Con el fin de contribuir a que Córdoba sea Capital de la Cultura en el año 2016, se realiza este especial formado por 20 entregas en el que haremos un repaso por el rico patrimonio de la ciudad andaluza. Los mejores historiadores e investigadores sobre la ciudad, junto con nuestras modestas aportaciones, darán forma a un interesante recorrido que podrán consultar a través del banner correspondiente en la página principal de contenidos. Al mismo tiempo, tendrán un enlace de cada entrega en la sección Atajos, donde quedará definitivamente inserto una vez concluido.

Desde el año 1933, durante la primera quincena del mes de Mayo, se organizan en Córdoba concursos de patios populares, así como de rejas y balcones, constituyendo una auténtica festividad popular.

En las noches, cordobeses y foráneos recorren los patios del Alcázar Viejo, San Agustín, Calle Montero, etcétera, en los que se vive en auténtica fiesta, siendo ésta sin duda una de las atracciones del mes de Mayo, mes en el que la capital cordobesa vive en una continua fiesta, que culmina con la Feria de Nuestra Señora de la Salud.

Fueron los romanos quienes introdujeron los patios en España. Sin embargo, el origen de los mismos se sitúa en Grecia y en otros pueblos del Mediterráneo. Hoy como ayer, la esencia de las casas populares se resume en este espacio al aire libre, eje de toda la vida vecinal.

En la actualidad, los patios cordobeses guardan, como en sus orígenes, unas características similares. Sin embargo, es el color de sus macetas una de las notas diferenciales. En la fotografía superior, un ejemplo en el que los tiestos están pintados de azul y el suelo, empedrado; en la inferior, otro ejemplo con macetas verdes.

Para regar las macetas que se encuentran en la parte alta de las paredes, se suele utilizar una caña larga con una lata atada a su extremo, que en algunos casos está pintada a juego con el color de las macetas.