POST-PICASSO: REACCIONES CONTEMPORÁNEAS

05/04/2014


 

 

Introducción

El Museu Picasso de Barcelona presenta, del 6 de marzo al 29 de junio de 2014 Post-Picasso: Reacciones Contemporáneas. La muestra, organizada y producida por el Museu, cuenta con el comisariado del especialista internacional Michael FitzGerald y es la primera exposición consagrada a mostrar, a escala global, la importancia de Pablo Ruiz Picasso (Málaga, 1881 - Mougins, 1973) en el arte contemporáneo, a través de la exploración de la notable relevancia de su obra en el arte actual.

Dentro del programa de actividades organizado en torno a esta exposición, destaca la mesa redonda que se celebrará el jueves 6 de marzo de 2014, a las 19:00 horas, en la sala de actos del Museu, que contará con la presencia del comisario Michael FitzGerald y de los artistas Bedri Baykam, Atul Dodiya, Ibrahim el-Salahi, Zhang Hongtu y Constanza Piaggio, que hablaran de la vinculación entre su obra y la de Picasso.

Esta exposición examina las reacciones de artistas contemporáneos a la obra y la vida de Pablo Picasso durante los cuarenta años transcurridos desde su fallecimiento en el año 1973. Aunque a lo largo de su vida Picasso ejerció una influencia indiscutible sobre el arte. Durante las últimas cuatro décadas su relevancia para los artistas contemporáneos ha resultado polémica, y en términos globales se considera que otros artistas históricos, sobre todo Marcel Duchamp, han tenido una mayor trascendencia para el arte reciente. Esta muestra aborda la cuestión de si Picasso sigue siendo relevante para el arte contemporáneo, y examina las diversas maneras en que los artistas se relacionan con su obra.

Tal y como prueban las 58 obras expuestas en las salas, algunas de las obras más significativas de las últimas décadas las han creado artistas contemporáneos en respuesta al trabajo de Picasso. Reinterpretan los significados de la obra picassiana, liberando su legado de las restricciones impuestas por ideologías del pasado. Exploran y disputan el estatus del artista sin reservas. No perciben a Picasso como paradigma de la vanguardia artística europea del siglo XX, sino que para muchos de ellos es un modelo polivalente para abordar la expansión y diversificación, a nivel universal, del arte contemporáneo en el siglo XXI.

Esta exposición presenta el trabajo de 41 artistas procedentes de África, Asia, Europa, Oriente Próximo, Estados Unidos y Latinoamérica. Esta diversidad refleja el extraordinario alcance geográfico del impacto que ha tenido Picasso sobre el arte contemporáneo. Además de confirmar el carácter global de las respuestas artísticas a Picasso, la gran variedad de obras en la muestra también prueba la relevancia actual de esa relación, pues muchas de las piezas son creaciones posteriores al año 2000.

La muestra Post-Picasso: Reacciones Contemporáneas se divide en cinco secciones que reflejan las preferencias de los artistas contemporáneos a la hora de abordar determinados aspectos de la obra picassiana: dos de sus obras maestras, Guernica y Les Demoiselles d'Avignon, y tres fases de su evolución, las obras tardías, el surrealismo y los períodos azul y rosa. Estos cinco temas definen las cinco partes diferenciadas e interconectadas que vertebran la exposición, y representan constelaciones artísticas en las que los creadores no solo se implican con Pablo Picasso sino también con la obra de otros artistas contemporáneos e históricos. El montaje de la exposición presenta una serie de intercambios multidireccionales, centrados tanto en las respuestas artísticas individuales a Picasso, como en las interrelaciones entre las obras coetáneas expuestas.

 

 

Guernica

La repercusión internacional del Guernica (1937) sigue teniendo un gran impacto. Desde principios de los setenta el tema humanitario y el atractivo público del mural han inspirado a muchos artistas no occidentales a producir obras que analizan los retos políticos del momento.

El artista indio M.F. Husain utilizó el Guernica como modelo para su ciclo Mahabharata, toda una declaración sobre la partición del país y las guerras que la siguieron, creado para la edición de 1971 de la Bienal de São Paulo. En los últimos años, Atul Dodiya (India) se ha apropiado de las imágenes del Guernica para reflexionar sobre la violencia crónica en el cuadro Lamentación, que conmemora el quincuagésimo aniversario de la independencia del país. Faith Ringgold aborda las cuestiones de la violencia cubana y las relaciones raciales en los EUA durante la década de 1960 a través del precedente de Guernica.

