Para la Transverberación de Santa Teresa de Jesús que se venera en la capilla de la santa en la Basílica-Catedral de Sulmona, el historiador Gian Giotto Borrelli confirma claramente la fecha de 1697 aunque en la peana de la imagen figure el nombre de Giacomo Colombo y la fecha de 1607, pero según Borrelli este escrito se remonta a una intervención del siglo XIX, de hecho las florecitas pintadas imitan un repertorio anterior y la cifra original debía estar parcialmente desgastada. La referida inscripción está al lado del escudo de armas del obispo Felice Tebri (1818-1829), que hizo trasladar el conjunto desde su propio palacio en Vesto al templo catedralicio.

Es la obra del escultor, pintor y grabador de Este, afincado en Nápoles, más antigua de entre las que se conocen en la región italiana de los Abruzos. Fue realizada en madera tallada, policromada y dorada con unas dimensiones de 200 x 70 x 90 cm (el querubín mide 90 cm de altura). La reciente restauración de 2017, a pesar de haberse excedido en el tratamiento de los paños, ha devuelto luminosidad a la expresión de la mística de Ávila, cuyo rostro, en opinión de Borrelli, se halla muy cercano al de la Dolorosa de Colombo que se venera en Agnone.

Se trata de otro interesante ejemplo de la plástica de Giacomo Colombo (1663-1703), que estuvo muy activo en la zona: a su mano se debe la imagen de San Isidro de la Santísima Trinidad y la de San Roque de la iglesia del mismo nombre, ambas también en Sulmona. Para la Basílica de Santa Maria Assunta, en la cercana localidad de Castel di Sangro, Colombo realizó dos bustos que representan a San Lorenzo y Santa Concordia.

Otra magnífica pieza sobre el tema, un busto que se conserva en el Museo Diocesano "Monseñor Aurelio Marena" de la localidad italiana de Bitonto (imagen superior), se relaciona también con Colombo. Como la Virgen de la Caridad de Cartagena, esta pieza no ha encontrado fácil acomodo en el catálogo del artista, hallándose más vinculada a su círculo de seguidores. De hecho, está más próxima a su Santa Rosa de Viterbo del templo de la Santa Cruz de Moliterno -confundida durante mucho con una representación de Santa Teresa de Ávila- que con la Transverberación de Santa Teresa de las Trinitarias de Madrid (imagen inferior), cuyas líneas parecen inspirarse en el modelo castellano de Gregorio Fernández.

El estilo de Colombo evoluciona desde un barroco fuertemente expresivo y caracterizado de sus primeras esculturas devocionales hacia un gusto elegante y refinado, propio de las nuevas corrientes rococó, que a partir de la segunda década del siglo XVIII instauraron una nueva estación en la escultura napolitana.