IMÁGENES MARIANAS DE GLORIA EN LA CAPITAL HISPALENSE (II)
Jesús López Alfonso, José Manuel Olmo y Jesús Abades (15/11/2005)
Nota de La Hornacina: El portal autoriza tanto la divulgación como la reproducción de los contenidos que publica, ya sea en coloquios, ponencias o medios impresos y digitales, siempre y cuando se reproduzcan los contenidos presentados en su página Web y citando su autoría, su procedencia y su URL. La Hornacina perseguirá el incumplimiento de esta y otras condiciones así como cualquier utilización indebida de los contenidos presentados en su Web, denunciándolo en la misma y reservándose el ejercicio de las acciones civiles y penales que les puedan corresponder a sus autores en derecho. Gracias por vuestra colaboración. |
Virgen del Amparo (Parroquia de la Magdalena) Se trata de una escultura del flamenco Roque Balduque que nos muestra el modelo tradicional de Virgen de Gloria sevillana: la "Hodegetria" conductora y portadora del Niño. Si hubiera que darle un calificativo sería el de magistral. Es una imagen de talla completa que presenta esculpidas la túnica, el manto -cruzado del lado derecho-, y una graciosa toca, típica de la imaginería mariana balduqueña, que enmarca su cara y cruza el busto de la Señora para acabar siendo agarrada por el Niño, que se nos presenta desnudo, cubierto solamente con un leve paño de pureza. Todos los ropajes se encuentran magníficamente estofados en oro. La mirada de la Virgen se dirige hacia el pequeño Jesús, en una postura de interacción con el Divino Infante muy habitual en esta época y que arranca de los simulacros góticos del siglo XV, mostrándonos el lado humano de la Divinidad de Jesús y María. La efigie estuvo revestida con ropas de telas naturales hasta no hace mucho tiempo. Éstas fueron retiradas tras la espléndida restauración efectuada por José Rodríguez Rivero-Carrera, que eliminó dos kilos de puntillas y alfileres que la talla tenía clavados, ya que cada vez que se la revestía la imagen era puntilleada. Por ello, es muy normal encontrar azulejos y fotos de la Virgen del Amparo totalmente cubierta con tejidos naturales. Foto: Roberto Villarrica. |
Virgen de Todos los Santos (Parroquia de Omnium Sanctorum) Imagen de talla completa, policromada y estofada, también salida de las gubias del escultor flamenco, afincado en Sevilla, Roque de Balduque, quien la hizo en el año 1554 y cobró por su trabajo 23 ducados, incluyéndose en el precio una peana que no se conserva. Muestra un claro manierismo en sus líneas, que se hace patente tanto en el hieratismo de la talla como en el plegado de los paños. En contraste al manifiesto estatismo, no muestra frontalidad su mascarilla, ya que Balduque nos presenta una madre atenta al movimiento de su pequeño, con la marcada inclinación de la cabeza de la Señora ante la postura reclamante del Niño. Como curiosidad de la talla, por la altura a la que se nos presenta en el culto diario no se puede apreciar que la parte alta de la túnica se encuentra ricamente exornada con pequeñas joyas formando motivos silvestres. A pesar de que la escultura no muestra su aspecto primigenio, debido al retallado del característico velo balduqueño por Pedro Duque Cornejo y Roldán -quien, en el año 1715, también reformó el pelo y separó el Niño Jesús del tronco materno- y las posteriores restauraciones más cercanas a nuestra época, como la realizada por José Ordóñez a principios del siglo XX, podemos catalogarla como una de las vírgenes de glorias con mayor calidad artística y patrimonial de la capital hispalense. Destaca también el grupo escultórico de los santos que figura a sus plantas, realizado en terracota y telas encoladas y policromadas por Cristóbal Ramos con el fin de representar las "reginas" del Santo Rosario. |
Virgen del Rosario (Capilla de los Humeros) Titular de una de las cofradías de gloria de mayor solera y arraigo de la ciudad, es una de las pocas creaciones fehacientemente documentadas del escultor Jerónimo Tiburcio Roldán Serrallonga, nieto de Pedro Roldán y hermano de Pedro y Marcelino Roldán, quien en 1761 cobró por su hechura 300 reales, correspondiendo las labores de policromía y estofado al pintor Joaquín Cano. El mismo año, Jerónimo Roldán realizaría el Cristo crucificado de la Paz, titular cristífero de la hermandad que también policromaría Joaquín Cano. Con esta imagen mariana, que mide 85 cm de altura, el escultor realizó una libre interpretación de la Virgen de la Paz, obra manierista de Jerónimo Hernández que preside la Iglesia de Santa Cruz tras ser venerada como Virgen del Rosario en el desaparecido Convento de San Pablo, de padres dominicos. En el año 1995, fue restaurada por el imaginero José Manuel Bonilla Cornejo y, al año siguiente, por el taller de restauración Serbal, recuperándose la policromía y los estofados originales de una talla que sigue representando dignamente el esplendor de una dinastía de grandes escultores. Foto: Hermandad del Rosario de los Humeros (Sevilla). |
Virgen del Rosario (Parroquia de San Vicente) El historiador José González Isidoro dio en el clavo a la hora de relacionar la imagen con el arte de Juan Bautista Patroni o Patrone, escultor e imaginero genovés afincado en Sevilla. Según el investigador, ello se fundamenta en los rasgos estilísticos de la talla y su evidente parentesco con la Inmaculada Concepción del municipio onubense de Galaroza (1798), una de las escasas obras documentadas del artista (1). De solemne empaque, la obra muestra un acusado contraste entre la expresión ausente de la Virgen del Rosario con la arrobada mirada que le dirige el pequeño Jesús. En 1983 fue restaurada por Francisco Peláez del Espino y Manuel Escamilla Cabezas, quienes descubrieron que la talla original, mal conservada, era de bulto redondo y originaria del siglo XVI. En fecha indeterminada, pudiendo coincidir con la labor de Patroni, a dicha talla le añadieron nuevo busto, Niño y brazos articulados. |
Virgen de Belén (Museo de Bellas Artes) Magnífica terracota del florentino Pietro Torrigiano, procedente del desaparecido monasterio sevillano de San Jerónimo, también conocido como Convento de Buenavista. Constituye una obra capital en la imaginería religiosa de nuestra región, estableciendo un modelo de Madonna sedente con el Niño Jesús de gran influencia en los siglos posteriores. Artistas como Nicolás de León en el siglo XVI, Pedro Duque Cornejo en el XVIII o Sebastián Santos Rojas en el siglo XX se han inspirado en la misma a la hora de realizar algunas de sus mejores creaciones marianas. Labrada en 1525, la Virgen de Torrigiano muestra a María sentada sobre un sitial, con el pie izquierdo sobre dos almohadillas y ofreciendo una fruta al Niño, a quien acuna sobre su regazo. En el mismo año, el eterno rival de Miguel Ángel modeló su otra pieza maestra para Sevilla: el San Jerónimo Penitente. |
BIBLIOGRAFÍA
(1) GONZÁLEZ ISIDORO, José. "Juan Bautista Patroni y Quartín, un escultor genovés en la Sevilla de 1800", en Boletín de las Cofradías de Sevilla, Especial de la Cuaresma de 1998, Sevilla, 1998, págs. 58-62. |
Anterior entrega en este |
www.lahornacina.com