INCÓLUME. BODEGONES DEL SIGLO DE ORO
27/01/2016
Tomás Hiepes Bodegón con Frutas y Jarrón con Flores |
Introducción La muestra Incólume. Bodegones del Siglo de Oro presenta en el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) un conjunto extraordinario y en su mayoría inédito de bodegones y floreros de artistas del siglo XVII. Las diecinueve pinturas que la componen, procedentes de una colección privada, ingresan en el MNAC en depósito por cinco años. Una vez finalizada la exposición, el próximo 28 de febrero de 2016, se incorporarán a la nueva presentación de la colección de arte del Renacimiento y Barroco. Estas obras enriquecen de forma extraordinaria la colección de bodegones del MNAC, colmando lagunas, haciendo que aumente en calidad artística, en subgéneros, en tipologías y en variedad de autores, y ayudando a completar una visión panorámica de la pintura del Siglo de Oro. La exposición Incólume. Bodegones del Siglo de Oro presenta obras de siete pintores que hasta ahora no estaban representados en la colección: Juan de Arellano, Antonio Ponce, Juan de Espinosa, Tomás Hiepes, Agustín Logón, el Maestro de Stirling-Maxwell y el Maestro de las vanitas escritas, además de Pedro de Camprobín y Juan van der Hamen, de quienes el museo ya contaba con más obras. Ninguna de estas pinturas había participado antes en una exposición y sólo alguna de ellas ha sido publicada con anterioridad. Este excepcional conjunto viene a sumarse a los bodegones del Siglo XVII español que ya posee el MNAC, entre los que destacan pinturas conocidas internacionalmente como Bodegón con Cacharros y Bodegón con Plato de Membrillos, ambas de Francisco de Zurbarán, Cesta de Manzanas, Membrillos y Granadas, de su hijo Juan de Zurbarán, o Bodegón con Mesa Servida de Juan van der Hamen. |
Maestro de las Vanitas escritas Vanitas |
Bodegones del Siglo de Oro Las bodegones realizados durante el Siglo de Oro están estrechamente relacionados con el pensamiento, la poesía y el teatro de la época, y no surgen únicamente de la experiencia estética de la pintura. Son la culminación de las tendencias realistas del norte de Europa y fruto del humanismo renacentista. Se caracterizan por su austeridad y sobriedad, y por presentar composiciones organizadas de manera simétrica. Hasta hace pocas décadas, los bodegones eran considerados como unos simples elementos de decoración y a menudo eran ignorados en la historia de la pintura. Sin embargo, más allá de la representación de los alimentos de la cocina o de los cuadros de flores con los que se adornaban los altares, estas obras trascienden el contexto cotidiano y se convierten en obras con un fuerte mensaje simbólico, relacionado con el contexto histórico y moral en el que fueron creadas. Cada elemento, los diferentes tipos de frutas y flores, tiene un significado simbólico, y las diferentes composiciones aluden a temas como el carpe diem, el paso del tiempo y la muerte agazapada en la belleza. Son una experiencia estética basada en la contemplación de lo cotidiano que apela no sólo a la vista si no también al resto de los sentidos, especialmente al gusto y al olfato, así como también a la memoria. |
Antonio Ponce El Mes de Mayo |
La colección de arte del Renacimiento y Barroco El MNAC posee un fondo importante de arte del periodo del Renacimiento y el barroco, en total casi 1.400 obras de arte (entre pintura, escultura y artes decorativas), que podrá verse bajo una nueva luz gracias a la nueva presentación que prepara el museo. Esta nueva presentación permitirá hacer visible el Legado Cambó de forma conjunta con el resto de la colección, integrará las obras del depósito de la Colección Thyssen-Bornemisza, que cuenta con piezas de calidad excepcional de artistas como fra Angelico, Rubens o Canaletto y pondrá en valor el arte catalán junto al que se realizaba en el resto de Europa. En cuanto a la pintura del siglo XVII, el fondo se reduce a 120 obras entre las que algunas son conocidas internacionalmente, como las realizadas por los maestros del Siglo de Oro de la pintura española como José de Ribera, Francisco de Zurbarán, Diego Velázquez, Juan Bautista Maíno o Francisco Ribalta, entre otros. |
Juan van der Hamen Bodegón de Frutas y Jarrón |
Tipos de bodegones En los cuadros de la muestra podemos observar la disposición de productos naturales y artificiales ordenados de forma agradable a la vista, es decir, una naturaleza doméstica por la acción humana. Desde la despensa rústica de una casa de campo, que pretende informar de la vida sencilla de la gente humilde, hasta una mesa servida con la representación minuciosa de los objetos, para una clientela selecta que quería mostrar su ajuar. También hay espacio para el subgénero de los floreros, con su vertiente decorativa y simbólica, así como una vanitas que reflexiona sobre el carácter transitorio de la existencia. Se trata de un mundo en el que el tiempo parece que no ha pasado, porque la composición ha quedado inalterada, intacta, quieta, muerta. La vida se ha detenido, y la belleza ha permanecido incólume. Uno de los bodegones más tradicionales es la despensa de una casa de labranza. Una composición agradable a la vista donde se disponen productos de la naturaleza, ya sea de forma ordenada o medio improvisada. Tras estas escenas, como hemos dicho, se esconde el mensaje, a menudo mitificado, de la vida sencilla y tranquila de los campesinos. Una versión modernizada del concepto de despensa rústica son las repisas escalonadas de Van der Hamen. Una novedad quizá introducida con la llegada a Madrid del erudito Cassiano dal Pozzo, en 1626, quien conocería los comentarios de Plinio el Viejo sobre obras similares de la Antigua Roma. Las pinturas de pequeño formato en las que vemos un plato o una cesta con fruta raramente son autónomas. Habitualmente, acostumbran a ser un boceto preparatorio o un recorte de un bodegón (o de un episodio historiado) de mayor tamaño, por lo tanto, constituyen un detalle enfocado de una composición superior. En otra variante del bodegón la despensa pasa a la mesa y, junto a los alimentos, se representan ricos objetos del ajuar doméstico, a veces, incluso, jarrones de flores. Un subgénero que responde al gusto de una clientela con poder adquisitivo que con esta clase de pinturas quiere mostrarlo al mundo. Un formato innovador para la pintura española de mediados del XVII son los bodegones donde un paisaje atmosférico sirve de telón de fondo para frutas y verduras. Derivados del mundo flamenco e italiano, fueron usuales en los llamados bodegones de temporada, vinculados a las estaciones del año. Un subgénero importante y comercial fue el dedicado a los jarrones de flores, con pintores especializados en ese terreno. Son obras que describen detalladamente las plantas y sus recipientes, con una clara vertiente decorativa. A menudo también se pueden esconder en ellas algunas interpretaciones simbólicas. Por último, la vanitas ilustra una reflexión sobre la fugacidad y vanidad de la vida mediante la representación de objetos que aluden al carácter transitorio de la existencia humana. En estas obras aparecen símbolos relacionados con el deseo del hombre de ser alabado (ya sea por la riqueza, por el poder o por el conocimiento) y otros referidos a los placeres terrenales o a los vicios. |
Pedro de Camprobín Plato de Higos |
Dirección y horario: Palau Nacional, Parque de Montjuïc (Barcelona)
Martes a sábado, de 10:00 a 19:00 horas; domingos y días festivos, de 10:00 a 14.30 horas.
Juan van der Hamen Cardo con Cesta de Manzanas, Zanahorias, Cidra y Naranjas colgando |
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