Probablemente, el afamado artista barcelonés Agapit Vallmitjana i Barbany (1830-1905) fue, junto con el madrileño Ricardo Bellver (1845-1924), el mayor representante en nuestro país de la escultura sacra del siglo XIX en su vertiente de revival de los grandes maestros del barroco.

La escultura sacra del XIX conoció en España tres corrientes estilísticas, no siempre bien diferenciadas: el academicismo, iniciado en el último cuarto del siglo XVIII bajo la inspiración del arte clásico de Grecia y Roma y como reacción ante el arte rococó; el romanticismo, como reacción a su vez de todos los anteriores pese a que las obras resultan deudoras de los modelos neoclásicos, basado en la exaltación del espíritu y las formas refinadas y melancólicas; y por último, el eclecticismo, que como su propio nombre indica conjuga elementos de todos los estilos artísticos que pervivieron en España, especialmente del barroco. Los dos primeros estilos fueron propios de la primera mitad del siglo, mientras que el eclecticismo predomina en la segunda mitad y es dentro de sus fórmulas adeptas al barroco donde debemos situar las creaciones de Agapit Vallmitjana, que últimamente también es considerado precursor del modernismo (1).

Al igual que su hermano Venanci, también escultor y con el que colaboró estrechamente en numerosas ocasiones, Agapit Vallmitjana se formó en la Escola d'Arts i Oficis Artistics Llotja de Barcelona, donde recibió las enseñanzas de Damià Campeny i Estrada (1771-1885), máximo representante del neoclasicismo en el arte catalán del siglo XIX, cuyas maneras oscilan entre la estatuaria romana y las figuras del maestro Antonio Canova (2). A los 50 años de edad, nuestro artista llegaría a ser profesor de la Escola Llotja y se convertiría en maestro de grandes artífices del modernismo como Pau Gargallo o Josep Llimona (3).

Pese a dedicarse fundamentalmente a la escultura religiosa, cultivando en su mayoría los temas pasionistas y hagiográficos, Agapit Vallmitjana es también creador de una extensa obra civil en la que destacan sus esculturas para el Parque de la Ciutadella de Barcelona, la estatua ecuestre de Jaime I en Valencia y diversos simulacros funerarios para la zona del Levante, de entre los que sobresale el mausoleo de Sor María Micaela del Santísimo Sacramento, Vizcondesa de Jorbalán y fundadora de la Orden Religiosa de las Adoratrices.

Respecto a su obra sacra, su creación más apreciada es el marmóreo Cristo Yacente (1872-1876) que actualmente se conserva en el madrileño Casón del Buen Retiro, del cual hizo una nueva versión en madera policromada para la Semana Santa de Pamplona y cuya composición recuerda los inmortales prototipos sobre el tema instaurados en el siglo XVII por el gallego Gregorio Fernández, principal exponente de la escuela castellana de escultura. También son dignos de mención sus trabajos en las fachadas de la Catedral de Barcelona, para lo cual hizo un soberbio Apostolado, y del Monasterio de Montserrat.

Sin embargo, hemos preferido quedarnos para ilustrar este escrito con otra de sus imágenes más aclamadas: el San Juan de Dios del asilo barcelonés del mismo nombre, por ser una impecable muestra del realismo barroco, tamizado por cierta afectación romántica, que caracterizó las maneras del autor en sus creaciones sacras. Frente a una producción por lo general mediocre, Vallmitjana ofrece con esta obra uno de los hitos de la imaginería española de los dos últimos siglos, y ello sin apartarse de la iconografía habitual del santo hospitalario, que aparece vestido con el hábito de su Orden y consolando a un niño enfermo entre sus brazos.

Junto con el esforzado estudio anatómico de ambas figuras, el centro de atención es la mirada del santo implorando a Dios misericordia para el desvalido, lo que unido a la severidad de los ropajes revela un misticismo no ajeno a las obras de Alonso Cano y su discípulo Pedro de Mena, representantes de la escuela granadina.

BIBLIOGRAFÍA

(1) SUBIRACHS i BURGAYA, Judit. L'Escultura del Segle XIX a Catalunya, Publicacions de l'Abadia de Montserrat, Barcelona, 1994.

(2) RINCÓN GARCÍA, Wifredo. "La Escultura del Siglo XIX", publicado en Cuadernos de Arte Español Historia 16, Madrid, 1992.

(3) SUBIRACHS i BURGAYA, Judit. L'Escultura del Segle XIX a Catalunya, op. cit.