EL RESUCITADO DEL HOSPITAL DE DOLORES (SANTA CRUZ DE LA PALMA)
José Guillermo Rodríguez Escudero (26/03/2015)
El 30 de junio de 2014 se celebró el V Centenario del Hospital de Dolores de Santa Cruz de La Palma. Su primitiva ubicación fue el solar donde luego se erigieron el Teatro Chico y La Recova. En 1842, tras la clausura del Convento de Santa Águeda, se trasladó el establecimiento benéfico a sus actuales dependencias. La iglesia del Hospital de Dolores aún conserva un rico patrimonio artístico procedente de dicho monasterio de las clarisas, así como del antiguo templo de la Casa-Hospital. En el catálogo se destacan imágenes como Nuestra Señora de los Dolores (Amberes, siglo XVI), Santa Águeda (Sevilla, 1574), San José (México, 1770), San Lorenzo (1802), la Inmaculada Concepción (1828), Santa Lucía (1673) o un Cristo Resucitado (siglo XVII). Existen otras piezas relevantes que conforman el tesoro de este recinto: un atril mexicano con incrustaciones de nácar y carey, un apostolado pintado al óleo sobre lienzo, un facistol y sillería de coro (siglo XVII), tres sillas de brazos para altar (1778), los antiguos altares de la Virgen de los Dolores (1752-1757) y de San José (1771-1777). Destaca sobremanera el extraordinario retablo mayor, ejecutado por los tallistas Andrés del Rosario y Juan Fernández (1679-1697), una pieza importante del barroco isleño. En los últimos tiempos viene madurándose la idea de restaurar la bella imagen del Cristo Resucitado. Muy posiblemente se trata de una escultura perteneciente a la escuela sevillana de las primeras décadas del siglo XVII, según el inventario realizado el 30 de septiembre de 1836, con motivo de la supresión del cenobio. |
El Cristo Resucitado es una imagen de talla completa y valor artístico indudable. Además, se trata del único de su iconografía en tamaño natural que se conserva en La Palma. Hoy día recibe culto sobrevestido -lo que ha provocado daños en la figura, especialmente en el desmochado sudario de talla-, como un Sagrado Corazón de Jesús, en el primer altar del lado de la Epístola del Hospital de Dolores, sede de la Cofradía de La Piedad, fundada en 2003 y que ha proporcionado un gran impulso a nuestra Semana Santa. No cabe duda de que se revelaría muy interesante, tanto artística como devocionalmente, la recuperación de esta efigie de Resucitado en su estado original. Aparte del propio valor que podría conllevar la restauración, la imagen podría ser empleada en el monumento del Jueves Santo y como broche de la Semana Mayor de la ciudad. Nada más bello y lógico que terminar la imaginería pasionista de la Semana Santa de Santa Cruz de La Palma con un Cristo Resucitado y no con un Yacente, como lo hace actualmente. Son muy numerosas las tallas que, bajo esta iconografía, se encuentran puestas al culto público en diferentes oratorios de la Isla de La Palma. De esta misma advocación, por ejemplo, hay dos imágenes más en la capital palmera: en la Parroquia Matriz de El Salvador y en el Real Santuario de Nuestra Señora de las Nieves. Por último, recordar que en El Paso se reunieron excepcionalmente las dieciocho imágenes catalogadas de esta advocación cristológica localizadas en el territorio insular. El motivo fue el de una histórica exposición celebrada en el año 1998. Una advocación muy querida y venerada que se introduce en la isla con energía y fortaleza a principios del siglo XX, décadas en la que se ejecutarían la mayoría de dichas efigies. |
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