Introducción

La exposición se celebra en el antiguo Locutorio o Sala de Labor del Monasterio de Santa María la Real de las Huelgas, espacio contiguo a la Sala Capitular que conserva en la bóveda la excepcional decoración mudéjar con yeserías de motivos geométricos, vegetales y castillos, restauradas con motivo del centenario.

Entre los numerosos hechos reseñables del reinado de Alfonso VIII y Leonor, de cuyo fallecimiento se cumplen ahora 800 años, figura la fundación de Santa María la Real de Las Huelgas en Burgos, el primer monasterio cisterciense femenino debido a la iniciativa real. En el año 1187 dotaron a la institución burgalesa de grandes privilegios y en 1199 ordenaron que ellos y sus sucesores fueran enterrados allí. Por todo ello se conmemora, en este año y en este lugar, la memoria de ambos reyes.

La muestra se organiza en cuatro secciones: en primer lugar se exponen piezas relativas a la imagen y el poder real, y después se exploran, por este orden, la liturgia monacal -con espléndidos manuscritos-, las artes suntuarias -entre las que destacan dos ricas arquetas- y las ceremonias regias.

Las obras expuestas pertenecen en su totalidad a las Colecciones Reales que custodia Patrimonio Nacional, salvo en el caso de dos préstamos excepcionales: la llamada Corona de los Camafeos, de la Catedral Primada de Toledo, y los Guantes del Obispo Ximénez de Rada, del Monasterio de Santa María de la Huerta.

Imagen y Poder Real

Las representaciones pictóricas y escultóricas coetáneas de Alfonso VIII y Leonor de Inglaterra aparecen en diversos espacios del Monasterio de la Huelgas: los sepulcros, el panel de las Navas de Tolosa y las esculturas del retablo mayor, sin que existan otras obras del siglo XIII que los representen. En la exposición se muestran dos cuadros, ya de finales del siglo XVII que sirvieron para ilustrar con grabados algunas de las biografías de los reyes publicadas a finales de la centuria siguiente.

La imagen de los reyes se refleja también en dos libros, la biografía escrita por el Marqués de Mondéjar en 1783, en cuya portada interior aparece un grabado del rey Alfonso VIII que toma como modelo el cuadro anterior. El segundo libro es la publicación del padre Henrique Flórez, Memorias de las Reynas Catholicas..., publicado en 1770, donde se hace un elogio de la reina Leonor, acompañado de un grabado idealizado de la reina con el monasterio de las Huelgas como fondo.

El cuadro del obispo don Rodrigo Jiménez de Rada (imagen superior), procedente del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, completa la visión historiográfica de los reyes y es una referencia obligada para seguir todos los acontecimientos históricos del reinado de Alfonso VIII.

En este mismo apartado de la exposición, junto a los reyes fundadores, se muestran dos de los documentos fundacionales más importantes del Archivo del Monasterio. La carta fundacional denominada, Instrumento de Fundación, Dotación y María Fuero de Santa, fechado el 1 de junio de 1187, pergamino redactado en latín con letra minúscula diplomática carolingia, donde los reyes expresan las razones por las que erigen el monasterio y lo dotan con diferentes heredades.

El segundo documento es un Privilegio Rodado de Alfonso X por el que dona al monasterio algunas rentas que tenía en Cilleruelo de Abajo, fechado en Toledo el 14 de abril de 1279.

Liturgia Monacal

Los códices que se conservan en Las Huelgas son únicos, entre ellos destacan especialmente el denominado Códice Musical de las Huelgas, que contiene música utilizada en todos los monasterios cistercienses.

La llamada Biblia Antigua contiene magníficas representaciones miniadas. El Antifonario (imagen superior) y el Leccionario están igualmente ilustrados con las creaciones de los miniaturistas que trabajaban para el monasterio. Todos ellos fueron realizados a finales del siglo XII y principios del XIII. Estudios recientes han puesto en valor estos manuscritos y la importancia de un Scriptorium vinculado al monasterio.

Artes Suntuarias

Entre los bienes más preciados donados por los fundadores al monasterio se encontraban cálices de plata, custodias y arquetas de hueso y marfil.

La exposición presenta una pieza emblemática procedente de la Catedral de Toledo, la denominada Corona de Camafeos, obra visigótica utilizada por los reyes castellanos a lo largo de la Edad Media.

