La escultura original, labrada en el año 1211 empleando piedra policromada, ha sido posteriormente muy retocada. El material pétreo se encuentra revestido de planchas de plata repujada con el fin de preservar su integridad, siguiendo una técnica frecuente en la estatuaria del periodo gótico.

Pese a las reformas sufridas, esta efigie de Santiago Apóstol conserva el arcaismo y la frontalidad propios de las trazas románicas. Porta el bordón en su mano y una esclavina regalada por Rajoy en el año 1792. Con la mano derecha señala una inscripción que recuerda a los fieles el lugar donde se encuentra el sepulcro del santo. La policromía también muestra signos de repintes posteriores, especialmente en la etapa barroca.

Se trata de la imagen del santo a la que los peregrinos y visitantes dan el tradicional "abrazo" cuando llegan al templo. Está ubicada en la espléndida Capilla Mayor de la Catedral de Santiago de Compostela. Junto a ella encontramos las populares representaciones de Santiago Peregrino, con las imágenes de los reyes a sus pies, y Santiago Ecuestre derrotando a los sarracenos, esta última tallada en madera policromada por Mateo del Prado.

Delante de la famosa imagen del abrazo siempre hay cuatro luces encendidas, en recuerdo a la ofrenda efectuada por el rey Alfonso XI tras la victoria en la Batalla de Salado, en el año 1340.