MEDITERRÁNEO. DEL MITO A LA RAZÓN
27/02/2014
Eros y Psique Segunda mitad del siglo II d.C. |
Introducción Las exposiciones que la Obra Social "la Caixa" dedica desde hace años a las grandes culturas del pasado tienen como misión mostrar al público las distintas formas en que hombres y mujeres de diversos lugares y épocas se han enfrentado a las grandes cuestiones universales, así como ampliar las perspectivas sobre el mundo a partir de las más recientes investigaciones históricas y arqueológicas. Las muestras dedicadas a los sumerios, los etruscos, la cultura de Teotihuacán, el Imperio persa o los tesoros del Reino de Arabia Saudí han permitido subrayar los vínculos entre el mundo antiguo y el mundo actual, presentando la cultura como una realidad viva, fruto del conocimiento y los intercambios entre pueblos. Mediterráneo. Del Mito a la Razón se suma a esta larga lista de exposiciones organizadas por la Obra Social "la Caixa" en los últimos años para presentar el mundo grecolatino desde una perspectiva extraordinariamente próxima, un reflejo de las aspiraciones y contradicciones de los hombres y mujeres de hoy. En una época globalizada, en la que la economía y los centros de decisión del mundo se han desplazado hacia nuevas áreas geográficas, el paisaje y la cultura del Mediterráneo siguen siendo una referencia universal. Mediante una extraordinaria colección de obras de arte, la muestra profundiza en los valores que, entre el siglo VI a.C. y el IV d.C., crearon una nueva forma de ver el mundo y que se han convertido en un hito crucial para la evolución de la historia humana. Mediterráneo. Del Mito a la Razón está comisariada por Pedro Azara, profesor de Estética en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, y ha contado con la colaboración de Gregorio Luri, filósofo, en la concepción de la exposición. El pasado, el presente y el futuro del Mare Nostrum se dan la mano en Mediterráneo. Del Mito a la Razón, un ambicioso e inédito proyecto de la Obra Social "la Caixa". Este enfoque cultural y filosófico que acoge CaixaForum Barcelona se complementa con la visión científica y medioambiental del Mediterráneo. Nuestro mar, como nunca lo has visto. Esta muestra, que se exhibe de forma paralela en CosmoCaixa Barcelona, ofrece una visión de este mar desde sus orígenes, descubriendo sus particularidades biológicas y geológicas. También reflexiona sobre la relación actual de los humanos con el mar y sobre su sostenibilidad. |
Prometeo y Atenea creando al Primer Hombre Hacia 185 d.C. |
El Mediterráneo: un lugar físico y mental esencial en el devenir europeo El Mediterráneo que la exposición Mediterráneo. Del Mito a la Razón retrata es un espacio imaginario o mental que se superpone al espacio físico. Un lugar donde una serie de pueblos generaron nuevas concepciones del mundo que han sido esenciales en la formación de los valores culturales europeos. Durante el primer milenio antes de Cristo se desarrollaron culturas diversas -fenicios, griegos, jonios, tirrenos, cartagineses, romanos, etcétera- que compartieron su visión del mundo. Estas culturas tienen en común su vida a orillas del mar, y por ese motivo la exposición -dividida en cuatro grandes ámbitos- empieza relatando los viajes que dieron lugar a los mitos fundadores. A continuación, la muestra efectúa un corte en la historia de las ideas y rescata tres aportaciones que surgieron entre el Próximo Oriente antiguo, Grecia y Roma, cambiando la forma de relacionarse con el mundo:
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Crátera Hacia 440-430 a.C. |
Un viaje por la historia del pensamiento a partir de 165 obras Uno de los grandes alicientes de la exposición es la selección y el juego de asociaciones establecido entre las 165 obras que la componen, que, más allá de la calidad de su factura, se presentan como testimonio de ideas, visiones de la realidad, aspiraciones y anhelos. Mediterráneo. Del Mito a la Razón cuenta con un total de 165 obras, procedentes de 32 instituciones, la mayoría de ellas museos griegos e italianos. Entre estas, destacan, por el número de obras incluidas en la muestra, el National Archaeological Museum de Atenas, el Museo Archeologico Nazionale di Napoli y el Skulpturensammlung del Staatliche Kunstsammlung Dresden. Las obras de los museos griegos han podido viajar a la exposición gracias a la colaboración del Ministerio de Cultura y Deportes de la República Helénica, así como de la Embajada de Grecia en España. La