Las imágenes marianas de vestir en Murcia se pueden clasificar en dos grupos, desde el punto de vista de su atuendo: las que conservan la moda anterior al escultor Francisco Salzillo o aquellas que siguen la estética en el vestir marcada e influenciada por tan magno artífice.

Hasta la irrupción de Salzillo en el panorama artístico murciano, las vírgenes de vestir eran las que actualmente en Murcia se identifican como Soledades, o lo que es lo mismo: tallas marianas apocadas, cerradas, vestidas con hábito monjil o sacerdotal; devenidas hoy en imágenes ataviadas con saya, verduguillo blanco y manto negro, siempre bajo el modelo impuesto por la Condesa Viuda de Ureña en la Virgen de la Soledad creada por el escultor Gaspar Becerra en 1565 y destruida en los disturbios del año 1936.

Salzillo, con su Dolorosa realizada para la Cofradía del Nazareno, popularmente conocida como la Cofradía de los Salzillos, creó un tipo iconográfico de vírgenes abiertas, mostrando su dolor de un modo declamatorio, con los brazos abiertos, las palmas de las manos vueltas al cielo y la mirada perdida en el infinito celeste.

El mismo Salzillo dejó unos patrones para la Dolorosa que se han convertido en la forma de vestir más genuina de Murcia y que consiste en una túnica roja o rosa; manto azul corto, con las puntas recogidas por encima de los brazos y cayendo libremente; tocado blanco alrededor de la cabeza y aplicado al manto, aureola de plata con estrellas y silueta general ovalada.

Entre las prendas de la Dolorosa de Salzillo, destaca poderosamente su manto de gala, diseñado y confeccionado por el bordador sevillano Juan Manuel Rodríguez Ojeda en terciopelo azul marino bordado con hilo de plata. También posee en su ajuar varios trajes realizados a base de suntuosas telas de brocados y espolinados valencianos.

En el caso de las imágenes marianas de Gloria, muchas de ellas visten traje al modo cortesano siguiendo la moda establecida con la Virgen de la Fuensanta, Patrona de Murcia. Dicho atuendo se compone de delantal, corpiño, mangas, manguitos, vuelillos, manto muy abierto hasta formar la silueta triangular, coronas imperiales y, a veces, rostrillos de orfebrería.

Sin duda, el manto de procesión de la Coronación Pontificia es la prenda de vestir más valiosa de la Virgen de la Fuensanta. Se halla confeccionado en piel de ante blanca, bordada con miles de piedras preciosas, cristales de roca, perlas, lentejuelas, oro y plata, todo en estilo modernista. Digno de mención es otro manto bordado en lana blanca sobre lana azul, al modo de los refajos típicos de la huerta de Murcia.