Nos llega desde el grupo Colectivo de Divulgación Histórica y Patrimonial, formado por profesionales egresados de Historia para la difusión del patrimonio histórico y artístico de Tepeaca (Puebla, México), la denuncia de una intervención que ha provocado un daño irreparable en la talla novohispana de origen renacentista del patrón de la ciudad, San Francisco de Asís. Con motivo de este atentado patrimonial se ha pronunciado la Comisión Ciudadana para el Cuidado y Rescate del Patrimonio Cultural Tepeaquense.

Al respecto, se ha presentado una denuncia formal ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). De hecho, representantes del INAH, encabezados por el delegado Manuel Villarruel, acudieron al templo donde se encuentra la imagen para iniciar una investigación y llevar a cabo las medidas necesarias.

La talla estante de San Francisco de Asís mide 170 cm de altura y representa al santo extasiado y estigmatizado por Jesucristo. Es obra de procedencia española, del siglo XVI, realizada en madera tallada y policromada, y llevada al antiguo Virreinato de Nueva España por los colonos con fines evangelizadores.

La intervención ha supuesto la destrucción de la bella decoración al estofado del hábito, posterior a la ejecución de la escultura y compuesta por aplicación de pan de oro en el fondo y, encima, pintura al temple que formaba grandes flores de color rojo muy vistosas con algunas hojas, lo cual daba al conjunto una gran belleza que realzaba la excepcional elegancia de la figura debida al movimiento de los pliegues.

El Colectivo de Divulgación Histórica y Patrimonial denuncia que en junio los sacerdotes del templo tepeaquense de San Francisco de Asís anunciaron la restauración del santo sin dar más detalles. Un mes después, el artesano Ángel Daniel Tlacuatl publicó una foto de la talla en redes sociales carente ya de su policromía, completamente lijada y despojada parcialmente, por tanto, de su valor artístico e histórico. Dicha publicación fue borrada al poco tiempo. Según el Colectivo, dicho artesano carece de credenciales y conocimientos en el campo de la restauración, y aun así la autoridad parroquial le encargó el cometido sin contar, además, en ningún momento con la autorización del INAH.

De acuerdo con los profesionales, lo expuesto en las fotografías no es parte de un proceso normal de restauración llevado a cabo por parte de personal cualificado, puesto que en dicha intervención se intentaría conservar la mayor parte de la decoración original, marcando claramente las zonas que se hubieran podido rescatar debido al deterioro con el fin de que futuros expertos no confundan las partes originales.

El Colectivo apunta también que el santo se mostró en un taller montado tras la oficina parroquial, pero las evidencias les hacen creer que la talla salió del antiguo convento franciscano, puesto que las fotos difundidas por el artesano muestran un espacio completamente diferente que no coincide con el mencionado taller.

Asimismo, desde el Colectivo afirman que fue el párroco Fernando Sedano López quien decidió proceder con la intervención que resultó en el daño irreparable de la escultura y que no daría más declaraciones hasta después del dictamen del INAH. Es de notar la ausencia del artesano que realizó el daño.

Actualmente, la escultura novohispana anónima de San Francisco ya se encuentra a resguardo en el convento de Tepeaca, las labores de intervención en la misma han sido paralizadas y hay un procedimiento jurídico en curso. La ciudad mexicana está por tanto a la espera de los resultados de las resoluciones tomadas por parte del INAH, así como de la aplicación de las sanciones por daños al patrimonio que se estimen pertinentes.

Si quieren denunciar cualquier tipo de agresión al patrimonio histórico-artístico de su ciudad, diríjanse a nuestra dirección de correo electrónico lahornacina@lahornacina.com