LA IMAGEN DE SAN ROQUE EN LA CATEDRAL DE HUELVA

15/08/2006


 

 

 

La tradición católica, fundamentada en el Acta Brevoria que manos anónimas redactarían en torno a 1430, considera que este santo, de origen francés, dedicó la mayor parte de su vida al cuidado de los enfermos de peste en Italia.

Contagiado del mal, una vez curado decidió regresar a su ciudad natal, Montpellier, pero nunca pudo ver cumplido su deseo, ya que fue acusado de espía y encarcelado, muriendo en prisión en torno al año 1379. A partir de entonces, se propagó una devoción a su figura que alcanzaría gran arraigo en Europa y América.

Iconográficamente, San Roque suele ser representado con atuendo de peregrino y junto al perro que, según la tradición, le alimentó y curó su enfermedad, tras lamerle varias veces las heridas de su pierna, cuando se retiró para evitar contagios al Bosque de Piacenza. De ahí que las figuras del santo acostumbren a remangarse la pierna herida para simbolizar la piadosa curación por parte del animal.

Un interesante simulacro escultórico del santo, prácticamente desconocido, se halla en uno de los retablos de la Santa Iglesia Catedral de Nuestra Seņora de la Merced, de Huelva. Se considera obra manierista del último cuarto del siglo XVI, cronología que compartimos, dotada de esbeltos volúmenes y alargadas proporciones.

Por sus características, estimamos que esta obra se halla muy próxima al estilo de Juan Bautista Vázquez el Viejo, escultor abulense, discípulo de Alonso de Berruguete, que en palabras de la historiadora Margarita Stella, tras afincarse en Sevilla contribuiría al desarrollo de la escultura sevillana del último tercio del XVI.

Especialmente, la talla guarda una estrecha relación con la Virgen de la Piña, de Lebrija (Sevilla), pieza del maestro con la que comparte la equilibrada composición, la elegancia formal, los detalles del severo modelado del rostro (ojos y cejas circulares, párpados hinchados, abultados mechones en el cabello, recta nariz, labios picudos y cerrados, etcétera), la suave inclinación de la cabeza y la serena recreación de los ropajes. Una pieza a descubrir.

 

 

Volver         Principal

www.lahornacina.com