Además se exponen dos importantes arquetas, la Arqueta Relicario del Taller de Limoges (imagen superior), realizada en torno a los años 1200-1210, de madera de roble recubierta de chapas de cobre grabado, dorado y esmaltado, con escenas relativas al martirio y entierro de Santo Tomás Becket o canturiense como se le conoce en tierras hispanas. La muerte del obispo de Canterbury aconteció en 1170, a instancias de Enrique II Plantagenet, padre de doña Leonor, quien a su vez introdujo su culto en Castilla. Tomás Becket fue canonizado en 1173, con el apoyo del propio Enrique II y especialmente gracias a los esfuerzos de su esposa e hijos. La industria artística de la ciudad de Limoges, en la región de Aquitania, produjo numerosos objetos religiosos con la técnica del esmalte, que tuvo continuidad en talleres castellanos como el de Silos, cuyos promotores fueron Alfonso y Leonor. El monasterio de Las Huelgas contó con varias reliquias de este santo, contenidas en magníficas arquetas, que desaparecieron durante la contienda napoleónica.

La segunda es la llamada Arqueta de los Apóstoles, realiza en hueso y herrajes de bronce dorado, donde se puede apreciar el estilo de los talleres centroeuropeos de eboraria y trabajo en hueso.

Ceremonias

En el monasterio de las Huelgas fueron armados caballeros varios reyes y príncipes extranjeros, entre ellos Eduardo de Inglaterra, también fue el escenario de la coronación de Alfonso XI. En las grandes ceremonias, los reyes y caballeros vestían lujosos trajes y se adornaban con elementos propios de su rango, como anillos, corona o la espada, y del mismo modo en que se vestían para estas solemnidades quisieron ser enterrados.

En el Museo de Telas se puede contemplar un completo ajuar de este tipo, procedente del sepulcro de don Fernando de la Cerda (1255-1275), el heredero de Alfonso X. La exposición muestra algunas piezas procedentes de la Real Armería que presentan grandes paralelismo con las piezas antes citadas y que ayudan a conocer mejor la pervivencia de las ceremonias reales durante todo el siglo XIII. También se presentan piezas procedentes de otros sepulcros que han sido restauradas recientemente.

Este es el caso de la Almohada de Alfonso de la Ceda, obra única dentro del conjunto de almohadas medievales tejida con la técnica del punto de sesgo. Su exposición al público antes de pasar al Museo de Telas es una primicia. Para completar la industria textil y las diferentes técnicas de este periodo también se expone la Cofia encontrada en el sepulcro de Enrique I, muerto en 1211, a los 12 años y varios fragmentos de almohadas de Enrique, Leonor, Berenguela y Fernando de Navarra, restaurados expresamente para esta exposición.

El recorrido por las manufacturas textiles del siglo XIII, se completa con los Guantes (imagen superior) con los que fue enterrado el obispo don Rodrigo Ximénez de Rada, procedentes del Monasterio de Huerta, y que han sido recientemente restaurados.

El Locutorio o la Sala de Labor

Mención independiente merece la propia sala en la que se presenta la exposición, el antiguo Locutorio o Sala de Labor, contiguo a la Sala Capitular, que cuenta con un excepcional conjunto de yeserías. La recuperación de este espacio para la exposición, una vez restaurado, permite ampliar la visión del conjunto monástico y mejorar el conocimiento de las peculiaridades excepcionales del mismo.

La decoración de paramentos con yeserías adquirió un gran desarrollo en al-Andalus en el siglo XI y a partir del siglo XIII fue incorporándose a las construcciones cristianas. Las yeserías de las Huelgas suponen un punto de inflexión en la asimilación del mundo visual de las artes andalusíes en tierras de Castilla. Ningún otro edificio de la meseta castellana presenta una utilización de las yeserías en la bóveda. Es habitual la utilización de las yeserías en zócalos y arrocabes, a la manera de las construcciones andalusíes, pero su utilización en espacios abovedas como en las Huelgas es excepcional.

La bóveda de cañón de la sala se cubre con decoración central de yesería a base de motivos geométricos, vegetales, castillos y entrelazos. El castillo es el emblema adoptado por Alfonso VIII muy probablemente después de su matrimonio con Leonor de Inglaterra en 1170 y trasmitido posteriormente por sus sucesores.

Estas labores mudéjares responden al arte promovido por Alfonso VIII, con una presencia muy temprana en el monasterio de las Huelgas y un gran desarrollo en los reinados posteriores.

La inscripción en el arranque de la bóveda hace referencia a dos salmos de David y también aporta la fecha del final de las obras de la estancia: ERA MILL CCC XIII ANNOS (1275).

Hasta el 31 enero de 2015 en el Monasterio de Santa María la Real de las Huelgas (Calle de Compases de Huelgas s/n, Burgos). Horario: martes a sábado, de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 18:30 horas; domingos y días festivos, de 10:30 a 15:00 horas; los lunes, cerrado. Entrada: 6€, incluye visita guiada al resto del monasterio.