RETABLOS AYACUCHANOS, CAJONES DE MARAVILLAS

04/05/2024


 

 

El retablo es un arte de los Andes, más precisamente de la región de Ayacucho. Allí nació, con el nombre de cajón sanmarcos. En la década de 1940, Alicia Bustamante descubrió, admirada, en un viaje por Ayacucho unas pequeñas cajas de madera pobladas por un abigarrado mundo de figurillas de yeso. En esa misma fecha encomendó algunas de aquellas obras de imaginería a uno de los artistas que todavía sabía hacerlas, y las llevó triunfalmente a Lima. De esa manera llegaron los primeros retablos a la capital.

El nombre de retablo que les dio Alicia tuvo buena acogida, a pesar de que quienes los usaron y quienes los habían hecho hasta entonces los conocían como cajas de santero, cajas sanmarco o, simplemente, sanmarcos. Hoy se denominan retablos a todas las cajas decoradas con figuras provenientes de Ayacucho, sea cual fuere su tema.

Originalmente los sanmarcos, sin embargo, no eran sino de una clase y artífices como Joaquín López Antay los hacían especialmente para una clientela: los pastores y campesinos de las comunidades indígenas distribuidas al sur de Huamanga hasta lugares tan distantes como Puno y más lejos aún. El contacto con esos clientes remotos se establecía por intermedio de los arrieros ayacuchanos, quienes recorrían todas aquellas rutas con sus recuas de mulas.

El gran éxito de la película "Retablo", que cuenta la historia de un joven de 14 años que está siendo entrenado por su padre, un maestro retablista ayacuchano, para continuar con el legado familiar, contribuyó decisivamente a que el público internacional pusiera sus ojos sobre esta manifestación de la cultura y folclore de los Andes peruanos. Estrenada en agosto de 2017 en el Festival de Cine de Lima, la cinta peruana, ópera prima de Álvaro Delgado Aparicio, obtuvo enseguida una extraordinaria acogida de público y crítica.

El pasado 2 de mayo se inauguró la exposición Retablo. Cajón de Maravillas, organizada por el Museo de Artes y Tradiciones Populares "Luis Repetto Málaga" y promovida por la Pontificia Universidad Católica de Perú (PUCP) en uno de sus espacios culturales: la Casa O'Higgins, ubicada en el centro histórico de Lima. Reúne más de 70 piezas en diversos formatos, tanto contemporáneas como antiguas de finales del siglo XIX y principios del XX. Podrá ser visitada hasta el próximo 2 de septiembre en horario de 10:00 a 20:00 horas.

 

 

El retablo ayacuchano es Patrimonio Cultural de Perú y representa una de las mayores expresiones de la transculturación y mestizaje andino en el país latinoamericano. Abrir las puertas de un retablo ayacuchano lleva a descubrir tradiciones, costumbres y temáticas religiosas de cada región a través de pequeñas piezas fabricadas a mano donde se destacan técnicas de modelado, escultura y pintura.

El departamento de Ayacucho es una de las zonas más representativas de este arte y concentra los talleres de retablistas; sin embargo, solo un 5 % de sus artesanos pertenecen a la línea de imaginería y forman parte del registro nacional de artesanos (RNA). Por otro lado, el 80 % tienen talleres de reducidas dimensiones ubicados en sus viviendas, donde adaptan zonas para la producción y venta de sus trabajos.

El retablo se caracteriza por estilizadas flores andinas y líneas onduladas en su iconografía. Simulan la estructura a escala de una capilla, que contienen figuras de masilla que representan santos, fiestas costumbristas, escenas de la vida diaria y también de episodios históricos como el conflicto armado que vivió Perú entre 1980 y el 2000.

La iconografía del retablo está muy presente en la ciudad de Ayacucho. Un ejemplo de ello son las tiendas, restaurantes y puestos de periódicos donde se refleja la propia identidad de esta línea artesanal. La producción de retablos es resultado de la tradición familiar, y sus secretos son transmitidos de generación en generación, por lo que los talleres artesanales son de suma importancia para preservar su técnica y no perder su valor cultural.

Las nuevas generaciones de retablistas han continuado el legado familiar y la preservación de la técnica hecha a mano. Además, recientes estudios identifican el vínculo cercano que existe entre el maestro retablista y los aprendices, vínculo que puede comprenderse como de padre e hijo, como narra el film "Retablo". Las técnicas ancestrales continúan hasta nuestros días gracias al trabajo en equipo de los talleres familiares.

 

 

FUENTES

STASTNY, Francisco. Las artes populares del Perú, Lima, Fundación del Banco Continental para el Fomento de la Educación y la Cultura, 1981, p. 153.

PARAGUAY CARRIÓN, Rosse Mery. "Centro de preservación y difusión del Retablo Ayacuchano en la casona Velarde Álvarez", en Laboratorio de Proyectos de Arte y Diseño, Lima, Facultad de Arte y Diseño (FAD) de la PUCP, 2023, p. 71.

 

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