LA DUDA DE SANTO TOMÁS, UNA OBRA DE ALEJO
FERNÁNDEZ
EN LA PARROQUIA DE HINOJOS (HUELVA)
Con información del Gabinete Pedagógico de Bellas Artes de Huelva
La Duda o Incredulidad de Santo Tomás, de Alejo Fernández, se halla ubicada en la Iglesia Parroquial de Santiago el Mayor de Hinojos, aunque probablemente proceda de la Heredad de Torrecuadro, que pertenecía a las propiedades y rentas del convento dominico San Pablo el Grande de Sevilla.
La obra mide 190 x 107 cm, estando constituido el soporte por seis tablas de madera de pino ensambladas mediante machi-hembrado en forma de V y reforzado con espigas de hierro forjado. Nos muestra el relato evangélico de San Juan (Jn 20, 24-29) que representa el momento de la aparición de Jesús resucitado a los discípulos y el instante en que Tomás es recriminado por su incredulidad. Cristo lleva la mano vacilante del discípulo a las llagas del costado. Esta escena se desarrolla en un cuidado interior arquitectónico y abierto a un fondo de paisaje.
Cristo aparece con mantos de colores dorado y rojo, junto con la cruz. Su rostro, ovalado y de facciones geométricas, parece alcanzar las formas ideales renacentistas, que se alargan y gesticulan en pliegues geométricos, como en las vestiduras, tratadas con intención caligráfica y minuciosa, de probable influencia europea. A su lado, en el lado izquierdo, Santo Tomásaparece arrodillado, con características parecidas a las del Resucitado. En el lado derecho se sitúa el grupo de los discípulos, originando cierta descompensación en la composición y ofreciendo un interesante estudio fisonómico de cabezas, como en otras obras de este artista.
El recurso a la arquitectura se aprovecha para establecer una perspectiva geométrica en la que se subraya el eje de simetría de la propia composición. Las columnas y los capiteles que sostienen el templete son característicos del artista y de la época, mientras que la transparencia del fondo y la variedad de la gama cromática agudizan la profundidad de la perspectiva.
Puede suponerse que esta tabla debió llevarse a cabo para un retablo de cierta calidad, bien de la propia Heredad de Torrecuadro en Hinojos o de alguna capilla del Convento de San Pablo el Grande de la capital hispalense. De esa forma, además de por todo lo anteriormente expresado, puede fecharse esta pintura en torno al año 1528.
La obra de Alejo Fernández (1475-1545), pintor nacido en Córdoba y afincado en Sevilla aunque de probable origen germánico o flamenco, puede definirse como una mezcolanza de influencias en la que, sin dejar de reconocerse una sensibilidad próxima al Quattrocento italiano, se combina la expresividad germánica y la composición flamenca, seguramente producto de influencias indirectas por la utilización de grabados y por el contacto con manieristas de Amberes, junto con la aceptación de las formas imperantes en el cinquecento.
Entre Octubre de 2001 y Abril del año 2002, La Duda de Santo Tomás fue intervenida por la restauradora Rocío Campos de Alvear, quien desinsectó el soporte y consolidó sus capas más profundas, reponiendo las pérdidas y fijando los restos de estopa y preparación del reverso; fijó los estratos pictóricos y reintegró las lagunas hasta nivelarlas con la capa de preparación original, afianzando las zonas que presentaban falta de adherencia, inestabilidad o lagunas; limpió la superficie de la capa pictórica, reintegrando las lagunas mediante regattino empleando pigmentos reversibles; eliminó los repintes y aplicó una capa de barniz protector a la pieza.
Fotografías de José Manuel Santos Madrid y Javier Romero García
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