EL CRISTO DEL PERDÓN DE FRANCISCO SALZILLO

02/10/2015


 

 

Este mes de octubre hará tres años de la presentación del libro El Cristo del Perdón de Francisco Salzillo. Técnicas del Siglo XXI para descubrir a un Escultor del Siglo XVIII. Esta publicación recoge un estudio, llevado a cabo por Juan Antonio Fernández Labaña, en torno al Santísimo Cristo del Perdón, un venerado Cristo Crucificado que recibe culto en el altar mayor de la murciana iglesia de San Antolín; titular, al mismo tiempo, de la Real, Ilustre y Muy Noble Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón.

Un trabajo de investigación llevado a cabo, no por un historiador, sino por un restaurador de obras de arte. Y es que Labaña es Licenciado en Bellas Artes con la especialidad en Conservación y Restauración de Obras de Arte, dedicándose a la restauración desde hace más de quince años. Desarrolla su carrera profesional como técnico superior en restauración, en el Centro de Restauración de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia (CRRM), especializándose, a lo largo de todos estos años, en la escultura en madera policromada.

Esta publicación fue el primer libro de Fernández Labaña; 240 páginas que aglutinan, de una forma ordenada, descriptiva y extensa, la investigación llevada a cabo entre los años 2012 y 2013. Un estudio pionero en Murcia que abre una nueva vía para afrontar la autoría de una obra, concretamente la de este Cristo Crucificado, ahora bajo la advocación "del Perdón", antes "del Calvario"; ausente, por el momento, de la ansiada y casi siempre desaparecida documentación referencial al encargo.

Un viaje al interior de esta talla en madera policromada, donde son diseccionados cada uno de los elementos que la componen. Un sistema constructivo que se convirtió en la llave que ha permitido llegar hasta su artífice, Francisco Salzillo. Todo gracias a la ciencia que actualmente se aplica en el análisis y diagnóstico de obras de arte (radiografía, macrofotografía, endoscopia, microscopía óptica, microscopía electrónica, espectroscopia infrarroja, cromatografía, etcétera). Un estudio que fue definido por el entonces Consejero de Cultura de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, Pedro Alberto Cruz Sánchez, el día de su presentación pública, como "la investigación más importante de la historia del arte en Murcia en años". El tiempo juzgará.

Nos encontramos pues ante un trabajo complejo, profundo y muy técnico, como no podía ser menos viniendo de un meticuloso restaurador que demuestra que el análisis y contraste de la técnica de un escultor puede identificar claramente su obra. Siendo las maderas, ensambles, yesos, colas, pigmentos, aceites, laminas metálicas, y hasta las piezas metálicas usadas en su construcción, los "documentos" que revelan, con objetividad, quien está detrás de la talla policromada.

Aunque un trabajo de investigación que, curiosamente, no comenzó buscando a Francisco Salzillo como autor de la imagen, pese a que la obra ya venía siendo atribuida a él, desde 1992, por el profesor Belda Navarro. Básicamente por varios motivos, que unidos, obligaban a indagar sobre su autoría: en primer lugar porque, al iniciar el estudio, fueron detectados sobre este Cristo dos importantes detalles que, aparentemente, estaban también en las obras de Nicolás de Bussy; en segundo lugar, porque precisamente en los años de actividad escultórica de Bussy en Murcia, fue creado el Vía Crucis franciscano sobre el Malecón: una sucesión de Pasos, en cuyo final se encontraba la ermita del Calvario, el espacio que albergaba la imagen; en tercer lugar, porque, a primera vista, esta obra puede parecernos alejada de las formas salzillescas más conocidas; y en cuarto y último lugar porque, con anterioridad al presente estudio, faltaba una justificación en relación con su atribuida paternidad. En resumen, muchas dudas sobre su autoría que hacían obligatorio un estudio, buscar nuevos caminos ante la ausencia de documentos. Estudiando la forma de trabajar no de un escultor, sino de dos: Salzillo y Bussy. Una particularidad que a la postre enriqueció notablemente el trabajo final.

 

 

Esta investigación confirmó la atribución inicial; determinando, a través del pormenorizado estudio científico realizado, que la obra es de Salzillo, ya que está realizada a imagen y semejanza de otras tantas imágenes del escultor, internamente hablando. Aunque no se trata de una obra de 1770-1775, como así se reflejó en la exposición Salzillo, Testigo de un Siglo, sino de una talla realizada, probablemente, en torno a 1733, lo que la sitúa dentro de los diez primeros años de Salzillo como escultor. Una nueva fecha que rebaja en casi cuarenta años a la antes asignada, y que es corroborada por los documentos encontrados y publicados en el libro.

Nos hallamos, por tanto, ante una obra de juventud de Salzillo, no del final de su producción; precisamente, la clave para entender el exterior de este Cristo Crucificado, ausente aún de los rasgos salzillescos más conocidos, del Salzillo más estandarizado. Por lo que es muy probable que estemos hablando, si no del primero, sí de los primeros crucificados de Salzillo, siendo un antecedente de cuantos se conservan en la actualidad.

Una completa monografía en torno a este Cristo, dividida en cuatro grandes bloques: el primero, en torno a su origen: la olvidada, interesante y desconocida ermita del Calvario, la última estación del Vía Crucis franciscano que corría a lo largo del Malecón murciano; el segundo, con Nicolás de Bussy como protagonista, donde se desvelan distintos detalles técnicos, como su particular técnica polícroma; el tercer apartado, el más extenso, centrado exclusivamente en un descriptivo análisis de cómo fue realizada, paso a paso, esta talla policromada de Cristo crucificado, con comparaciones continuas a otras obras de Salzillo, con una interesante tabla comparativa de las radiografías realizadas a distintos crucificados murcianos, de diferentes y variados autores, desde el siglo XVI hasta el XIX, que muestra diferentes sistemas de ensamble, resaltando el peculiar método usado por Salzillo en la unión de sus brazos, "la firma oculta de Salzillo"; y el cuarto y último bloque, todo un viaje por la vida de la obra a través de sus restauraciones, esas que tanto han modificado la obra, alterando su policromía de manera irreversible, alejándola completamente de los primitivos colores aplicados por su autor.

Todo un repaso a la vida de esta venerada imagen, desde su origen hasta la actualidad, adentrándonos en su interior como hasta ahora nadie había visto. Un estudio que será complementado, esta próxima Semana Santa, con la publicación de un interesante artículo, actualmente en ejecución, que aportará nuevos datos, desde distintas vías, al ya extenso estudio publicado en este libro. Demostrando, aún más, quien es el escultor que se encuentra detrás de esta magnífica talla, el gran Francisco Salzillo Alcaraz.

Desde 1896, año de fundación de la Cofradía, el Santísimo Cristo del Perdón compone un espectacular y bello Calvario junto con tres imágenes más: la Virgen Dolorosa de Roque López, el San Juan Evangelista de Francisco Salzillo y la Santa María Magdalena de Francisco Sánchez Araciel. Procesionando con su Cofradía, la noche del Lunes Santo, dentro de la Semana Santa de Murcia. 

Para los interesados, la publicación El Cristo del Perdón de Francisco Salzillo. Técnicas del Siglo XXI para descubrir a un Autor del Siglo XVIII, se puede adquirir en las principales librerías de Murcia capital o mediante compra online a través de la Librería Diego Marín (www.diegomarin.net/shop/).

 

 

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