LA TÚNICA DEL LINAJE. INFORME DE LA TÚNICA PARA JESÚS NAZARENO DE ANDÚJAR
Jesús Arco López (03/04/2019)
Recorrido histórico. La antesala del proyecto Abordar la rica historia de uno de los Titulares de más hondo predicamento en la historia devocional iliturgitana fue un punto de partida necesario para entender cómo había de ser la ejecución de un proyecto de esta envergadura. Desde aquel Convento de Santa Ana hasta el siglo XX, el "Nazareno de los Espejitos" impuso modas estéticas que marcaron el devenir ferviente de los suyos. El sobrenombre de esa Imagen legendaria atribuida a las gubias más conspicuas nos dirigía concretamente a un paso procesional encasado en la "recuperación de la Semana Santa". Así que estudiamos el periodo histórico de la Restauración Alfonsina o Borbónica, esa lengua temporal en donde la Semana Santa española y en particular la del sur, revive y se dispone a transitar por una etapa dorada que coincide con movimientos estéticos que el mundo del arte ha bautizado como "revival". Una rotunda inspiración en la espiritualidad relacionada con el gótico tuvo el mejor abrazo posible en las artes decorativas cofrades. Es entonces cuando, al amparo de un mal llamado "post romanticismo" el bordado cultista alcanza cotas inimaginables desde un siglo atrás. |
Restauración devocional y restauración estética. El estilo En esa resurrección artística tienen mucho que ver los grandes talleres reales que bordan por encargo de Isabel II. Es ella la que en torno a Palacio genera escuelas artísticas que anticipan lo que ha de venir en el periodo Alfonsino. Las hermanas Gilart o el zamorano Valentín Mireles siembran de proyectos y ejecuciones regias una Semana Santa española que tiene que recuperarse del convulso escenario decimonónico. El arte siempre ha gozado de los efectos de la globalización. Los estilos "se internacionalizaron" pero nunca con tanta rapidez como ahora. Desde Inglaterra y como intento de recuperación artesana, nace un movimiento conocido como "Arts and Crafts" que se introduce en España gracias a las tiendas de decoración y fotografía que distribuyeron papeles pintados y elementos de decoración de hogar. Su predicamento fue extraordinario y los diseñadores al servicio de obradores de bordado entendieron pronto que existía una indiscutible proximidad entre el lenguaje decorativo usado por artistas de la talla de William Morris y la iconología cristiana. |
Lenguaje artístico. El historicismo interpretado Se trataban de dibujos abigarrados que casaban excepcionalmente con el universo barroco que en todas sus acepciones siempre define al mundo cofrade y a la fiesta sacra o profana propia del sur de España. Los dibujos venidos desde Inglaterra o Centroeuropa se llenaban de cardos, que en el sentido iconológico cristiano están asociados al pecado, de acantos que simbolizan una nueva vida y de cipselas, abrojos y otras hojas espinosas que pueden interpretar la Pasión de Cristo y el ejercicio de la penitencia de sus devotos. Ese universo de códigos en dibujos originales, en estilos que estaban cuajando muy bien en la sociedad de la época además de lo dicho, aportaron gracias al ritmo que se les imponía, expuestos sobre mantos y túnicas con sus juegos curvos de tallos, unos diseños muy atrevidos capaces de una estridencia tolerada y a la vez sugerente, más que otra cosa porque en ellos residían los preceptos del barroco: movimiento, diversidad y abigarramiento. Era un lenguaje artístico novedoso, pero a la vez fácil de concebir en el acusadamente barroco imaginario del pueblo español. |
