la Piedad, inspirado en una cerámica de Mariano Benlliure y realizado por su tallista y colaborador Juan García Talens y su hijo Juan García Yúdez en 1961.

Junto al grupo de La Piedad, podemos ver El Traslado al Santo Sepulcro, realizado el 1961 por Juan García Yúdez, colaborador de Mariano Benlliure, quien se inspiró en el Mausoleo de José Canalejas, monumento funerario de Benlliure que se encuentra en el Panteón de Hombres Ilustres, junto a la Basílica de Atocha de Madrid. Finaliza esta planta con las imágenes de San Juan de la Tercera Palabra en la Cruz, realizada por Benlliure en 1947, y con la magnífica obra del Cristo Yacente, tallada también por Benlliure en 1946, imagen de un extraordinario realismo que procesiona cada Viernes Santo en la Semana Santa crevillentina.

 

 

La visita finaliza en la Planta Baja, donde podemos admirar el grupo de la Virgen de las Angustias, del escultor andaluz José Navas Parejo en 1944; la Regina Martyrum, realizada por Juan García Talens en 1953; San Juan Evangelista, tallado por García Yúdez en 1961, y el magnífico grupo del Santo Sepulcro, que representa el inicio de la Resurrección. La imagen del Cristo Yacente es de comienzos del siglo XVII, de autor desconocido, y los ángeles que levantan el sepulcro fueron tallados por el escultor murciano Carlos Rodríguez en 1925.

Finaliza dicha planta y la visita al Museo con La Entrada de Jesús en Jerusalén, ultima de las obras realizadas por Benlliure, quien la finalizó momentos antes de su fallecimiento, en noviembre del año 1947, considerada como una de las mejores "burritas" de la Semana Santa española.

El Museo se complementa con toda una serie de elementos significativos de la Semana Santa de la localidad alicantina: guiones, estandartes (algunos de ellos realizados por el prestigioso bordador alicantino Tomás Valcárcel Deza), pintura religiosa, cartelería (donde destacan las creaciones realizadas por el afamado pintor crevillentino Julio Quesada Guilabert), orfebrería, túnicas, etcétera.

Por último, también destaca la importancia que el Museo de Semana Santa de Crevillent le ha dado a las nuevas tecnologías, ya que la visita se complementa con un magnifico audiovisual, de unos 30 minutos de duración, en una sala perfectamente adaptada para dicha producción, con tres grandes proyectores que proyectan cada una de ellos imágenes distintas pero relacionadas todas entre sí, creando un ambiente semanasantero idóneo.

 


 

BIBLIOGRAFÍA

POLO CANDELA, Francisco. La Pasión según Crevillent, Crevillent, 2001.

"Memoria Museo Semana Santa de Crevillent 2007", en Revista Semana Santa de Crevillent, 2007.

 

 

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