LA PUERTA DEL INFIERNO EN MÉXICO
10/06/2016
La obra Máscara del hombre de la nariz rota fue la primera escultura de Auguste Rodin que integró los fondos de Museo Soumaya. El ingeniero Carlos Slim Helú, admirador de la obra de Rodin, buscó en los años 90 la oportunidad de que su país, México, disfrutara, investigara y difundiera a uno de los maestros más importantes del imaginario occidental. La colección, que abrió sus puertas en 1994 en Tizapán, al sur de Ciudad de México, se incrementó paulatinamente y ahora, la sala dedicada a la memoria de los padres del coleccionista, Julián y Linda Slim, exhibe uno de los más destacados acervos de la Era de Rodin. Yeso, mármol, terracota, pasta de vidrio, tinta, gouache, óleo, acuarela de tonos bronce... técnicas y materiales clásicos en los que abrevaron generaciones de creadores que definieron el puente entre la tradición clásica y la modernidad. Adquirida para México, La puerta del Infierno es única en Latinoamérica. Se sumó al acervo del Museo Soumaya después de un largo proceso que comenzó en 2012 entre el Ministerio de Cultura de Francia, el Museo Rodin y la casa fundidora de Coubertin, ambas en París, y la Fundación Carlos Slim en México. Un año después comenzó su fundición, concluida en 2015. Tras el embalaje inició su recorrido en París hacia El Havre. El 4 de abril de 2016, a bordo del barco noruego Höegh Autoliners A.S., se encontraba en una caja que alcanzó las 9.350 toneladas. El 15 de abril tocó Tánger (Marruecos), el 26 llegó a Cartagena (España) y el 28 comenzó su travesía por el Atlántico. El 2 de mayo arribó al puerto de Veracruz. Luego del trámite migratorio, el día 4 se liberó de la aduana portuaria. El conjunto pernoctó en la Plaza Nuevo Veracruz. Al día siguiente, emprendió su viaje definitivo a Ciudad de México. A las 19:20 horas del 5 de mayo de 2016, llegó a Plaza Carso. Ingenieros, museógrafos, trabajadores, expertos todos se dieron a la tarea de levantar La puerta del Infierno. A las 01:48 horas del 7 de mayo se puso en pie y el día 9 se completó al coronarla con Las tres sombras. |
Para celebrar el acontecimiento, el Museo Soumaya. Fundación Carlos Slim ha organizado, junto con el Museo Rodin de París, la muestra La puerta del Infierno, que puede verse hasta el 11 de septiembre de 2016 y busca profundizar y alumbrar uno de los conjuntos escultóricos más representativos del siglo XX, del que emergieron más de 300 figuras. La exposición, trabajada durante casi tres años por ambos museos, comienza y al mismo tiempo finaliza en el vestíbulo de Plaza Carso, sede del Museo Soumaya, que recibe al visitante con la octava fundición de La puerta del Infierno (2013-2015). Las otras siete se encuentra en el Museo Rodin de Filadelfia (1925-1928), Museo Rodin de París (1925-1928), Museo Nacional de Arte Occidental de Tokyo (1930-1933), Museo Kunsthaus de Zúrich (1942-1948), Centro para el Arte Visual Iris y Gerald Cantor de California (1977-1981), Museo de Arte de la Prefectura de Shizuoka (1991-1993) y Galería Rodin de Seúl (1995-1998). Encargado originalmente por el Ministerio de Bellas Artes en 1880, La puerta del Infierno estaba destinada a la entrada del futuro Museo de Artes Decorativas de París. Con el tiempo, la sede pasó de una antigua estación de tren al actual Museo de Orsay. Aunque el proyecto no se concretó, Rodin trabajó sobre el conjunto escultórico hasta su muerte. A raíz de las primeras investigaciones del artista, se acuerda que Adán y Eva flanqueen el conjunto escultórico. A partir de la Divina Comedia de Dante Alighieri surgieron piezas como El pensador, Ugolino y sus hijos y Paolo y Francesca. La influencia del "poeta maldito" Charles Baudelaire se materializa en la sensualidad de las formas femeninas. La desnudez, la necrofilia y el lesbianismo resignificaron el Infierno con piezas como Soy bella, La mártir, Mujeres malditas, Meditación y La Fatiga. No todas las obras que trabajó Rodin fueron integradas en el monumento de inmediato; por ello, algunos elementos desde finales de la década de 1890, fueron agrandados o reducidos, tanto en su forma completa como fragmentaria, provocando así una modificación profunda de su presencia física ante el público. |
Compleja en su definición, La puerta del Infierno resume a través de bajorrelieves, altorrelieves y esculturas de bulto redondo, la diversidad del monumento. Las figuras Genio alado que cae y Cabeza de san Juan Bautista evidencian la maestría de Rodin para adaptar figuras preexistentes a la arquitectura. Es evidente también la habilidad del artista al dar vida a nuevas obras que funden diversas figuras, o bien cambian de posición. En Ilusiones recibidas por la tierra se unen armoniosamente La cariátide y el Torso de Adele. Emblemático en la producción rodiniana, El beso -reproducido en varios tamaños por la casa Barbedienne- da cuenta del éxito que el artista gozó tanto por la crítica como por el público. Octave Mirbeau realizó la primera descripción del conjunto escultórico que se publicó en 1885. En aquella ocasión el poeta le dedicó versos memorables en el periódico La France:
Mención aparte merecen seis vaciados en yeso que Rodin y su taller concibieron para la Exposición Universal del año 1900. Son exhibidos por primera vez en el mundo en la muestra mexicana -que incluye un centenar de piezas divididas en cuatro núcleos temáticos- antes de integrar la exposición La puerta del Infierno el próximo otoño en el Museo Rodin de París. También inéditos son los ochos moldes empleados para las primeras fundiciones. Éstos pueden admirarse gracias al trabajo de restauración conjunto entre el Museo Rodin y la Fundación Carlos Slim. También ha sido restaurado Dante vestido, un yeso inédito, testigo de los estudios del escultor, gracias a la colaboración entre el Museo Rodin y el Museo Soumaya. |
Dirección y horario de la muestra: Plaza Carso. Lago Zúrich 245, Ciudad de México. Diario, de 10:30 a 18:30 horas.
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