El proceso de invención de la Túnica Cuando en el año 2016 un grupo de hermanos de la Cofradía de la Santa Vera+Cruz de Andújar nos propone la ejecución de una túnica de salida para la Egregia y Bendecida Imagen lo primero que pensamos en el empleo de un estilo que interpreta a la perfección uno de los periodos históricos vividos en Andújar y que sobre la inmortal devoción al "Nazareno de los Espejitos", recae en el mismo. Y elegimos para tal efecto el "Arts and Crafts" o bordado de la Restauración, periodo que tanto significa para una imagen y una devoción que ha sido imperecedera tanto como "restaurada" a lo largo del tiempo, desde su lejana fundación y su paso por Santa Ana o Santo Domingo hasta que arribara en el Convento de San Francisco en 1579. El taller acuerda con uno de los más creativos y apreciados diseñadores del panorama cofrade mundial, Álvaro Abril Vela, el diseño de una túnica de cardos, para ejecutarse de acuerdo a las técnicas habituales del siglo XIX, enriquecida tal y como necesita reactualizarse el lenguaje decorativo actual y que responda a la premisa de realeza del Señor. Sin abundar ni entrar en los significados ocultos y públicos de la vestimenta de Cristo desde el Concilio de Trento, nuestro taller pretendía desde el primer momento acometer un trabajo destinado a potenciar el icono de fe que es Jesús Nazareno y la carga espiritual de las hermandades que adoraron la Santa Cruz. La relectura de los textos seráficos acabaron por definir el concepto artístico que desde primera hora rondó nuestras cabezas y no cabía otra que apelar a la dinastía regia de Cristo y su linaje. |
La Túnica del Linaje El dibujo se basa en un gran cardo como guiño al símbolo del cuerno de la abundancia desde donde se disponen asimétricamente bardanas de sarmiento y cardinas entre asomadas que tropiezan con los acantos de punta asimétrica, tramos de lentejuelas y cipselas en número de cinco, tantos como los Misterios Dolorosos del Santísimo Rosario. Es un discurso decorativo y simbólico. La penitencia y el pecado entre la promesa de Salvación. Cristo y su tarea redentora en la Imagen del Rey de Reyes, la carga natural y vegetal como continua referencia al "Poverello" cuyo arraigo espiritual continúa en la historia misma de esta Hermandad deudora del carisma seráfico. |
Simbología vegetal en la Túnica Para ello hemos usado un corpus de decoración vegetal con esta simbología:
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El periodo de ejecución A lo largo de estos tres años lo primero que abarcó este Taller de Bordado Jesús Arco López, fue un trabajo de investigación histórica. Buscamos primero el espacio de culto y devoción, la historia propia de la Hermandad y la plasticidad procesional del Señor en la calle. A continuación nuestra labor se centró en la documental y en la iconológica. Con todos estos resultados, expusimos las ideas de diseño al mencionado autor y concluida y revisada por parte del grupo devocional que encargaba la pieza su diseño final, comenzó entonces el proceso de bordado. El mismo ha constado de un total de 7.200 horas de trabajo interpretadas por los auxiliares de este taller dependiendo de las técnicas y ejecutadas personalmente por mí. Cada pieza ha requerido de un estudio volumétrico para conjugar con el dibujo. Se ha empleado en ello el zetillo, el ladrillo, la media onda, la puntita, la mosqueta y el dado. Además, se ha ejecutado en todas sus versiones comunes y dobles para mayor enriquecimiento del mismo y cada pieza lleva el perfilado propio de este taller, que fue recuperado de los grandes obradores del bordado cofrade y que hasta el trabajo entregado en 2017, se había perdido en el escenario artístico andaluz. La creación ha consistido en una pormenorizada aplicación de las técnicas más destacadas a realce: hojilla, cartulina, muestra armada, escamados de lentejuelas, canutillo y rombos. Esta ingente apuesta por las variantes y combinaciones de hilos ha buscado desde un primer momento dar volumen y matizados de relieve a una túnica que superará los criterios de bidimensionalidad, pero siempre sin restarle importancia plástica al procesionar severo y contundente de este Nazareno iliturgitano. El soporte es un cuidado y escogido terciopelo de algodón en una tonalidad de morado clásico y fácil de relacionar con otras piezas del ajuar del Señor. Muy satisfechos con el resultado, siete puntos de trabajo, seis técnicas artísticas, 7.200 horas de bordado y tres años completos de estudio, investigación y plasmación iconológica, dan como resultado esta obra que siempre estará al servicio de un Señor tan imponente y ya querido en nuestro taller, como es el Nazareno. Estas agotadoras jornadas, son las que hicieron posible la Túnica del Linaje. |
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