exposición se completa con una reconstrucción virtual en gran formato del ágora de la Atenas democrática, realizada mediante animación por ordenador. Se trata de una producción de la Obra Social "la Caixa", obra de los arquitectos Eric Rusiñol y Marc Marín en la que, sobre el actual yacimiento arqueológico -escaneado mediante fotogrametría-, se ha superpuesto la reconstrucción virtual de los edificios y monumentos existentes en los siglos V-IV a.C., como por ejemplo las sedes del poder legislativo y el poder ejecutivo, el monumento a los héroes epónimos, el Pórtico Real, la Casa de la Moneda o el templo de Hefesto. La proyección incorpora filmaciones y fotografías actuales para establecer una relación entre el pasado y el presente. Con motivo de la exposición Mediterráneo. Del Mito a la Razón, se ha publicado un catálogo (editorial Tenov) que recoge textos del comisario de la muestra, Pedro Azara, así como de Carlos García Gual, Maria Lagogianni-Georgakarakos, Gregorio Luri y Josep Montserrat Torrents. Asimismo, la Obra Social "la Caixa" ha programado un amplio abanico de actividades, entre las que destaca Mediterráneo, Ayer y Hoy: de las Polifonías Sardas a la Nueva Canción de Protesta Árabe (del 9 al 30 de marzo, a las 19:30 horas), un ciclo de cuatro conciertos donde se mezclan distintas latitudes y épocas, todas ellas bañadas por el Mare Nostrum. También se celebrará un ciclo de cine, En Busca de los Mitos Escondidos (del 23 de mayo al 27 de junio de 2014, a las 19:00 horas), donde se relacionarán algunas de las figuras míticas fundamentales y su traslación al celuloide. Pedro Azara también coordina el ciclo de conferencias El Mediterráneo. De los Enigmas del Mundo al Misterio del Alma (del 6 de marzo al 10 de abril de 2014, a las 19:30 horas) y el seminario Mediterráneo: Mitos y Viajes (del 10 al 31 de marzo de 2014, a las 11:30 horas). La programación se completa con actividades específicas para personas mayores, familias y público escolar, así como con visitas comentadas para todo tipo de públicos. |
Irene Siglo I d.C. |
La mitología. Los viajes que fundan el Mediterráneo En el principio de los tiempos, el cosmos era un enigma simbolizado por seres amenazantes contra los cuales era imposible luchar. El mar Mediterráneo estaba repleto de monstruos marinos y dioses furibundos que desencadenaban tormentas. Por tanto, el Mediterráneo era un lugar de perdición; sin embargo, la invitación al viaje resultaba irresistible para muchos. Los desplazamientos por mar eran más sencillos y seguros que por una tierra infestada de peligros aún mayores. Criaturas tan dañinas como el toro de Maratón, el león de Nemea o el gigantesco jabalí de Erimanto recorrían las tierras ribereñas. "Los que estamos entre las columnas de Hércules y el río Fasis habitamos una pequeña porción de tierra, viviendo en torno al mar como hormigas o ranas en torno a una charca", decía Platón. A orillas del mar, la vida era agradable. Sin embargo, era el control de las aguas, antes que el de la tierra cultivada, lo que señalaba el nivel de desarrollo de una cultura. El ser humano era civilizado en la medida en que era capaz de domar a los caballos que tiraban del carro de Poseidón, dios de los mares. Igualmente, las ciudades como Atenas, doctas en artes navales, eran grandes y "virtuosas", según nos cuenta Sófocles en una de sus tragedias sobre el desventurado Edipo. |
Esfinge apresando a un Guerrero Segunda mitad del siglo I d.C. |
El cosmos. Los enigmas del mundo En la Antigüedad, el cosmos era un enigma. Era considerado como la morada de los dioses, cuyas peripecias eran narradas a través de los mitos, con los que se pretendía dar una explicación sobre el origen y desarrollo del mundo habitado por los hombres. La Esfinge fue enviada a los humanos por los dioses. Era un ser híbrido de seductora cara femenina y cuerpo de león alado, con garras y cola serpenteante. Asentada en lo alto ante las puertas de Tebas, planteaba un enigma al caminante, de tal forma que este únicamente podía hallar la respuesta mediante la reflexión. Aclarar los engañosos acertijos de la Esfinge equivalía a enfrentarse sin miedo a los misterios del mundo y del ser humano a través del pensamiento. Hacia el siglo VI a.C., en las costas jonias y en la Magna Grecia la pregunta de los hombres acerca del cosmos cambió: la cuestión ya no residía en el "cómo aconteció", que suponía recurrir a explicaciones trascendentes sobre la creación, sino en "qué lo constituía", cuáles eran los elementos y raíces del mundo. Así pues, los héroes de esta nueva era fueron los filósofos e historiadores, que ahondaron en la oscuridad proyectada por la Esfinge no tan solo al contar lo que veían, sino también al buscar las razones que explicaban los hechos e intentar resolver los enigmas del mundo. |
