LOS SALZILLOS DE LA CATEDRAL DE ÁVILA

06/11/2024


 

 

Para la procesión del Santo Entierro de la ciudad de Madrid se realizaron en los años 1908, 1910 y 1919, respectivamente, el paso del Prendimiento, el de la Caída y el de la Última Cena, copias de los realizados en el siglo XVIII por Francisco Salzillo para la cofradía murciana de Jesús Nazareno, con la pretensión de engrandecer la Semana Santa madrileña. De los tres conjuntos se sabe finalmente que fueron realizados por Manuel Sánchez Araciel, y no por su hermano Francisco, también escultor e imaginero, como se venía diciendo.

Posteriormente se sabe que Eugenio Alonso Cuesta donó dichos pasos a la Catedral de Ávila, donde se conservan y siguen procesionando en la Semana Santa abulense. El donante era un hombre sencillo, de fuertes convicciones religiosas y enamorado de la plástica salzillesca, lo que le llevó a inclinarse por adquirir y contratar estos grupos escultóricos.

El Prendimiento, también llamado El Beso de Judas en Madrid, es una copia del que Francisco Salzillo realizara para la Cofradía de Jesús (Murcia). Estuvo al culto en varios templos madrileños: San Millán, San Cayetano y San Isidro. En 1933 fue donado al Cabildo de la catedral abulense, que a su vez lo cedió al Real e Ilustre Patronato de la Santa Vera Cruz para la llamada "Procesión de los Pasos" que tiene lugar durante la noche del Jueves Santo, tal y como lo viene haciendo en la actualidad. Desde hace unos años también desfila en la procesión general del Viernes Santo de Ávila. Este paso no se encuentra al culto.

 

 

Circunstancias similares vivió el paso de la Caída, copia también del homónimo de Salzillo que a su llegada a Madrid fue expuesto en la iglesia de San Andrés. No obstante lo anterior, Manuel Sánchez Araciel introdujo algunas variantes, como es el caso del sayón del paso, al igual que el del Prendimiento, así como la vestimenta que llevan ambos y la lanza que portan. Desde su llegada a Ávila no ha dejado de participar en las procesiones de Semana Santa, saliendo en los desfiles del Jueves y Viernes Santo. Tampoco se encuentra al culto.

En la Última Cena, al igual que los anteriores, Araciel trata de hacer una fiel reproducción de la magnífica obra de Salzillo, pero con diferencias notables tanto en la composición como en los rostros y actitudes de los apóstoles, más suaves, dulces y blandos, y a la vez menos realistas y expresivos. No obstante, el resultado en los tres pasos de Araciel, aun lejos de la maestría de Salzillo, es notable. Por otro lado, gracias a su traslado a Ávila se conserva este interesante testimonio escultórico, pues en Madrid seguramente hubieran sido destruidos en los disturbios de la Guerra Civil.

Al igual que su hermano Francisco y su padre Francisco Sánchez Tapia, en cuyo taller se formó, Manuel Sánchez Araciel siguió los rasgos estilísticos de Salzillo a lo largo de toda su trayectoria y todos ellos pueden ser calificados como seguidores tardíos del maestro barroco, del que poseían bocetos y pequeñas piezas que les sirvieron de inspiración. Su hermana Cecilia también se dedicó a la imaginería.

 

 

Fotos: Catedral de Ávila

 

FUENTES

MELENDRERAS GIMENO, José Luis. "Sanchez Araciel y Francisco Salzillo", en Nazarenos, n º 20, Murcia, Real y Muy Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, 2016, pp. 22-23.

https://www.juntasemanasanta-avila.com

LABAÑA FREITAS, María. "Patrones de estofas en el taller de los Araciel", en Imafronte, n º 19-20, Universidad de Murcia, 2008, pp. 189-190.

https://www.lahornacina.com/seleccionescautivo11.htm

 

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