Esta recreación escultórica de la pintura del artista sevillano Salustiano ha sido tallada en madera de cedro a pequeño formato (mide 80 cm de altura) por el paraguayo Hugo Vidal Esquivel, de 57 años de edad, cuyo prolífico obrador de escultura sacra se halla en la localidad de Caacupé, muy cerca de Asunción, capital del país latinoamericano.

Salustiano evoca en su cartel de la Semana Santa de Sevilla 2024 el misterio de la Resurrección, homenajeando de paso a dos magistrales crucificados de la capital hispalense: el Cristo de la Expiración (Cachorro) y el Cristo del Amor, presentes en el perizoma y el juego de potencias, respectivamente.

La interpretación de Esquivel sigue con fidelidad el original, si bien en este caso ha sido realizada de cuerpo completo y no hasta la altura de las rodillas como la obra pictórica. Asimismo, al cobrar tridimensionalidad por su carácter escultórico, incluye la talla de la espalda y de la cabellera siguiendo las líneas trazadas por Salustiano. Es en el sudario donde observamos mayor diferencia, pues el imaginero de Paraguay lo ha realizado con vuelo y de gran longitud, suprimiendo la moña del costado derecho y llegando hasta los pies.

Con esta figura de Cristo Resucitado, Esquivel quiere hacer una llamada a la reflexión y solidarizarse con Salustiano, cuyo cartel para Sevilla ha dado la vuelta al mundo sin dejar indiferente a nadie. Si bien la crítica especializada ha sido favorable en su gran mayoría, las opiniones entre el público se han dividido, siendo especialmente blanco de feroces críticas por parte del sector cofrade al que ha ido destinado el cartel.

Salustiano plasmó en su obra un Dios idealizado como los "kuroi" griegos que toma los rasgos de su hijo Horacio. Sus creaciones parten de virilidades delicadas y feminidades decididas que desafían el sistema normativo establecido.

Para Esquivel, que lleva desde los 12 años en el oficio, el arte es libre y los artistas y artesanos tienen derecho a desarrollar su propio estilo. De momento, su versión del Resucitado de Salustiano no está a la venta. El paraguayo se considera católico practicante, y en el año 2015 hizo entrega al papa Francisco de una de sus imágenes marianas cuando el pontífice visitó la gran basílica de Caacupé dedicada a la Virgen de los Milagros.