III CONGRESO NACIONAL DE
ADVOCACIONES DE JESÚS NAZARENO (II)
GRANADA
25/01/2007
A raíz del III Congreso Nacional de Advocaciones de Nuestro Padre Jesús Nazareno, vamos a realizar cinco especiales dentro de esta sección del portal sobre cinco simulacros de Jesús con la cruz al hombro en nuestro país que nos han merecido un especial interés. Hemos comenzado con la imagen titular de la cofradía anfitriona de Cartagena (Murcia) y ahora vamos a analizar otra pieza de sumo interés que se conserva en la Catedral de Granada. Se trata del retablo de Nuestro Padre Jesús Nazareno, adosado a uno de los muros laterales del espléndido edificio catedralicio, consagrado a Santa María de la Encarnación. La pieza, cuyas trazas se deben a Marcos Fernández Raya (1722), presenta un gran barroquismo gracias a un pronunciado volumen, las siluetas sinuosas, el uso del estípite, el dinámico juego de los motivos vegetales y el recargamiento de los relieves. Todo ello la pone en contacto con el retablo marmóreo para la Virgen de las Angustias, Patrona de Granada, trazado también por Fernández Raya, y la acercan a los exuberantes diseños realizados por Pedro Duque Cornejo para localidades como Sevilla, Córdoba o Umbrete. El retablo consta de dos cuerpos, rematándose el superior por un arco y dividiéndose el inferior en tres calles por columnas de orden compuesto. Las labores de talla fueron iniciadas por Félix Rodríguez y concluidas por José Pablo Narváez en 1724, corriendo a cargo del dorado Francisco Moreno en 1730. Salvo cuatro pequeñas esculturas de querubines alados, toda la decoración de la obra es pictórica, destacando poderosamente el óleo sobre lienzo que representa al titular del retablo en el Encuentro con las Santas Mujeres en la Calle de la Amargura. Atribuido a Alonso Cano, muestra a Jesús doblegado por la carga del madero y consolando con sus palabras a la Virgen que, desolada, sale a su paso, con las Marías arracimadas en el lateral izquierdo del cuadro, enmarcado bajo dosel, y una lúgubre puesta de sol como telón de fondo. Le sigue en importancia el lienzo del Éxtasis de San Francisco de Asís, relacionado con el c írculo del Greco e incluso con su hijo, también célebre pintor, Jorge Manuel Theotokópoulos. Copias de José de Ribera son La Aparición del Niño Jesús a San Antonio de Padua, El Martirio de San Bartolomé, La Magdalena Penitente y un pequeño San Pedro. El resto de lienzos es anónimo, destacando el que representa a San Jerónimo Penitente. |
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