Sócrates Copia de un original del siglo IV a.C. |
El espacio común. La ciudad dialogante Después de largos siglos de monarquía y gobiernos oligárquicos, a partir de finales del siglo VII a.C. se impuso en Atenas un régimen de tiranías respaldadas por las clases populares, hastiadas de los abusos de la aristocracia y de los reyes-sacerdotes. A raíz de la fuerte crisis política y social que se produjo a finales del siglo VI a.C., una serie de reformadores, desde Solón hasta Pericles, fueron realizando profundos cambios que culminaron en la instauración de la democracia. La igualdad ante la ley, la equidad y la libertad de expresión fueron los principios fundamentales de la democracia ateniense. Los ciudadanos tenían derecho a proponer, decidir y votar sobre asuntos de legislación, economía, religión, política interior y exterior, guerra y paz. Gracias al sistema de sorteo, tenían la posibilidad de juzgar en los tribunales o de asumir un cargo en la administración de la ciudad. A este periodo de democracia corresponde el mayor esplendor de Atenas. El sistema sufrió altibajos y algún golpe de Estado, pero se mantuvo hasta que en el año 322 a.C. Macedonia conquistó Grecia y se reinstauró la monarquía. La democracia no volvería a aparecer en el mundo hasta la Revolución Francesa. |
La Academia de Platón 110-80 a.C. |
La persona. El misterio del alma En la Grecia arcaica, el alma (psyché en griego) no era más que un ente espectral sin consistencia que chillaba como un murciélago cuando la muerte la privaba de su soporte corporal, considerado el verdadero yo del hombre. El espíritu carecía de valor, ya que después de la muerte era condenado a vivir en el inframundo. La preocupación por el alma aparece entre los siglos VII y V a.C. Ferécides de Siros, contemporáneo de los legendarios Siete Sabios y posible maestro de Pitágoras, fue el primer autor occidental que defendió la autonomía e inmortalidad del alma. Para Sócrates la preocupación por el conocimiento y el cuidado del alma era absolutamente central. Hipócrates, el hombre que unió la filosofía y la medicina, formuló la pregunta más importante que podemos dirigirnos a nosotros mismos: "¿Qué es el hombre?". Y Heráclito nos ofreció la expresión que la complementa: "Emprendí la búsqueda de mí mismo". En el siglo I de nuestra era, Plutarco escribió que la virtud ética se encontraba en la excelencia de la conducta humana, y nos recordó que Pitágoras ya había descubierto que esta solo era posible educando adecuadamente las distintas partes del alma humana. |
Crátera de volutas con Jason y el Vellocino de Oro Hacia 340-330 a.C. |
Epílogo: el último viaje de Ulises En el siglo V a.C. los relatos de Homero y Hesíodo acerca de las tropelías de los dioses para con los humanos se consideraban aceptables siempre y cuando no fueran interpretados literalmente, sino como alegorías de los envites del alma en su tránsito por la Tierra. Episodios como los trabajos de Hércules o el castigo que Poseidón infligió a Ulises por haber derribado los muros de Troya y haber herido a su hijo Polifemo, empezaron a ser leídos como imágenes eficaces de los desafíos a los que el alma se veía sometida en vida. Pródico de Ceos contaba a principios del siglo IV a.C. cómo hasta el propio Heracles, que personificaba la fortaleza del espíritu humano, dudó en la elección entre avanzar por el camino de la virtud, áspero y doloroso, o dejarse llevar por la tentadora senda del placer. Esta elección determinaría la suerte de la humanidad. Cabe preguntarse sobre lo acertado de su elección. Tanto las pruebas de Heracles como los viajes de Ulises acontecieron en otra era, anterior al tiempo histórico. Sin embargo, a finales de la Antigüedad se convirtieron en una metáfora de las incertidumbres del alma. El mito dejó de narrar aventuras extraordinarias de seres sobrenaturales para hablar de la vida interior y acercarse a las vivencias de cualquier ser humano. |
Europa y el Toro Hacia 25-45 d.C. |
Del 28 de febrero al 15 de junio de 2014 en CaixaForum Barcelona
(Francesc Ferrer i Guàrdia, 6-8) Horario: lunes a domingo y festivos, de 10:00 a 20:00 horas.
www.lahornacina.com