PEDRO ROLDÁN Y LA VIRGEN DE LOS DOLORES DEL TEMPLO SEVILLANO DE SAN ALBERTO

Con información de Diego Sousa Márquez (11/04/2025)


 

 

Tras el derribo del Oratorio de San Felipe Neri, regentado por los padres filipenses, durante la Gloriosa en 1868, la dolorosa titular residió en la Parroquia de San Pedro hasta 1893. En 1877 el Oratorio se restauró en la Iglesia de San Alberto, que también sufrió los efectos de la exclaustración, en este caso de los carmelitas calzados. Finalmente, en 1893, la Virgen de los Dolores pasa a ocupar el camarín del retablo mayor de San Alberto junto a la propiedad definitiva de los padres filipenses sobre el templo por bula papal.

Del origen granadino de Francisco Navascués Pérez, fundador en 1698 del Oratorio de San Felipe Neri en Sevilla, deriva la influencia de la dolorosa realizada para la Congregación de Granada -la actual Soledad del Calvario, obra maestra del escultor José de Mora (1671)- en la sevillana. Ambas compartían ser de talla completa, llevar vestimenta de luto y estar arrodilladas sobre un cojín sobre una peana de trono. Antaño, la imagen de Nuestra Señora de los Dolores de Granada poseía las manos entrelazadas, cosa que se replicó en Sevilla, si bien en 1707 las de la dolorosa granadina fueron sustituidas por otras abiertas que se cruzan sobre el pecho. Pero a diferencia de la imagen de Mora, que presenta un dolor más sereno, la sevillana rompe esa serenidad con un claro dramatismo creado con la inclinación de la imagen y con la expresividad barroca que la caracteriza.

A comienzos del siglo XIX, Ceán Bermúdez afirma que la imagen sevillana de Nuestra Señora de los Dolores es de Pedro Roldán, algo que es posible no solo por el estilo del maestro y su taller, sino también por las fechas, ya que el maestro falleció en agosto de 1699. En 1796 se decidió el cambio de imagen de talla completa a imagen de candelero, para lo cual fue mutilada. En 1984, el padre Cayetano Fernández afirma que solo conserva de antiguo la cabeza, aunque posiblemente las manos también sean las originales. En lo que respecta a la policromía, se sospecha que, debido a la evolución de la imagen, haya sido repolicromada debido a esa remodelación realizada a finales del XVIII, y se plantea que esta puede ser del conocido artista Cristóbal Ramos, pero no es posible certificarlo a ciencia cierta.

 

 

La talla se puede comparar con otras dolorosas sevillanas de Roldán: la Virgen del Mayor Dolor de Santa Cruz, la dolorosa de Santiago, y el busto de la sacristía de San Alberto, que podría ser un reflejo de la antigua policromía y modelado de Nuestra Señora de los Dolores.

En 2023 fue restaurada por David Triguero Berjano. Se puede elaborar una comparativa entre el antes y después, en el que se puede discernir una suciedad muy generalizada que no permitía la legibilidad de la pieza, además de las lagunas sobre las correntías de barniz que se han respetado en la medida de lo posible. A eso se suma la reposición de las lágrimas y pestañas que aportan más dulzura a la imagen tiñendo el papel de seda con acuarela.

Se conservan dos piezas de alto valor entre el ajuar de la Virgen de los Dolores. La primera es el perfumero con forma de corazón ardiente, elaborado en latón y plata de ley, que sigue portando hoy en día. La segunda es una roca de aguamarina que porta en el pecho junto al corazón.

 

 

Fotos: Jesús Bermejo Herrera

 

FUENTES

SOUSA MÁRQUEZ, Diego. "La devoción a la virgen de los dolores y la congregación filipense de Sevilla", en Actas del Congreso Internacional Mariano "Me felicitarán todas las generaciones", Arahal (Sevilla), Pontificia, Real y Franciscana Hermandad y Archicofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santa Cruz en Jerusalén, Nuestra Señora de los Dolores, San Juan Evangelista y Santa Mujer Verónica, 2025, pp. 1007-1034.

 

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