Introducción

La creación del Museo Sacro "El Tesoro de la Concepción" en 2007 tuvo como fin principal la reorganización de un valioso conjunto de enseres y objetos que se hallaban agrupados en calidad de almacén-exposición en las salas altas de la sacristía norte del templo de la Concepción de La Orotava desde los años 40 del siglo XX, recintos que en otra época fueron la vivienda parroquial.

Actualmente, "El Tesoro" ocupa las principales estancias de la Parroquia Matriz de Nuestra Señora de la Concepción: sacristía norte con la antesala y sala del Tesoro, el coro, la sacristía sur y las salas capitulares.

Esta valiosa colección, considerada como una de las más significativas de las Islas Canarias, muestra todos aquellos valores: religioso, simbólico, antropológico, histórico, artístico y estético, que encierran todas y cada una de las piezas, haciendo las delicias de los visitantes.

La musealización de las diferentes salas del Museo Sacro "El Tesoro de la Concepción" atiende principalmente a la tipología de las obras expuestas, con una guía cuyo discurso global se centra en el culto divino. Toda agrupación de piezas, por tanto, contiene un contexto propio, que hace hincapié en la grandeza heredada a través de los siglos para dar culto al Dios cristiano en las acciones litúrgicas.

La procedencia de este conjunto se debe a las compras efectuadas por la fábrica parroquial desde los primeros años del siglo XVI hasta la actualidad, las donaciones por parte de particulares y los factores históricos, como la expulsión de los jesuitas en 1767 o la Desamortización de Mendizábal; a raíz del cual, tras la exclaustración de los conventos en 1835, esta parroquia fuera una de las más beneficiadas.

Este espacio museístico en uno de los mejores ejemplos del barroco canario del siglo XVIII, deja patente la huella cultural y espiritual que el culto ha dejado en la Parroquia de La Concepción, albergando piezas de mobiliario litúrgico, pinturas, imágenes, vasos sagrados, custodias, ornamentos, cantorales, etcétera.

Sacristía Norte

En esta sacristía, en su amplio conjunto, se expone las mejores muestras de pintura religiosa que conserva esta parroquia. Destacan la Magdalena penitente, óleo sobre lienzo del artista italiano Domenico Fetti (1618), la Inmaculada Concepción y otros exponentes del artista canario Juan de Miranda del siglo XVIII, y el Martirio de San Esteban del pintor orotavense Cristóbal Hernández de Quintana, del siglo XVIII.

Referente al mobiliario, destacar la cajonera principal del siglo XVII, la mesa de centro del XVIII y la lámpara de bronce y cristal de principios del XX.

Antesala del Tesoro

En este espacio exponen, en su mayoría, piezas textiles bordadas, como el pontifical del primer obispo de la Diócesis, don Luis Folgueras de Sión, las túnicas bordadas del Cristo Predicador y del Cristo Preso, capas, casullas... destacando también un maravilloso vestido femenino de finales del siglo XIX y el conjunto de ramos de bronce con los que antiguamente se engalanaban los altares.

Sala del Tesoro

La sala del Tesoro cuenta con un extraordinario complemento patrimonial como es la magnífica techumbre de madera, de raigambre mudéjar, profusamente ornamentada.

En esta sala se recogen los mejores exponentes de ornamentos y objetos litúrgicos utilizados para enaltecer y solemnizar el culto divino, destacando la gran variedad de tejidos: terciopelos, sedas, brocados, damasco, lampazo, lama, tisú, espolines, persianas... las custodias y vasos sagrados.

Coro

Presidido por la imagen titular venerada hasta la llegada de la realizada por Ángelo Olivari en 1824, el coro es una clara alegoría a las alabanzas que en el tiempo glorifican a Cristo.

Este espacio se encuentra ocupado en gran parte por la sillería de coro, que supone una pieza única en el contexto de villa de La Orotava por la exclusividad de la misma. Cuenta con un interesante facistol, en el que se exponen una colección de cantorales procedentes de los conventos dominico y clariso; el órgano procedente del antiguo convento agustino de esta villa, el carillón, el armonio portátil y una matraca, elementos todos ellos íntimamente vinculados con la funcionalidad de este lugar.

Sacristía Sur

En esta sala podemos contemplar diversos ejemplos de la orfebrería, como son las andas de la procesión del Corpus Christi de los siglos XVIII-XIX, las andas de baldaquino de la Inmaculada Concepción del siglo XVIII o el altar sagrario y expositor de plata repujada del siglo XVIII, procedente de convento de las Madres Clarisas de La Orotava, entre otros útiles empleados en la liturgia como cálices, atriles, vinajeras o ciriales.

Sala Capitular Primera

La iglesia como espacio arquitectónico queda representada por medio de la maqueta elaborada por Victoriano y Jesús Martín Raya en 1942. La misma se ve acompañada de algunos planos originales del templo, llegados desde la Corte en el siglo XVIII, cuando se ejecutaban las obras de la edificación actual.

Como reconocimiento a los sucesivos gestores del templo, aparecen representados por medio de pinturas, algunos de los párrocos más emblemáticos con los que contó la parroquia.

La advocación que dio nombre al templo, queda plasmada con los restos de la primitiva imagen de la Virgen de la Concepción. Se trata de un extraordinario elemento patrimonial, no sólo por su significación simbólica, sino por el testimonio histórico que representa.

Los ritos y ceremonias de la iglesia quedan representados por medio de piezas como el relicario mayor, el tenebrario y el blandón, todos ellos del siglo XVIII; el catafalco en el que se trasladaban y tributaban duelo a los difuntos; o el altar con el sagrario de la reserva eucarística.

También podemos contemplar una muestra de tallas completas e imágenes de vestir, tanto de tamaño natural como de pequeño formato, entre las que destacan las imágenes de santa Elena y santa Clara, obras del escultor orotavense Fernando Estévez del Sacramento del siglo XIX, el grupo de la conversión de la Magdalena compuesto por el Cristo Predicador, obra de Blas García Ravelo (1667), y la Magdalena penitente, obra del grancanario José Luján Pérez del siglo XIX, y una imagen que cuenta con una trascendencia histórica tan importante como la Virgen de la Dormición o del Tránsito, del siglo XVII, entre otras.