Intrigas, crímenes, libertinaje, nepotismo, corrupción, afán desmesurado de poder... Para el imaginario colectivo la familia Borgia, italianos de origen aragonés muy vinculados también con el País Valenciano, expresan todos los excesos de una sociedad del Renacimiento interpretada de una manera totalmente negativa.

La exposición Los Borgia y su Tiempo. De Leonardo Da Vinci a Miguel Ángel (Les Borgia et leur Temps. De Léonard de Vinci à Michel-Ange) tiene como objetivo penetrar en el corazón de esta familia que marcó la segunda mitad del siglo XV en Italia y en Europa con el fin de revelar su verdadero rostro y restituir debidamente su entorno, que vio el cambio del mundo con la conquista del Nuevo Continente, la invención de la imprenta, la Reforma iniciada por Lutero y el desarrollo de una escena artística sin precedentes. 

En esta muestra los visitantes podrán descubrir retratos de los Borgia y de los principales protagonistas de su tiempo: príncipes, filósofos, científicos y teólogos. Un periodo interrumpido por el descubrimiento de América y las guerras de Italia, en un contexto de agitaciones precursoras de la Reforma Protestante instigadas por el monje Savonarola y el nacimiento de una nueva generación de humanistas. En los albores del siglo XVI, Erasmo y Lutero ilustran la renovación filosófica.

Esta familia extraordinariamente ilustrada fue mecenas de los más grandes artistas del Renacimiento. Es por ello que en esta muestra, organizada por el parisino Musée Maillol (Rue de Grenelle, 61), estén presentes maestros como Giovanni Bellini, Andrea Della Robbia, Dosso Dossi, Andrea Mantegna, Melozzo da Forlì, Miguel Ángel, Pinturicchio, Rafael, Tiziano, Luca Signorelli, Verrocchio y Leonardo da Vinci.

Las más importantes instituciones italianas y europeas han colaborado en una exposición que abre sus puertas mañana día 17 de septiembre y podrá visitarse hasta el 15 de febrero de 2015. Algunas piezas se exhibirán en París por primera vez. Los préstamos de prestigiosas colecciones privadas descubrirán obras espléndidamente conservadas durante generaciones.

De entre todas las obras maestras que podrán admirarse en Los Borgia y su Tiempo. De Leonardo Da Vinci a Miguel Ángel (Les Borgia et leur Temps. De Léonard de Vinci à Michel-Ange) destaca por su peculiaridad una terracota atribuida a Miguel Ángel que se exhibe por primera vez en público y pudiera tratarse de la maqueta de su famosa Piedad del Vaticano. Una escultura de mediano tamaño que el genio florentino conservó hasta su muerte y cuya trayectoria ha sido documentada con exactitud por el investigador estadounidense Roy Doliner, contactado por el restaurador de un coleccionista que creía haber adquirido una pieza barroca.

De entre los miembros de la controvertida familia destacan Rodrigo, César y Lucrecia Borgia. El primero, nacido en Xàtiva (Valencia) como Roderic (Rodrigo) Borja (luego el apellido se italianizó Borgia), llegó a los 24 años a Italia. Tras convertirse en el más rico y poderoso cardenal de Roma, utilizó sus influencias para ser nombrado papa con el nombre de Alejandro VI. Su papado, un auténtico "principado eclesiástico" según Maquiavelo, rodeado de escándalos y siniestros sucesos, marcó historia dado el acusado carácter de gobernante del patriarca de los Borgia. Fue además el primer pontífice en reconocer su progenie: su amante Vannoza Cattanei le dio cuatro hijos, entre ellos César y Lucrecia.

César Borja (italianizado Cesare Borgia) nació en Roma al igual que su hermana. Sospechoso del asesinato de su hermano mayor Juan, a la muerte de éste su carrera, sujeta a las ambiciones de un padre que deseaba extender el poder de los Borgia, tomó un giro diferente ya que de la curia cardenalicia pasó a ejercer una distinguida carrera militar, a veces en peligro por problemas de salud debidos a su excesivo libertinaje. Muerto su padre, cayó en desgracia e incluso llegó a ser encarcelado en España. Consiguió escapar y unirse a su cuñado Juan de Albret, rey de Navarra, en conflicto contra el monarca español, el francés y el papa, muriendo en el campo de batalla con tan solo 31 años de edad.

Respecto a Lucrecia, sirvió también a los intereses familiares. Mujer de gran cultura, estudió música, poesía y literatura y recibió las enseñanzas del humanista Pomponio Leto. Su figura ha sido objeto de numerosas historias sin veracidad suficiente: cuentan que su belleza, muy admirada por sus contemporáneos, fue utilizada por su padre y su hermano César (con quien se rumorea cometió incesto) para llevar a cabo sus maquinaciones, en las que no dudó en utilizar el veneno. Se sabe con certeza que se casó dos veces: primero con Giovanni Sforza en 1493 para orquestar una fusión con el Reino de Nápoles, codiciado por Francia y España, aunque la unión se anuló por no consumación del matrimonio, y en 1498 con Alfonso de Aragón, con quien tuvo un hijo.

Pese a ser objeto de duras críticas y calumnias, especialmente durante el polémico papado de Alejandro VI, la exposición Los Borgia y su Tiempo. De Leonardo Da Vinci a Miguel Ángel (Les Borgia et leur Temps. De Léonard de Vinci à Michel-Ange) pone de manifiesto que los Borgia dejaron en su momento una huella tan profunda que la fascinación por la familia sigue viva hoy en día.

El mechón de pelo de Lucrecia, de cuya propiedad se jactaba Lord Byron, luce ahora conservado en un relicario que refleja el aura mítica que rodea a los miembros de este clan. Y es que ella y los suyos eran considerados por los escritores del siglo XIX como auténticas reliquias: Victor Hugo publicó en 1832 una obra que lleva el nombre de Lucrecia, Paul Verlaine dedicó un poema a César en 1866 y Alejandro Dumas habló en 1840 de los Borgia dentro de una recopilación de crímenes célebres.

La posteridad de los Borgia quedó también inmortalizada en el cine a través de cineastas como Abel Gance o Mario Caserini. Muchas otras películas y series de televisión sobre la familia han contribuido a difundir su leyenda negra, llegando hasta los videojuegos, las historietas de Alejandro Jodorowsky y Milo Manara e incluso un manga en torno a la figura de César, creado por Fuyumi Soryo, que actualmente triunfa en Japón.