El Guernica también ha sido una inspiración de gran importancia para artistas africanos y de Oriente Próximo, como Dia Al-Azzawi (Irak), cuya obra No somos Visibles sino Cadáveres trata la causa palestina, e Ibrahim el-Salahi, que en Lo Inevitable (imagen superior) trata temas de represión política y de liberación en Sudán, su país de origen. Entre los artistas europeos, Goshka Macuga (Polonia) y Rineke Dijkstra (Holanda) analizan el legado del Guernica y la cuestión de si los artistas del siglo XXI pueden impulsar todavía el cambio social.

 

 

Cubismo

A pesar de que ya ha transcurrido más de un siglo desde el nacimiento del cubismo, la naturaleza conceptual del movimiento y su gran diversidad de sistemas de representación siguen inspirando a artistas hoy en día.

Tanto el argentino Guillermo Kuitca (en la imagen superior, su obra Sin Título) como George Condo (Estados Unidos) examinan su legado integrando la cuadrícula y la fusión de planos del cubismo analítico con el gran formato de la pintura de finales del siglo XX.

Zhang Hongtu (China) utiliza la introducción de palabras y cifras en sus composiciones pictóricas para reflexionar sobre acontecimientos actuales. En la pieza Nido de Pájaro recurre a los planos fragmentados del cubismo para deconstruir el estadio de los Juegos Olímpicos celebrados en Pekín, y protestar contra el trato que recibe el Tíbet por parte de China mediante referencias verbales al país y a los derechos humanos.

Por su parte, Sean Scully (Irlanda) reflexiona sobre la reconstrucción cubista de la figura humana en un proceso pictórico espontáneo que desemboca en la abstracción.

 

 

Les Demoiselles d'Avignon

La obra Les Demoiselles d'Avignon (1907) sigue centrando el interés de artistas que abordan dos temas esenciales de la creación contemporánea: la manera en que juzgamos la originalidad en el arte occidental moderno, y las complejas relaciones multiculturales en el mundo actual.

El turco Bedri Baykam (en la imagen superior, su obra El Harén de Aviñón cumple Cien Años) explora la conexión entre las tradiciones artísticas de Europa y Oriente Próximo; Vik Muniz (Brasil) se plantea la cuestión de la "obra maestra" representando solo el dorso del famoso cuadro; mientras que Fred Wilson (Estados Unidos) cuestiona directamente aquellos juicios de creatividad y dominio cultural que han convertido Les Demoiselles d'Avignon en un paradigma del arte del siglo XX.

Entre la gran diversidad de artistas africanos, Gavin Jantjes (Sudáfrica) ha creado una de las reflexiones más complejas sobre Les Demoiselles d'Avignon de Picasso, plasmando su visión tanto de las visiones europeas de las culturas africanas, como de las visiones africanas del arte europeo. Romuald Hazoumé (Benín) incorpora estas reflexiones a las máscaras africanas que tanta influencia ejercerían sobre los artistas europeos como Pablo Picasso. Daniel Boyd (Australia) amplía el campo geográfico para incluir el recurso picassiano al arte de sus antepasados aborígenes en Oceanía.

La amplia respuesta de los artistas africanos al uso por parte de Picasso del arte no occidental en su obra, es primordial en esta exposición. Este elemento se analiza a través de la influyente obra de Chéri Samba (República Democrática del Congo), representada por un Tríptico que aborda la posición de artistas africanos en el mundo contemporáneo. La obra de Calixte Dakpogan (Benín) aborda temas sobre la historia y la mortalidad a través de la reutilización de objetos reciclados así como por los títulos que les otorga, criticando en el proceso la manera en que se relaciona Occidente con África. 

 

 

Época Azul y Época Rosa

Más de un siglo después de que Pablo Picasso realizase las obras de los períodos azul y rosa, los artistas de las primeras décadas del siglo XXI las están situando en el centro de algunas de las investigaciones más rigurosas de la experiencia contemporánea. A diferencia de los que han llegado a criticar estas obras por su belleza y sentimentalismo, estos artistas, como Constanza Piaggio & RES, responden al sobrecogedor contraste entre la exquisita plasmación de Picasso y su temática de pobres y desamparados trabajadores, símbolos de las injusticias económicas de nuestro tiempo.

