El escultor renacentista lombardo Marco d'Agrate se basa aquí en la figura de San Bartolomé, habitualmente representado en relación a su desollamiento, pues según la tradición el apóstol fue martirizado siendo desollado.

Como resultado de su tormento, en ocasiones se le representa despellejado, bien mostrando su propia piel entre las manos como si se tratara de una prenda (caso de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina de Roma desde 1535-1541) o echada al hombro a modo de vestimenta (caso de la pieza de Marco d'Agrate en la Catedral de Milán desde 1562), aunque desde el Barroco se le representa como apóstol, blandiendo un cuchillo como signo alusivo a su martirio que le hace el patrón de quienes trabajan en curtidos y con pieles, en/con carnicerías, encuadernan libros o hacen prendas para vestir.

Posiblemente la obra se inspire en el tratado de anatomía humana "De humani corporis fabrica libri septem", más conocido como "Fábrica", escrito por Andreas Vesalius en 1543, quien se basó en la disección de cadáveres y contó con ilustraciones realizadas por artistas como Johannes Stephanus de Calcar, discípulo de Tiziano.

Marco d'Agrate hizo dos versiones: una en bronce que se conserva en la Cartuja de Pavía (1556) y la de mármol que recibe culto en la Catedral (Duomo) de Milán (1562).

La versión del Duomo se encuentra entre el altar de Santa Inés y el de la Presentación, en el brazo derecho del crucero de la catedral, y constituye una obra de arte tanto desde un punto de vista escultórico como anatómico, con la que el artista traslada el estudio de la anatomía humana a su representación más realista y cruda, llevando a la escultura la atracción por lo anatómico que despertó en el siglo XVI gracias a estudios como el de Vesalius.

Marco d'Agrate reprodujo con suma fidelidad la anatomía de un cuerpo desollado, transformando su obra en un ensayo casi académico. La escultura fue creada para el exterior del Duomo; sin embargo, poco más de un siglo después, en 1664, fue colocado en el interior del templo, en un lugar más adecuado para ser admirado por eruditos y devotos.