EL TRIUNFO DE LA FE

Con información de Sergio Cabaco (26/10/2017)


 

"El ángel puso luz a las tinieblas y dio vida a la muerte"

 

 

 

Esta escultura funeraria en mármol blanco lleva por título "El triunfo de la fe", y ha sido encargada por D. José Barrionuevo Sevilla con destino a la sepultura familiar ubicada en el cementerio municipal de La Unión (Murcia), localidad natal del reconocido escultor e imaginero Galo Conesa. Sus dimensiones son 160 x 70 x 45 cm. Hace unos meses se pudo contemplar en una exposición sacra que tuvo lugar en el templo parroquial del Sagrado Corazón de Jesús (antiguo convento de San Diego) de Cartagena.

 

 

 

Esta obra de Conesa es heredera de un arte barroco que prefiere el tipo de alegoría fijada en Italia para las siete virtudes tradicionales. Cuando se precisó de una octava, fue costumbre desde el Concilio de Trento el uso de virtudes o asuntos religiosos como la Fe, la Caridad o la Templanza; o bien representar a la propia Religión o a la Iglesia tomando, casi siempre, la forma de una joven matrona adornada con ropas eclesiásticas de pontifical. La Fe también solía simbolizarse mediante una figura femenina. El uso de la venda en los ojos se impuso a partir del segundo tercio del siglo XVII siguiendo una cita de San Gregorio Magno.

 

 

 

Dicho tipo de alegoría retoma una imagen tradicional enraizada en el arte religioso medieval (siglo XII) del norte, pero secularizada, italianizada y, finalmente, internacionalizada gracias a las ilustraciones de los Trionfi de Petrarca y del Triumphus Crucis de Savonarola, derivado del anterior. El texto de Petrarca, escrito entre 1352 y 1374, describe una serie de visiones en las que los elementos "negativos" (amor, muerte, tiempo) son superados por los "positivos" (castidad, fama, eternidad), lo que a su vez configura una lucha entre fuerzas naturales y fuerzas trascendentes, que conduce al aniquilamiento de todo lo terrenal, en favor de la pura visión de Dios.

 

 

 

En el mármol que nos ocupa, no nos hallamos ante una Fe que triunfa como virtud, sino ante un ángel que abraza el símbolo de la Fe representado por la Cruz; a través de la cual, siguiendo el ejemplo de Cristo, se vence a la muerte, que aparece como una calavera a sus pies. Se trata por tanto de una alegoría del dogma de la Resurrección, frecuente en las estatuas de sepulcros y panteones al ser un símbolo de una fuerza que, como estableció Petrarca, se impone sobre la muerte para llegar al único triunfo que cuenta, el de la Eternidad.

 

 

 

Fotografías de Juan Ayala Saura

 

FUENTES

PANOFSKY, Erwin. Tiziano. Problemas de iconografía, Ediciones Akal, Madrid, p. 74-75 y 77.

ESTEBAN LORENTE, Juan Francisco. Tratado de iconografía, Ediciones Itsmo, Madrid, 1990, p. 406.

 

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