Vik Muniz (Brasil) recupera la figura abatida de La Planchadora (1904) del período azul para analizar la condición de los cartoneros que escarban entre los enormes vertederos de basura en Río de Janeiro.

Varios artistas han adaptado las reflexiones picassianas sobre la problemática relación establecida entre el artista y su tiempo, plasmada en sus personajes teatrales de saltimbanquis y arlequines, para examinar la situación del artista en la sociedad de hoy en día, caracterizada por la celebridad mediática y el intercambio comercial. Por ejemplo, Folkert de Jong (Holanda) utiliza compuestos petroquímicos para modelar figuras que evocan los tristes artistas circenses, y abordar así, tanto la posición del artista en la sociedad contemporánea, como las actuales amenazas medioambientales. La estadounidense Rachel Harrison (en la imagen superior, su obra titulada Sops for Cerberus) explora la naturaleza de la experiencia estética yuxtaponiendo figuras picassianas a la de la fallecida cantante y compositora Amy Winehouse.

 

 

Obra Última

En las últimas décadas de producción artística de Pablo Picasso, su notoriedad y su gran éxito comercial suscitaron algunas dudas sobre sus logros artísticos. La reputación del genio malagueño como el artista más destacado del siglo XX se puso en tela de juicio, y sus obras más recientes fueron criticadas como el producto de un artista demasiado viejo y débil para controlar su oficio, e incapaz de juzgar la calidad de su trabajo. Además, a medida en que los medios conceptuales y performativos cobraban valor, la pintura parecía tener menos importancia para el arte contemporáneo.

El maniquí creado por Maurizio Cattelan (Italia) que representaba a un Picasso envejecido era un comentario sobre la figura de un artista más conocido por su fama que por su arte. Cattelan colocó el maniquí en diversos lugares como salas de museos, aceras urbanas y sesiones fotográficas.

Sin embargo, en las cuatro décadas transcurridas desde la muerte del pintor malagueño, la gran libertad técnica y la valiente representación de la vejez que caracterizaron su última etapa han merecido muchos elogios. La obra tardía de Picasso ha sido fuente de inspiración para artistas jóvenes como Jean-Michel Basquiat (en la imagen superior, su obra Sin Título (Pablo Picasso) del año 1984), que lideró el resurgimiento de la pintura de las últimas décadas y consideraba el estilo tardío de Picasso el precedente de la combinación de técnicas pictóricas tradicionales con las marcas toscas del grafiti.

 

 

Surrealismo

El interés de Picasso por el surrealismo en los años 20 y 30 ha llevado a muchos artistas de estilos diversos a explorar las representaciones de la sexualidad y la creatividad como procesos desinhibidos y en constante transformación. Entre la amplia gama de propuestas encontramos desde la de Frédéric Bruly Bouabré (Costa de Marfil), cuya extensa serie de variaciones sobre la forma humana examinan el potencial ilimitado de la imaginación, hasta la de Tadanori Yokoo (Japón), cuya fascinación por las cascadas de agua invocan su sentido del arte como fuerza de transformación apabullante.

Los estadounidenses Carroll Dunham y Jasper Johns estudian la interacción de lo espontáneo y lo planificado dentro del proceso creativo. Hany Armanious (Australia) da un vuelco a las expectativas al tratar los objetos cotidianos con la misma devoción que se confiere a las obras de arte.

Elaine Riechek (Estados Unidos) atrapa el símbolo picassiano de violenta creatividad y sexualidad, el minotauro, en un bordado realmente minucioso. Por su parte, Atul Dodiya (India) se apropia del Retrato de Jaume Sabartés con Gorguera (1939) -perteneciente a la colección del Museu Picasso de Barcelona y expuesto en la Sala B1- en Las Uvas Verdes (imagen superior) para autorrepresentarse como dios de la imaginación y de la consciencia dentro de la historia hindú de la creación cósmica.

 

 

Del 6 de marzo al 29 de junio de 2014 en el Museu Picasso de Barcelona (Montcada 15-23) Horario: martes a domingo, de 09:00 a 19:00 horas; los lunes, cerrado; a partir del 20 de marzo, todos los jueves abierto hasta las 21:30 horas. La exposición ocupa las tres plantas del Palacio Finestres. El catálogo, de 208 páginas (que incluye obras como la de la imagen superior: Quel avenir pour Notre Art? (1997) de Chéri Samba), ha sido editado en catalán, castellano e inglés por la Fundación Museu Picasso de Barcelona.

 

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